Sebastián Montoya sube este fin de semana un escalón más en su escalera vital. El piloto de la Escudería Telmex-Claro, presente y futuro del automovilismo colombiano, arranca su primera temporada completa en la Fórmula 3, la antepenúltima categoría que antecede a la meta anhelada: la Fórmula 1.
El hijo del icónico Juan Pablo Montoya llega al Gran Premio de Baréin, cuya carrera principal será en la madrugada de mañana (domingo, 3:55 a. m., TV de Star+), con mucho peso sobre sus hombros. Sebastián, quien le había anticipado a este diario que correría en esta categoría desde el año pasado, aparece como una figura de renombre en medio de los jóvenes talentos que copan la competición.
Piloto junior de Red Bull, vigente campeón de constructores en la F1; líder del Hitech, equipo británico de talla en divisiones menores; conductor con experiencia sumando puntos en su debut el año pasado en la F3; deportista destacado por la F1 como uno de los 20 mejores prospectos para llegar a la cumbre del automovilismo; y protagonista de acuerdos comerciales con firmas como Unicoin y Hugo Boss.
Ese es el perfil que hace que atrape todos los focos con miras al futuro. Aun así, Montoya sabe que su verdadero objetivo está en el hoy, tal cual se lo remarca a EL TIEMPO antes de afrontar su reto de este 2023.
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Un paso más cerca de la Fórmula 1

Sebastián Montoya y Juan Pablo Montoya.
Dutch Agency / Red Bull Content Pool
Por fin llegó el día: Sebastián Montoya va por su primera temporada completa en la Fórmula 3…
¡Sííí…! Me siento muy feliz, y la verdad es muy distinto a como me lo esperaba. El año pasado sabía que iba a estar corriendo en la F3, pero no sabía con quién, había muchas cosas en el aire, muchos equipos interesados… y llegar acá, con Hitech, como piloto junior de Red Bull, jamás lo pensé. Por eso estoy bastante agradecido de poder pelear el año con ellos.
Con todo ese renombre, y hasta ahora va a cumplir 18 años… ¿cómo analiza su proyección?
¡Sííí, 18 años! (risas) esa conversación la tuve apenas llegamos a Baréin con mi mamá. Ella me dijo: “¡Wow, ya vienen los 18!”, y eso me recuerda lo que tanto quería de chiquito. Cuando pequeño, lo único que quería era volverme un adulto, tener la libertad de salir y ahora que está llegando el momento ni he podido pensarlo (risas). Tengo tantas cosas pasando en mi vida que no he podido pensar al respecto.
Están los años, pero su madurez no es un secreto…
Es tan chistoso… Yo siempre quise tener ese poder de ser adulto. Te confieso: cuando chiquito siempre sentía que tenía que ser más maduro que mis amigos, tenía que ser profesional. En esta carrera hay que serlo así, y ya sabes, con el apellido que tengo vienen muchas cosas buenas, pero también hay una responsabilidad mayor, que va más allá de mi rol como piloto. Uno es una especie de personaje, por decirlo de alguna manera. Uno se convierte en una foto, una idea de lo que la gente ve. Honestamente, ni soy consciente de que aún tengo 17 años, a veces soy un niño y a veces soy un señor con muchas responsabilidades (risas).
¿Cómo asimila tanta exposición siendo tan joven?
Honestamente, yo siempre he visto a mi papá en estas, y no quiero decir que me venga naturalmente, pero sí he podido aprenderlo de él. Desde niño, cuando él hacía las entrevistas, pues yo estaba a su lado, agarrándole la pierna, abrazándolo, escuchando cómo respondía… Entonces, muchas cosas de las que yo hago hoy en día tienen que ver con cómo lo hacía mi papá, pero lo más chévere es tenerlo a mi lado y hacer también mi propia carrera.
(Además: Él es Juan Pablo, el hermano piloto de la Miss Universo Paulina Vega).
Antes dar el salto a la F3, optó por correr en la Fórmula Regional de Medio Oriente su primer campeonato con el nuevo equipo, Hitech, y terminó en el puesto 21. ¿Cómo se sintió con esa experiencia
(Suspira) Esto, te confieso, es muy complicado de explicar en redes sociales porque uno como piloto siempre quiere hacer lo mejor, pero tristemente hay cosas que están fuera de nuestro control. Honestamente, no fue el campeonato que queríamos y esperábamos. Yo terminé el año pasado en una especie de desorden con tanta cosa que estaba pasando, la relación con mi equipo anterior no estaba funcionando y mi cabeza no estaba donde tenía que estar, así que este año debía encontrarme, reiniciarme, y ver donde tengo que estar. Para eso me sirvió el campeonato.
“El talento está”, recalca siempre su papá, pero ¿qué cree que hace falta para que lleguen los resultados que sabe que puede obtener?
¡Ufff! Yo sé que hay muchas cosas por trabajar. Las clasificaciones son una de ellas, usualmente salgo de atrás y remonto en la carrera… La cosa es que yo no puedo parar a la gente (risas): si viene un torpedo y me pega, pues no puedo hacer nada. Claro, si saliera desde más adelante, quizá me expondría menos.
