En el marco del 203 aniversario de relaciones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos, el embajador en Washington, Daniel García-Peña, publicó esta semana una columna de opinión en la revista Newsweek donde no solo destaca el carácter estratégico de la alianza bilateral sino vuelve a insistir en que ningún otro país en el mundo ha hecho más en la lucha contra las drogas.
En la columna, García-Peña defiende la actual estrategia del gobierno nacional, que se ha alejado de la erradicación forzosa para concentrarse en la interdicción y lucha contra grupos criminales.
El embajador destacó la actual estrategia del Gobierno colombiano en la lucha contra las drogas. Foto:AFP
De acuerdo con el embajador, décadas de lucha conjunta entre Estados Unidos y Colombia por erradicar el problema de la droga ha dejado lecciones aprendidas a la fuerza. Entre ellas, dice el diplomático, que la erradicación forzosa y la fumigación solo producen resultados a corto plazo que, a la larga, son ineficientes. Eso en contraste con la sustitución voluntaria de cultivos en combinación con desarrollo rural, que han demostrado ser más sostenibles.
“La sustitución de cultivos, sin embargo, es solo una parte de la ecuación. Es el desmantelamiento de las redes de narcotráfico —su infraestructura, laboratorios, rutas de transporte y activos financieros— lo que realmente paraliza el narcotráfico. Y, una vez más, Colombia ha cumplido. Solo en 2024 y el primer semestre de 2025, las autoridades incautaron más de 1.279 toneladas métricas de cocaína, gran parte de la cual estaba destinada a ciudades estadounidenses. Esto representa más de mil millones de dosis potenciales retiradas de las calles y más de 32 mil millones de dólares negados a grupos criminales”, escribe el embajador.
“Ningún país ha hecho más, a un costo mayor, para combatir el narcotráfico, no solo en esfuerzo y resultados, sino también en vidas humanas”, destaca el diplomático en el texto.
García-Peña insiste en que Colombia continúa los operativos de seguridad e incautación de drogas. Foto:Policía Nacional de Colombia.
Su artículo de opinión en Newsweek llega justo cuando la nueva administración de Donald Trump está considerando si certifica o no el desempeño del país en la lucha contra las drogas.
Igualmente, una semana después de que la ONU, en su informe anual correspondiente al año 2023, diera cuenta de masivos incrementos tanto en los cultivos con la producción de coca en el país.
Según García-Peña, la relación entre Colombia y Estados Unidos ha evolucionado con el paso de los años hasta convertirse en todo un marco de cooperación en seguridad que no tiene precedentes en América Latina.
Uno de los aspectos centrales que destaca el embajador es la lucha conjunta contra las organizaciones criminales transnacionales, como el Tren de Aragua, declarado grupo terrorista por la actual administración estadounidense.
Embajador de Colombia en EE. UU., Daniel García-Peña Foto:Embajada de Colombia en EE.UU.
García-Peña subrayó que fue la inteligencia colombiana la primera en identificar las operaciones de este grupo, lo que permitió el arresto de sus líderes tanto en Colombia como en Estados Unidos y otros países.
“Este trabajo conjunto no es una excepción. Colombia ha llevado a cabo operaciones de alto impacto, incluyendo bombardeos aéreos, para desmantelar redes del narcotráfico que muchas veces están conectadas con cárteles mexicanos implicados en el tráfico de fentanilo hacia territorio estadounidense. Aunque Colombia no produce fentanilo, se ha convertido en un socio fundamental de Washington para enfrentar este flagelo”, dice el diplomático.
El embajador, en su escrito, también resaltó el papel de Colombia como exportador regional de seguridad. Con el apoyo de Estados Unidos, las fuerzas colombianas han capacitado a más de 52.000 policías y militares en América Central, Sudamérica y el Caribe. Esta cooperación, según García-Peña, genera beneficios que van más allá de las fronteras bilaterales.
Aunque García-Peña reconoce que existen diferencias entre las dos naciones, como es natural entre democracias soberanas, subraya que sus enfoques frente al crimen organizado son notablemente complementarios.
Destacó, asimismo, el compromiso del presidente colombiano Gustavo Petro, “que lleva décadas arriesgando su vida en la lucha contras las mafias”, y el del presidente Trump, por colocar el combate contra las organizaciones criminales transnacionales como prioridad de su administración.
El embajador dice que los enfoques de los gobiernos frente al crimen organizado se complementan. Foto:EFE
“Ambos presidentes, pese a sus orígenes políticos distintos, están unidos por la convicción de que estas redes criminales son una amenaza directa para nuestros países”, afirma García-Peña en la columna.
El embajador concluyó haciendo un llamado a fortalecer aún más esta alianza en el futuro.
El embajador concluyó haciendo un llamado a fortalecer aún más esta alianza en el futuro. Foto:Presidencia
“La cooperación de Estados Unidos -dice- ha sido instrumental para fortalecer las fuerzas de seguridad, la justicia y las instituciones de Colombia. A su vez, Colombia ha contribuido en hacer de Estados Unidos un país más seguro. Esta es una alianza estratégica que Estados Unidos no puede darse el lujo de ignorar”.
A 203 años del inicio de sus vínculos diplomáticos, Colombia y Estados Unidos se enfrentan a nuevos desafíos en un mundo cada vez más complejo, pero lo hacen desde una posición de confianza mutua y colaboración efectiva, que continúa evolucionando en beneficio de toda la región.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington