“Nos dejaron una autopista inigualable en el suroriente de Bogotá”, dijo José Jiménez, un habitante del barrio Danubio Azul, de la localidad de Usme, a quien le quedó la nueva Caracas Sur a un par de metros de su casa. Como él, cerca de 840.000 bogotanos disfrutarán de nuevas vías, modernas estaciones de TransMilenio y más kilómetros de andenes y ciclovía.
La administración distrital, en cabeza del alcalde Carlos Fernando Galán, se dio cita este viernes cerca de la nueva estación de TransMilenio Danubio, al sur de Bogotá, para hacer la entrega oficial de la extensión de la Caracas Sur. Aunque el alcalde llegó al lugar a las 8:00 a.m., la jornada inició cerca de una hora antes cuando funcionarios de su gabinete se montaron al TransMilenio.
Los funcionarios, entre quienes estaba la gerente de TransMilenio, María Fernanda Ortiz, en compañía de Claudia Díaz, secretaria de Movilidad, y Orlando Molano, director del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), se subieron en la estación Calle 85, al norte de Bogotá.
Al recorrido se sumaron, como usuarios más del sistema, empresarios y concejales de Bogotá como Juan David Quintero, Rolando González, Jesús David Araque y David Saavedra.
Sujetados de las barandas amarillas del interior de los buses, los funcionarios que iban de pie socializaron con los ciudadanos durante todo el camino la noticia de la entrega de la troncal Caracas que conduce hacia el Portal de Usme.
Luego de cerca de una hora de trayecto, los funcionarios se bajaron en la estación Molinos de TransMilenio, que hasta hace unos meses era la última estación del sistema en la avenida Caracas.
Allí inició un recorrido a pie que destacó la remodelada estación intermedia de buses alimentadores Molinos, que desde 2024 cuenta con un puente peatonal y seis paradas de rutas alimentadoras que conectan hacia barrios como Bochica, Molinos o Diana Turbay.
“Esto nos impactó de manera muy positiva, porque antes tenía que pagar taxi, pirata o esperar un SITP que me bajara desde la parte alta de Bochica hasta la Caracas para coger TransMilenio. Ahora los alimentadores pasan más seguido y no gasto tanta plata”, dijo Yolanda Almanza, una de las residentes que se benefició con este proyecto.
Al salir, los funcionarios caminaron 1 kilómetro desde Molinos hasta Danubio, la estación que fue entregada hace tan solo dos meses. Con rampas de acceso, señalética podotáctil para usuarios con discapacidad visual, puertas anticolados y ocho rutas de TransMilenio, Danubio se convirtió en sinónimo de mejor calidad de vida para cerca de 8.000 vecinos de los barrios La Fiscala, Picota, Palermo Sur y San Agustín, que ahora tienen más cerca una estación.
Al salir de la estación, una gran carpa del IDU anunciaba la entrega total de una obra en la que se invirtieron más de 308.000 millones de pesos.
Antes, los habitantes de las localidades de Usme, Rafael Uribe Uribe y Tunjuelito transitaban por una vía de dos carriles por sentido en la que vehículos y buses de TransMilenio compartían el mismo espacio, generando inmensos trancones y largas esperas dentro de los articulados para quienes usaban el sistema de transporte público.
“Se supone que si uno cogía TransMilenio era para ir rápido, pero por esta calle los buses mantenían en trancón y uno podía demorarse hasta 40 minutos desde Molinos al Portal. Ahora sí avanza rápido y vale la pena usar el servicio”, dijo Amalia Núñez, vecina de La Fiscala.
Su impacto es definitivo para cerca de 840.000 personas el suroriente de Bogotá, pues el tiempo de viaje entre la estación Molinos y el Portal de Usme se redujo en un 45 por ciento, pasando de 22 a tan solo 10 minutos. Un viaje desde el portal hasta una estación del centro como Avenida Jiménez, que antes se tomaba una hora, hoy se reduce hasta 40 minutos.
