En Estados Unidos, más exactamente en San Francisco (California), se encuentra la meca de la tecnología, mejor conocida como Silicon Valley, un área que es referente de proyectos tecnológicos a nivel mundial.
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De hecho, es allí donde se ubican las sedes principales de grandes empresas del sector, como Apple Inc., Google, Ebay, Hewlett-Packard, Symantec, Tesla Motors, entre otras compañías de renombre.
Inspirados en ese ambiente innovador, un grupo de jóvenes, aún universitarios, se propusieron como reto convertir a Barranquilla en la Silicon Valley de Colombia. Y van por buen camino, según cuentan.
Uno de ellos es Henry Sáenz, presidente del grupo estudiantil de Ciencia de Datos, de la Universidad del Norte, quien explica que desde este espacio buscan predecir, a través de las matemáticas y las estadísticas, cualquier tema de interés en la sociedad.
“Por ejemplo, nosotros podemos el índice de criminalidad en una ciudad con base a las variables que maneje la autoridad, podemos también predecir el índice de riesgos de padecer cáncer, a partir de imágenes de radiografías. Y nosotros como grupo estudiantil en Ciencia de Datos lo que hacemos es difundir esta área de conocimiento, esta nueva área de la tecnología, porque es un área naciente, de forma multidisciplinaria, capacitamos a nuestros estudiantes de pregrado y a personas externas que deseen vincularse a nuestras actividades”, explica el joven, de 20 años.
Nuevas comunidades tecnológicas en Barranquilla
En ese sentido, indica que, además de predecir la información, también ayudan a clasificarla. Para el estudiante, la relevancia de este proyecto también se basa en poder ayudar a las empresas a “tomar mejores decisiones, porque la data habla, pero no la escuchamos a veces. Entonces cuando escuchamos bien esa información, podemos tomas decisiones precisas”.
Actualmente, estamos vinculados a todas esas comunidades nacientes de tecnologías en la ciudad
“Actualmente, estamos vinculados a todas esas comunidades nacientes de tecnologías en la ciudad. Porque son comunidades nuevas, una nueva revolución. Hago parte de Caribe Dev, que reúne comunidades tecnológicas locales, entonces hay
comunidades de desarrolladores web, de desarrollo móvil, con Ciencia de Datos la estamos conformando, la estoy liderando, y también para este tipo de convenciones y eventos”, afirma Sáenz.
Según la información que comparte el líder estudiantil de Ciencia de Datos, se han creado comunidades tecnológicas en la ciudad que realizan eventos y difusión científica como: JavaScript, Python, Figma y Notion.
Estas comunidades son clave para el desarrollo tecnológico local, ya que son vistas como un núcleo de ideas, negocios, emprendimiento y capacitación en estas áreas y en sus áreas particulares.
“El objetivo de nosotros es convertir a Barranquilla en un epicentro tecnológico en el Caribe y también de Colombia. Esa es nuestra meta como grupo estudiantil también”, manifiesta.
Como casos de éxitos en la predicción, expone el proyecto liderado por la Uninorte y patrocinado por una empresa de gas en la primera edición, que fue denominado como ‘Datachallenge’.
“La empresa normalmente hacen sus actividades y causan un impacto ambiental. Entonces deben compensar esos actos en otras zonas. Lo que hicimos fue modelar esos datos y plantear una hipótesis, si realmente el aporte que hicieron o la retribución ambiental compensó lo que destruyeron o no. A través del modelamiento estadístico y nuestro software de programación, determinamos que no alcanzó la compensación para la biodiversidad que fue degradada”, recuerda Henry.
La necesidad de crecer el ecosistema tecnológico en la ciudad
Un hecho similar pasó con la Fundación Código Abierto, que surgió en el año 2023, cuando su creador, Anuar Harb, se percató que en el ecosistema no había grandes comunidades hablando y produciendo alrededor de la tecnología en Barranquilla.
“Nació de crear una comunidad en Barranquilla, que la rompe completamente y se vuelve un éxito en la ciudad. Pero sale otra necesidad y es que las comunidades se quedan simplemente en un espacio donde simplemente intercambian experiencias, se queda ahí y no sucede nada. Entonces era imposible que 20 personas reuniéndose cada mes hagan algo. Así se creó Código Abierto, con la necesidad que permita empezar a conectar el ecosistema de tecnología”, recuerda David Jiménez, coordinador de Marketing de Código Abierto y TechCaribe Expo.
Según analiza el hombre, de 24 años, entendieron que en la capital del Atlántico hay talento, pero también identificaron que el talento que se necesita hoy en día es masivo, por lo que considera que hay un déficit en el mercado laboral de poder llevar el talento que se necesita en Inteligencia Artificial (IA) en programación para las empresas que están naciendo.
“Entonces a partir de esta necesidad se identificó el tema de formación. Hay que formar a las personas para que estén preparadas y retarlas y darles experiencias que realmente les permitan conectar con cada uno de los pilares que se necesitan. Esos tres pilares son: la educación, la comunidad y las salidas laborales y económicas. Entendiendo esos pilares es como se dinamiza el ecosistema tecnológico en Barranquilla y la región, para poder conectar con actores importantes, como la universidad, como el gobierno, como entidades públicas locales, el sector privado y el sector civil”, destaca Jiménez.
Desarrollan cámara con IA que detecta armas
David asegura que, tras un año, el balance es positivo. Han podido crecer con eventos masivos de más de mil personas, y apoyos de entidades públicas, gobernación y otros aliados. De hecho, se trazan a futuro la organización de un evento en el Centro de Eventos Puerta de Oro, donde calcula que podrían entrar máximo 5 mil personas.
“Código Abierto ha logrado hacer una serie de eventos que han sido un completo éxito y que para el año que viene la misión es institucionalizarlos, en un ecosistema pequeño que tiene hambre de seguir creciendo. Si me preguntan, en cinco años, probablemente la inversión que haya en el ecosistema tecnológico se eleve a cifras de miles de millones y muy fácilmente permita escalar la región a nivel económico, a nivel tecnológico, a nivel socio cultural, cambiando también la manera de las personas de ver la tecnología y de acercarse a estas”, señala.
Además de capacitar y organizar eventos en el marco del crecimiento del ecosistema tecnológico, Código Abierto también ha sido testigo de la creación de proyectos innovadores que se presentan como solución a las problemáticas sociales y de seguridad.
“Somos creadores de proyectos en serie, que impactan a la ciudad y resuelven sus problemas. El mismo éxito se va a casos específicos, como el de ‘Gecko – IA’, que fue el primer puesto del Hackatón de Inteligencia Artificial que hicimos en la Universidad del Norte, donde desarrollaron una cámara de IA. Identifican a sujetos que portan armas blancas o armas de fuego, fue alimentada con más de 100 mil imágenes que fueron utilizadas con un Data set, que entrenó al modelo IA, para poder identificar las armas”, resalta David.
Se trata de un programa que se puede instalar a las redes de cámaras de un centro comercial, un estadio y poder hacer un protocolo de seguridad con las autoridades locales, según considera Jiménez.
Es así como este ecosistema tecnológico toma cada vez más fuerza en Barranquilla, donde ya se registran 15 comunidades que ponen sus ideas innovadoras y de la mano con la IA al servicio de la ciudad.
Deivis López Ortega
Corresponsal de EL TIEMPO – Barranquilla
En X: @DeJhoLopez
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