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Contrario al silencio que guardó en las semanas después a su derrota en las elecciones del 29 de octubre, Gustavo Bolívar ha regresado con fuerza a las redes sociales y a los duros pronunciamientos ante los micrófonos de la prensa. De su mensaje de que el Pacto histórico estaba “roto”, como lo dijo en entrevista con EL TIEMPO, pasó a lanzar filosos cuestionamientos en contra de la oposición.
Su actividad pasó a ser muy similar a cuando era senador de la República, cargo al que renunció a finales del 2022 para aspirar alcaldía de Bogotá. La situación ha sido que estas posturas las ha asumido como director del Departamento de Prosperidad Social (DPS). Este, como otras figuras cercanas al gobierno Petro, han roto con la tendencia de que los funcionarios no se metían en controversias de índole política. Esto ha traído gran polémica.
Como señala el analista académico Yann Basset, la tradición colombiana fija que “los funcionarios no pueden participar en política”, pero este y otros nombres del Pacto Histórico han decidido hacer caso omiso. “Les gusta seguir en la pelea política, fue algo que los llevó al poder, pero es problemático porque es algo que no se espera de ellos”, añadió Basset.
Iván Name y Gustavo Bolívar.
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Los problemas han comenzado a llegar al Gobierno. En medio de un cruce de palabras, el presidente del Congreso, Iván Name, advirtió que su intención es denunciar al director del DPS por cuenta de posibles irregularidades que habría cometido al participar del debate político al ostentar un cargo como funcionario.
“La voz de los cínicos, como el señor Gustavo Bolívar, a quien voy a denunciar por participación en política y que quieren incendiar el país. Esos son los incendiarios y los funcionarios que hoy depredan el Gobierno y también los voy a enfrentar porque no voy aceptar que la voz del cínico sea el que esté categorizando nuestra actividad, señalándola cuando en realidad hemos tenido toda la buena voluntad y disposición”, fue el anuncio de Name frente al accionar de Bolívar.
Esto vino después de que el propio director del DPS emitiera duras críticas en contra de Iván Name por levantar la sesión en la que se iba a votar la reforma pensional, esto en “protesta” por los cuestionamientos que hizo el presidente Gustavo Petro en contra de los senadores que hundieron la reforma de la salud. El mandatario aseveró que la acción fue inspirada en las donaciones que las EPS han hecho a los respectivos partidos.
“El presidente del Senado Iván Name, sigue saboteando las reformas que necesita el pueblo con la complicidad de las mayorías legislativas. Se ha roto la democracia representativa. Los congresistas ya no representan al pueblo sino a las élites y sus intereses. El pueblo tiene que hacerse sentir”, fue la crítica de Bolívar que llevó a Iván Name a anunciar una inminente denuncia.
Sin embargo, el anuncio de un proceso judicial no aminoró los pronunciamientos de Gustavo Bolívar. Incluso, en entrevista con W Radio fue más duro: “Si defender el gobierno para el que trabajo, legitimado en las urnas por 11.3 millones de personas es participar en política, que lo defina la justicia, no el presidente del Senado, un cuestionado señor que, valiéndose de su poder, obstaculiza las reformas que necesita la gente más pobre de Colombia”.
Más allá del choque con Name, el papel de Bolívar a su regreso a Gobierno ha tenido distintas respuestas. Por un lado, en una línea similar de la del presidente del Congreso, varios cuestionan que un funcionario tenga un rol político tan notorio, sobre todo teniendo bajo su manejo una abultada chequera que será de 10,7 billones para este 2024 y que maneja programas de suma importancia como las entregas de adulto mayor y similares.
Incluso, voces del gobierno en diálogo con EL TIEMPO saber hicieron saber lo problemática que puede ser la postura asumida por Bolívar pues termina siendo otro freno para el avance de la agenda del Ejecutivo en el Congreso.
Al ser cuestionado por este tema en entrevista con este diario, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, expresó que prefería el otro rol del director del DPS, pues, además de usar su cuenta de Twitter para la controversia política, este ha venido haciendo recorrido por todo el país mostrando los elefantes blancos -obras inconclusas- y cómo se ha planteado recuperarlas y ponerlas en funcionamiento desde su dependencia.
El estilo comunicacional
Más allá de la controversia ante el papel que ha comenzado a jugar Gustavo Bolívar como director del DPS, analistas políticos y de comunicación política concuerdan en que este se ha convertido en una extensión del primer mandatario. “Es el mismo estilo de Petro, tiene una comunicación política muy parecida a la oposición”, declaró Basset.
El candidato a la Alcaldía de Bogotá, Gustavo Bolivar, posa en entrevista para El Tiempo
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Bajo una línea similar, el profesor Mario Morales, experto en comunicación política sintetizó el rol de Bolívar de una siguiente manera: “Representa una voz de orquestación, difusión y propagación”. Este destaca la importancia que tiene al tener más de un millón de seguidores en sus redes sociales y al tener un papel preponderante como libretista de producciones de televisión de gran reconocimiento.
Dicha situación le ha permitido tener una gran resonancia y al mismo momento convertirse en una prolongación de Gustavo Petro. “Es una voz fiel, el otro yo del activismo. Es Petro diciendo lo que no puede decir como presidente. Es una voz de lealtad y crudeza. Busca decir las cosas de forma cruda. El nuevo papel que juega como funcionario es extender lo que quiere Petro”, apuntó Morales.
“Ha sido coherente y es una voz muy cercana al presidente. Lo convierte en una voz potente porque lo atacan directamente”, explicó el experto que señaló que le ha servido al gobierno para mantener el discurso anticorrupción a pesar de los recientes escándañlos. “Ayuda a responder a las voces críticas contra el presidente que el mandatario no puede asumir”, concluyó.
No obstante, todo esto le suma con los cercanos al presidnete Petro y le ayuda a preservar ese grupo afín. Sin embargo, como han señalado los otros analistas, puede terminar siendo una voz problemática en un sector que no está acostumbrado a funcionarios con una resonacia política tan fuerte.

