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La automatización del hogar sigue avanzando a pasos firmes en Colombia, transformando no solo la manera en que se habita, sino también la forma en que se vive y se aprovechan los espacios. Una de las innovaciones más recientes que ha llamado la atención es la incorporación de sistemas de cocción invisibles, una tecnología que reemplaza las estufas tradicionales por placas de inducción ocultas bajo la encimera y que, además, ahora puede gestionarse desde un teléfono móvil.
Esta propuesta redefine el concepto de cocina al integrar conectividad, eficiencia energética y diseño funcional en un mismo sistema. Su llegada responde a una necesidad creciente en el mercado residencial: optimizar los espacios disponibles en las viviendas, sin sacrificar comodidad ni estética.
A diferencia de las estufas convencionales, los sistemas invisibles permiten cocinar directamente sobre la superficie del mesón, elaborado en porcelanato o en materiales compatibles. Cuando no están en uso, la encimera permanece completamente limpia y libre de elementos visibles, lo que facilita que el área pueda transformarse en comedor, isla de trabajo o punto de encuentro social.
La cocina invisible se activa sólo con utensilios compatibles. Foto:Cortesía AMF Comunicaciones
Una cocina conectada al celular
Uno de los aspectos más innovadores de esta tecnología es su capacidad de control remoto. Gracias a la conexión vía Bluetooth y Wi-Fi, el usuario puede encender, apagar o ajustar la temperatura desde cualquier lugar, utilizando su smartphone o tableta. Esto convierte la cocina en un dispositivo más dentro del ecosistema inteligente del hogar, al mismo nivel que los sistemas de iluminación, seguridad o climatización.
“El avance más relevante de esta tecnología es que hoy no solo desaparece visualmente, sino que también puede encenderse y gestionarse desde una app móvil, lo que transforma por completo la forma en que interactuamos con la cocina”, explica Carolina Rivera, CFO y cofundadora de Fanáticos por las Cocinas, firma colombiana especializada en diseño interior y soluciones tecnológicas aplicadas al hogar.
El funcionamiento de estas cocinas invisibles se basa en sensores inteligentes que se activan únicamente en contacto con utensilios compatibles. Este mecanismo reduce considerablemente el riesgo de quemaduras y eleva la seguridad en el hogar.
La cocina invisible puede encerderse a través de un celular. Foto:iStock
A esto se suma la precisión en la configuración de la temperatura, lo que permite aprovechar mejor la energía y obtener resultados de cocción más eficientes. También destacan por su fácil limpieza, al no incluir rejillas ni piezas externas que acumulen grasa o residuos.
Un mercado en expansión
La tendencia hacia las cocinas inteligentes no es exclusiva de Colombia. De acuerdo con un estudio de Research and Markets citado por BusinessWire, el mercado global de estas soluciones alcanzó un valor de 5.300 millones de dólares en 2023, y se estima que crecerá hasta los 14.400 millones en 2030, impulsado por una tasa de crecimiento anual compuesta del 15,4 por ciento.
Este auge responde a una demanda cada vez más marcada por parte de los consumidores hacia dispositivos que no solo embellecen los hogares, sino que también promueven la sostenibilidad y el confort.
La cocina invisible es fácil de limpiar ya que no incluye rejillas que acumulan residuos o grasa. Foto:iStock
En el país, este tipo de sistemas ya empieza a formar parte de proyectos residenciales de alto y mediano estándar, especialmente en Bogotá, Medellín y Cali, ciudades donde el diseño de interiores y la optimización del espacio han ganado protagonismo.
Más allá de su valor estético y tecnológico, la cocina invisible también refleja un cambio en la manera en que las personas utilizan sus hogares. Hoy, más individuos cocinan en casa, trabajan desde la cocina o la convierten en el centro de la vida social y familiar.
“Lo que antes parecía exclusivo de viviendas futuristas, hoy forma parte de la cotidianidad de muchos hogares. La posibilidad de gestionar la cocina desde el celular es apenas una muestra de lo que viene con la integración del internet de las cosas en espacios domésticos”, señala Rivera.

