En medio de las críticas por la presencia del embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo, en la posesión presidencial de Nicolás Maduro este viernes 10 de enero, el presidente Gustavo Petro pidió levantar los bloqueos al vecino país e hizo un llamado para buscar unas nuevas elecciones libres.
“Si las elecciones de Venezuela no fueron libres, al realizarse bajo el bloqueo económico que se convierte en una extorsión explícita, es importante mantener la tesis del dialogo político más amplio posible en Venezuela, el levantamiento integral del bloqueo y una nueva posibilidad de expresión libre del pueblo de Venezuela”, señaló el jefe de Estado en su cuenta de la red social X en la noche de este viernes.
El pronunciamiento se da horas después de que Maduro y su régimen renovaron su mandato en Venezuela, no obstante a que buena parte de la comunidad internacional -encabezada por Estados Unidos- lo desconoce como presidente, pues es señalado de haber cometido un fraude electoral en las presidenciales de julio del 2024, cuando se midió con el opositor Edmundo González.
El mensaje del jefe de Estado no deja de ser contradictorio, cuando en la noche de este jueves el Gobierno había tomado distancia del régimen, al no reconocer a Maduro ya que no se presentaron las actas que evidenciaran su victoria en las urnas.
Además, el presidente Petro insiste en el discurso de que las elecciones no fueron libres por cuenta de los bloqueos y sanciones económicas al régimen, cuando la comunidad internacional asegura que no fueron libres por la falta de garantías democráticas.
“El pasado proceso electoral no brindó garantías a los participantes ni se realizó de manera transparente, de acuerdo con lo establecido en la Constitución y las leyes de Venezuela. No fueron unas elecciones libres. Sin actas públicas ni transparentes, Colombia no reconoce los resultados electorales en Venezuela”, dijo el canciller Luis Gilberto Murillo.
Sin embargo, unas 12 horas después del mensaje del jefe de la diplomacia, el embajador Rengifo estuvo en la ceremonia de posesión de Maduro, lo que es visto por diversos sectores políticos colombianos como un respaldo explícito a una dictadura acusada de violar derechos humanos.
Y es que precisamente Colombia reconoció que en Venezuela hay una violación sistemática de derechos humanos. De hecho, esa fue una de las razones por las cuales el presidente Petro no asistió a la ceremonia de posesión, a la que solo asistieron presidentes cuestionados como Daniel Ortega, acusado también de ser dictador en Nicaragua.
No se romperán las relaciones con Venezuela
Los pronunciamientos de Murillo como los del presidente Petro coinciden en que no se romperán las relaciones, que también era un pedido de sectores políticos colombianos. Desde el uribismo, hasta partidos de centro, han hecho ese llamado.
“Colombia ha decidido responsablemente mantener las relaciones bilaterales con Venezuela, lo que no significa un aval a los resultados electorales. Colombia promueve una diplomacia responsable y estratégica, que tiene el propósito de construir relaciones sostenibles en el tiempo que respondan a los intereses nacionales y que le sirvan al país”, dijo Murillo.
Mientras que el presidente Petro, en respuesta a Efraín Cepeda, presidente del Congreso, aseveró que “no me exijan que ayude a bloquear a un pueblo hermano con el hambre, que será nuestra propia hambre, no me exijan que permita que el suelo colombiano se use para matar al pueblo hermano, que será nuestra propia muerte. Jamás en un demócrata y en un progresista pueden encontrar la mas mínima disposición a ser el Caín de la historia, el Caín de América”.
La duda queda es si nuevamente la comunidad internacional mediará para una salida democrática en Venezuela, teniendo en cuenta que Maduro y el régimen violó los acuerdos y no dio garantías, como la inhabilitación a María Corina Machado, principal figura de la oposición, para participar en los comicios del año anterior.
El excanciller Julio Londoño no ve viable una estabilidad democrática, según le dijo a este diario en una entrevista publicada previo a la posesión: “Estabilidad democrática en Venezuela no va a existir, por lo menos hasta el año 2031. No ha existido anteriormente. Venezuela ha sido un país colmado de golpes de Estado, de intentos de golpes, siempre de origen militar. Creo, objetiva y pragmáticamente, que Colombia se va a tener que acostumbrar a tener al señor Maduro de vecino. Desafortunadamente, no podemos cambiar de vecino, como algunos piensan que es como cambiar de apartamento. Tenemos que resignarnos en esa condición y manejar las cosas con pragmatismo y objetividad, dada esa condición que tiene Venezuela”.
MATEO GARCÍA
Subeditor de Política