Una vez más, la conmemoración del 12 de octubre, el Día de la Raza en Colombia se encuentra en el centro del debate. La discusión fue reavivada por Armando Benedetti, ministro del Interior, quien a través de sus redes sociales propuso de manera directa eliminar esta fecha del listado de días festivos del país. Su pronunciamiento abre una conversación necesaria sobre la historia, la memoria y el significado de este día.
El ministro Armando Benedetti. Foto:Ministerio del Interior
‘Este día debe desaparecer’: el argumento central
El domingo 12 de octubre de 2025, Benedetti fue contundente en su cuenta de la red social X. Calificó la llegada de los españoles a América como un “genocidio” y un “exterminio”, y argumentó que es una contradicción que el autodenominado “Gobierno del Cambio” continúe conmemorando lo que él considera “la catástrofe más grande que le ha pasado a los pueblos indígenas”.
Para el ministro, mantener este día festivo es una forma de celebrar un evento histórico que significó violencia y sometimiento para las poblaciones nativas del continente. Su postura es clara: no hay nada que festejar y, por lo tanto, la fecha debería ser retirada del calendario oficial.
Escultura Cristóbal Colón en Cartagena. Foto:John Montaño- EL TIEMPO
Un nombre que ya cambió para buscar un nuevo significado
La controversia sobre el 12 de octubre no es nueva. De hecho, el Estado colombiano ya ha tomado pasos para transformar su simbolismo. En 2021, mediante la resolución 0138 del Ministerio de Cultura, la fecha dejó de llamarse oficialmente Día de la Raza para convertirse en el Día de la Diversidad Étnica y Cultural de la Nación Colombiana-
- El objetivo de este cambio fue precisamente “resignificar” la conmemoración. La intención del Gobierno en ese momento fue dejar atrás el concepto de “raza”, considerado problemático y obsoleto, para dar paso a una jornada que celebre el pluralismo y la rica mezcla de culturas que conforman la nación. La idea era enfocar la fecha no en la llegada de los conquistadores, sino en el reconocimiento de los aportes de los pueblos indígenas, las comunidades afrodescendientes, raizales, palenqueras y el pueblo Rrom (gitano).
Armando Benedetti Foto:Redes sociales
Dos visiones: eliminar vs. resignificar
La propuesta de Armando Benedetti pone sobre la mesa dos visiones opuestas sobre cómo abordar una fecha con un origen tan complejo:
- La visión de la eliminación: Sostenida por Benedetti y otros sectores, argumenta que el origen violento de la fecha es insalvable. Desde esta perspectiva, ningún cambio de nombre puede borrar el hecho de que se conmemora el inicio de un proceso de conquista y colonización. La única forma de reparar simbólicamente a las víctimas, afirman, es eliminar la celebración por completo.
- La visión de la resignificación: Es la postura que adoptó el Estado en 2021. Propone que la fecha puede ser una oportunidad para la reflexión pedagógica. En lugar de borrarla, se busca transformarla en un día para visibilizar la resistencia de los pueblos originarios, promover el diálogo intercultural y celebrar la diversidad que surgió, a pesar del doloroso proceso histórico.
Así, la discusión que plantea Benedetti va más allá de un simple día festivo. Es un debate profundo sobre cómo un país se relaciona con su pasado, cómo reconoce las heridas de su historia y qué símbolos elige para construir su identidad presente y futura. La pregunta que queda en el aire es si la sociedad colombiana avanzará hacia la eliminación de la fecha o continuará en el camino de la transformación de su significado.
Esta nota fue elaborada con inteligencia artificial y revisada por un periodista
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