La nueva Caracas sur contempló la construcción de 4.2 nuevos kilómetros de vía, donde ahora hay dos carriles para uso exclusivo del sistema TransMilenio y dos carriles mixtos, así como 63.401 metros cuadrados de espacio público, 3.5 km de ciclorruta y 20.990 metros cuadrados de zonas verdes, revitalizando el entorno.
Antes de iniciar el proyecto, la zona tenía cerca de 17.000 metros cuadrados de zonas verdes. Con la entrega, este lugar ahora cuenta con casi 21.000 metros cuadrados de zonas verdes que incluyen 550 nuevos árboles y 7.700 metros cuadrados de jardines.
Además, en el área aledaña a la entrada de la cárcel La Picota se implementó un sistema de drenaje sostenible donde se instalaron zonas verdes, jardinería y arbolado para mejorar la calidad del paisaje y aportar al bienestar psicológico de la población flotante que acude a este lugar.
“Aquí nos dejaron una autopista inigualable en el suroriente de Bogotá, es muy elegante. Quedó amplia, tiene para bicicletas, espacios bonitos para el peatón, tenemos una nueva estación. Hace mucho tiempo que la estábamos esperando, más de uno sufrió por transporte y por fin la tenemos”, señaló José Jiménez, habitante del Danubio Azul.
A lo que se refiere Jiménez es a los retrasos que sufrió esta obra por varios años. Cabe recordar que durante la administración de Enrique Peñalosa se suscribió el contrato de la obra, iniciando su fase de construcción en agosto de 2020, ahora con Claudia López al mando.
De acuerdo con el cronograma inicial, debía entregarse en octubre de 2022, pero la pandemia del COVID-19, inconvenientes en la gestión predial, el traslado de redes y hallazgos arqueológicos, entre otros, generaron los retrasos hasta 2025.
Justamente, este último aspecto fue la razón para detener algunas de las obras y extender el tiempo de entrega. Durante el desarrollo del proyecto, se presentó un hallazgo arqueológico de más de 200.000 piezas, principalmente cerámicas y restos óseos, que datan de cientos de años atrás.
Cabe recordar que para este tipo de situaciones el IDU, a través del Programa de Arqueología Preventiva, se encarga de ejecutar las medidas de manejo aprobadas por el Instituto Colombiano de Arqueología e Historia (Icanh) bajo acto administrativo para la protección del patrimonio arqueológico.
A pesar de este obstáculo, la obra pudo continuar sin mayor problema y oficialmente ya culminó hasta su último detalle.
Y es que para el alcalde Galán este proyecto cumple con el objetivo de que Bogotá tenga un sistema de transporte con gran cobertura.
“Esta es la mejora más importante del sistema TransMilenio de los últimos 10 años. Bogotá necesita seguir avanzando en la construcción de un sistema de transporte público que llegue a todos los rincones de la ciudad”, señaló el mandatario en su discurso de entrega.
De acuerdo con cifras de la Alcaldía y TransMilenio, por este corredor de la Caracas sur se realizan, en promedio, 172.000 validaciones en el sistema durante un día hábil, lo que demuestra lo necesaria que era esta obra para que los habitantes del sector tuvieran facilidad de conectarse con el resto de la ciudad.
Además, antes de que se entregara la obra, la comunidad ya estaba viendo algunos beneficios. En el proyecto se priorizo que los mismos vecinos de las localidades cercanas fueran los trabajadores de la obra.
De acuerdo con cifras de la Alcaldía Mayor, más de 3.000 personas hicieron parte de la construcción de la nueva Caracas sur, de los cuales 167 pertenecen a las localidades de Rafael Uribe Uribe, Tunjuelito y Usme, lo que corresponde al 67% del total de la mano de obra no calificada que participó en el proyecto.
A su vez, 46 personas, que corresponden al 28% de la mano de obra no calificada de la obra, son identificadas como población vulnerable, generando así un impacto socioeconómico en la comunidad.
NICOLÁS DÍAZ MALPICA
Escuela de Periodismo Multimedia EL TIEMPO