la paradoja de la huelga en el Ministerio de Trabajo


En la ciudad de Bogotá, en plena carrera Séptima, a la altura del Museo Nacional, hay un edificio de más de 30 pisos con ventanales oscuros y columnas blancas. Cualquier transeúnte podría pensar que es una construcción normal y corriente. Sin embargo, tiene un elemento diferencial: la primera planta está plagada de carteles y pancartas.

“Los acuerdos se cumplen, la palabra se honra”; “hasta que la dignidad se haga costumbre”; “en casa de herrero, azadón de palo”. Estas son algunas de las frases que rodean el ingreso al edificio que alberga la sede principal del Ministerio de Trabajo. Y el motivo, por irónico que suene, es la huelga nacional que 14 de los 19 sindicatos de dicha entidad decretaron el pasado 31 de mayo por incumplimientos en acuerdos laborales.

​Los reclamos giran en torno a puntos como la nivelación salarial, cumplimientos de normas de seguridad en el trabajo, mantenimientos locativos y bonificación salarial. Los sindicatos insisten en que estas problemáticas no son nuevas, y que, hasta que no sean atendidas, la huelga no se levantará.

“Este es un aspecto que se refiere al rezago histórico al que se ha visto expuesta a esta entidad y al desconocimiento que los diferentes gobiernos en los últimos 30 años le han dado a este Ministerio del Trabajo. Esto nos ha llevado a un olvido que consideramos debe dejarse”, explicó Gerson Cifuentes, presidente nacional del Sindicato de Trabajadores Defensores del Mérito (Sintramérito).

Huelga ministerio del Trabajo en el centro de la ciudad . Bogota 5 de junio del 2024. FOTO MAURICIO MORENO CEET EL TIEMPO

Foto:MAURICIO MORENO EL TIEMPO

Con la entrada en vigor de la huelga, el funcionamiento de la institución cambió drásticamente: “Buscamos dejar claro que hay un cese permanente de actividades al interior del Ministerio de Trabajo. En el nivel central, donde se concentra toda la parte administrativa de la entidad, se tienen paralizados todos los servicios de esta índole”, relata Cifuentes.

Y, como era de esperarse, el día a día de los trabajadores también se transformó. Según cuenta Óscar Acevedo, miembro de las organizaciones sindicales, las labores arrancan a las cuatro de la mañana con preparaciones logísticas “para organizar todo lo que son carteleras, sillas, mesas, pancartas, micrófonos y listados de asistencia”.

En este punto, empieza la jornada. “Se brindan informes, se dan charlas sobre temas sindicales, se recibe la lista para corroborar la asistencia y al final de la jornada, a las 4 p.m., se da un breve informe para culminar. Así es básicamente cada día”.

Luego de esto, un grupo más pequeño de miembros y líderes sindicalistas se quedan para recoger los elementos y realizar un balance de la situación en los 32 departamentos, y a eso de las 9 p.m. salen para sus casas.

La organización es clara. Tienen rutas para transportar a los funcionarios, registros de ingreso y salida, carpas, parlantes y delegados en cada oficina a nivel nacional para comunicar la hoja de ruta de la huelga, todo financiado con recursos de los sindicatos.

Huelga ministerio del Trabajo en el centro de la ciudad . Bogota 5 de junio del 2024. FOTO MAURICIO MORENO CEET EL TIEMPO

Foto:MAURICIO MORENO EL TIEMPO

Es así como saben que 2.017 funcionarios se encuentran en cese de actividades y que, además, la asistencia en el país, excluyendo Bogotá, es del 100 por ciento. En la capital “hay una asistencia promedio del 60 por ciento porque hay más presiones por parte de los jefes, directores y subdirectores. Hay un poco de miedo de ser visto apoyando la huelga”, dijo Acevedo.

En Bogotá hay una asistencia promedio del 60 por ciento porque hay más presiones por parte de los jefes, directores y subdirectores

En referencia al tema de las presiones, Maritza Manrique, vocera de las organizaciones sindicales, dice que se han recibido comunicados por parte de la administración “donde incitan a los compañeros a desconocer la huelga y que trabajen desde casa. Antes de la huelga, no se daban los medios para hacer el trabajo desde el hogar, pero desde que la decretamos, la administración ha prestado computadores. El funcionario está entre el vaivén de hacer caso o apoyar la huelga.”

De hecho, hubo cinco sindicatos que decidieron continuar sus actividades con normalidad, y la relación de este grupo con el resto de la entidad “ha sido un poco tensa”. Según explica Acevedo: “Después de una reunión entre la administración y los sindicatos, se le solicitó que, por respeto, se retiraran de la mesa. La administración también le solicitó que se retiraran y ellos se salieron de la mesa, lo que conllevó que pudiéramos avanzar en el diálogo”, puntualizó.

Gerson Cifuentes, presidente nacional del Sindicato de Trabajadores Defensores del Mérito (Sintramérito)

Foto:MAURICIO MORENO EL TIEMPO

Las respuestas de la ministra:

Otra paradoja de este proceso es que las negociaciones, por parte del Gobierno, han estado lideradas por una persona con orígenes sindicalistas: Gloria Inés Ramírez, ministra del Trabajo.

Uno de los primeros pronunciamientos oficiales se dio el 31 de mayo, fecha en la que se decretó la huelga, en donde Ramírez dijo que respeta el derecho a la asociación sindical, pero pidió que se levantara el cese de actividades.

Esperamos que suspendan esta acción y permitan que, así como a ellos se les dan las garantías como huelguistas, también los demás funcionarios del ministerio puedan tener su derecho al trabajo”, aseguró.

En ese mismo comunicado estableció que la entidad está siempre dispuesta a dialogar y recalcó el papel de la mesa de negociación.

Ministra de Trabajo , Gloria Inés Ramírez.

Foto:Ministerio del Trabajo

“Esta mesa está abierta y están invitadas todas las organizaciones sindicales firmantes del acuerdo y seguiremos haciendo todas las gestiones administrativas que sean necesarias para lograr que esto se cumpla. Aún tenemos casi un año para el avance de los acuerdos suscritos para la vigencia 2023-2025, los cuales estamos agilizando”, aseguró la Ministra.

De igual forma, el pasado 4 de junio el Ministerio del Trabajo informó la aprobación de la bonificación especial por compensación establecida en el acuerdo sindical 2023-2025, uno de los puntos que reclaman los sindicatos. Esto fue visto como un mecanismo para avanzar en las negociaciones.

A pesar de esto, Maritza Manrique argumenta que la aprobación no fue “totalmente cierta” puesto que la bonificación se debe dar año a año y el 50 por ciento se tenía que pagar en marzo, pero a ellos les informó que “el pago sería en la vigencia 2024, o sea, en cualquier momento y, además, no quedó establecido que va a ser año a año”. Asimismo, argumentan que, aunque han solicitado cuatro veces el documento para estudiarlo, no han obtenido respuesta del Ministerio.

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