¿Se sintió bien con el carro en Medio Oriente?
Francamente, en el campeonato pasado, el carro no estaba para pelear las primeras posiciones, teníamos serias fallas en el motor. Por eso, el equipo empezó con cuatro pilotos y al final terminamos solo dos… fue difícil, pero yo decidí seguir, no solo para enfocarme en la F3, sino para trabajar la parte mental, aprender y aplicar. Yo te la pongo así: el campeonato de Medio Oriente fue uno de aprendizaje.
¿Y cómo ha sentido el carro de F3, para el que es su propósito real del año?
Desde el momento en el que me monté a este carro, sentí que tenía un poquito más de potencia, voy algo más rápido. El tema es que también, como es un campeonato de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo), los motores son supuestamente iguales, entonces eso no debería darnos problemas. Yo creo que el carro podría ser más rápido, pero aún tenemos muchas cosas y tiempo para trabajar.
¿Y con el equipo cómo se ha sentido?
Muy bien, la verdad. El potencial que tenemos es bastante alto y creo que nos falta un poquito para llegar hasta donde podemos, pero las cosas se están dando. Yo estoy trabajando con mi ingeniero tanto para mejorar el carro como para encarar la competición, que es muy distinta a la del año pasado, empezando por lo que estoy en un nuevo equipo, y las teorías son diferentes en cada escuadra. Por ejemplo, cuando debuté con Campos Racing en F3 no fue difícil adaptarme porque trabajaban muy similar a Prema, mi equipo anterior. Hitech es un equipo inglés, que trabaja distinto, pero que tiene mucha capacidad.
¿Cómo se siente para tener en la F3 siempre una carrera sprint y maniobrar nuevas particularidades como el uso del DRS (alerón trasero móvil)?
Yo creo que lo importante es maximizar el fin de semana. Con el DRS es como meter cambios, tú sabes que cuando sales a la recta, espichas la palanca y listo. Luego, antes de frenar, lo abres, frenas, y se acabó el problema. Nos dijeron que el DRS abre después de la primera vuelta y no después de las primeras dos, lo cual sirve para empezar con todo. Ahora, con la carrera sprint… (suspiro), pues yo lo veo como que si tienes una qualy (clasificación) mala, por mal que te vaya debes estar en el top 12 o el fin de semana será muy complicado. ¡El tema es que la diferencia entre los primeros 20 suele ser de un segundo!
Y entre esos competidores, hay muchos conocidos suyos… ¿cómo vive la rivalidad en estas etapas previas a la élite?
Es muy chistoso porque hoy en día la relación entre los pilotos es muy distinta a cuando estaba mi papá, por ejemplo. Con todos soy bastante cercano, con Beganovic, con quien vengo de compartir equipo, con Fornarolli, que siempre está a donde voy (risas), están otros amigos de karts… entonces es chévere reencontrarse con tanta gente. Es grato ver que muchos seguimos, porque hay otros que se van quedando en el camino por distintas razones. Igual, al final del día, así seamos amigos, cuando uno tiene el casco, tiene que vencer a los otros.
Esto recién arranca, pero ¿cuál sería entonces la gran meta para esta primera temporada en F3?
La verdad no he pensado mucho en los resultados por lo que todavía hay mucho por delante. Si uno hace el trabajo que debe hacer, los resultados vienen solos, y yo he trabajado mucho ahorita, así que quiero un año bueno. Por mal que me vaya, debo estar entre los 10 mejores. Lo mínimo, mínimo, es eso: terminar en el top 10. Espero estar peleando los triunfos en las carreras porque tengo el potencial para hacerlo, dar la pelea en las sprint y atacar lo que más pueda. Eso haré.
El ABC de la Fórmula 3
Carro
La Fórmula 3 de la FIA es una categoría de 30 pilotos en autos idénticos. El carro que se usa cuenta con motor Mecachrome de 6 cilindros y 3,4 litros de aspiración natural, que genera 380 CV a 8.000 r. p. m, para una velocidad máxima de 300 km/h
Competición
La Fórmula 3 comparte diez fines de semana del año con la Fórmula 1. Empieza hoy y termina el 3 de septiembre. Los Grandes Premios cuentan con prácticas (45 min), qualy (30 min), carrera sprint (40 min + 1 vuelta) y carrera principal (45 min + 1 vuelta).
Puntos
Para la carrera principal, los 10 primeros clasificados obtendrán 25, 18, 15, 12, 10, 8, 6, 4, 2 y 1 puntos respectivamente. En la sprint, el top 10 recibe la mitad de lo que obtiene en la principal. Quien gane la pole en la jornada de clasificación suma dos unidades más
Semillero
La Fórmula 3 en su formato actual nació en 2019. La edad mínima para competir es de 16 años. Hasta el momento, 38 pilotos han dado el salto a la siguiente categoría, la Fórmula 2. De ellos, Oscar Piastri (21 años) y Yuki Tsunoda (22) han llegado a la F1.
ANDRÉS FELIPE BALAGUERA SARMIENTO
PERIODISTA DE EL TIEMPO