Fuentes en la Casa de Nariño confirmaron que el presidente Gustavo Petro no viajará a la cumbre de los Brics, programada para este 6 y 7 de julio en Río de Janeiro, Brasil. La decisión se da como resultado de la crisis diplomática —la segunda del año— que se desató luego de que Washington llamó a consultas al encargado de negocios de la Embajada en Bogotá, John McNamara.
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El plan inicial, según trascendió, era viajar desde este sábado a Brasil y regresar el 8 de julio. Por ahora no está confirmado quién asistirá al encuentro; sin embargo, todo indica que será el saliente embajador en ese país, Guillermo Rivera, quien represente al país en la cumbre.
La asistencia de Colombia al evento ocurrirá tres semanas después de que se aprobó su ingreso al Nuevo Banco de Desarrollo de los Brics, una alternativa de financiamiento al Fondo Monetario Internacional o al Banco Mundial. Esta entidad financiera, cabe recordar, fue creada en 2015 por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, los países que integran el Brics.
Colombia había radicado la solicitud de ingreso durante la visita del presidente Petro a China, a mediados de mayo, y tras una reunión con Dilma Rousseff, actual presidenta del banco multilateral.
Gustavo Petro y Dilma Rousseff. Foto:Presidencia
La carta de intención fue firmada por el ministro de Hacienda, Germán Ávila Plazas, quien confirmó que el propósito de Colombia era convertirse en miembro prestatario del banco. Ahora, con la adhesión, el país puede acceder a préstamos para financiar proyectos de infraestructura, salud, energías renovables y desarrollo sostenible.
La caída de Petro de la agenda se suma a la del presidente chino, Xi Jinping, que enviará a su primer ministro, Li Qiang, y a la del presidente ruso, Vladímir Putin. “Ya sé que es complicado. Hay problemas políticos (…) Pero si no encontramos una nueva fórmula, vamos a terminar el siglo XXI como empezamos el XX”, dijo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
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Otro punto de tensión con Washington
La decisión de Colombia de unirse al Nuevo Banco de Desarrollo se da en medio de una relación cada vez más tensa con Estados Unidos. La primera señal de fricción surgió en enero, cuando el Gobierno de Donald Trump amenazó con imponer aranceles del 25 % -y hasta del 50 %- a los productos colombianos, luego de que dos aviones con deportados esposados fueran devueltos por las autoridades migratorias en Bogotá.
Aunque el impasse se resolvió en menos de 24 horas, la tensión aumentó en mayo, cuando el Gobierno estadounidense expresó su rechazo a la decisión de Colombia de adherirse a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, promovida por China.
El plan para de desescalar la nueva crisis
Mientras se espera la llegada del embajador Daniel García-Peña a Bogotá, tras haber sido llamado a consultas en reciprocidad, la Cancillería colombiana puso en marcha una estrategia diplomática para tratar de desescalar el nuevo capítulo de tensión con Estados Unidos.
El viceministro Mauricio Jaramillo aseguró que relaciones con Estados Unidos no se romperán. Foto:Cancillería
En las últimas horas, la estrategia del Gobierno ha girado en torno a dos acciones concretas: por un lado, acercamientos con el Departamento de Estado, y por otro, una estrategia paralela —similar a la desplegada el 26 de enero, cuando estalló la primera crisis diplomática con Donald Trump— que incluye la interlocución con congresistas y distintos actores de la sociedad civil, como centros de pensamiento.
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CAMILO A. CASTILLO
Redacción Política
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