sacó amarilla tras criminal falta, pero el VAR lo salvó


Colo Colo igualó a domicilio 1-1 con Cerro Porteño en Asunción y se mantuvo en el tercer lugar del grupo A de la Copa Libertadores, que solo le permite disputar el repechaje a la Copa Sudamericana con uno de los segundos del otro torneo continental. 

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La visita se fue arriba, al minuto 23, con un penal que anotó Carlos Palacios y los asuncenos igualaron a través de Federico Carrizo, al minuto 35. El grupo ya lo había ganado Fluminense, campeón defensor del certamen, que sumó 14 puntos al derrotar en Río de Janeiro por 3-2 a Alianza Lima, que cerró último con cuatro unidades, en el otro partido de la última jornada.

Tras un arranque parejo, la visita se puso en ventaja promediando la primera parte, con un magistral cobro de penal de Palacios. Doce minutos después, Carrizó decretó la paridad, tras enganchar en el área a servicio de Robet Piris da Motta desde el centro del campo y que le permitió lucirse con un sombrero que superó al portero Brayan Cortés.

La polémica de Roldán

El árbitro del partido fue el colombiano Wílmar Roldán, que se vio envuelto en una jugada polémica.

​El central colombiano le sacó amarilla al jugador paraguayo Alan Benítez, luego de que le hiciera una violenta falta a un rival. 

​Benítez fue con mala intención y golpeó a su rival con peligro de lesionarlo. Lo curioso es que Roldán estaba de frente a a jugada y consideró que la falta era para tarjeta amarilla.  Tuvo que ser llamado del VAR para verificar la acción y solo luego de mirar la jugada en el monitor se percató de la gravedad. Cambió su decisión y expulsó a Benítez.

Sin embargo, su decisión en primera instancia generó grandes críticas de la prensa internacional.

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