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Durante la audiencia de imputación de cargos por el homicidio de Jaime Esteban Moreno Jaramillo, la fiscal del caso hizo una descripción cruda de los hechos ocurridos la madrugada del 31 de octubre de 2025, cuando el joven fue brutalmente atacado en el norte de Bogotá.
Según relató, los hechos se registraron hacia las 3:25 de la madrugada, cuando Moreno y sus amigos salían del establecimiento Before Club, ubicado en la avenida Caracas con calle 63, en el barrio Chapinero. Al caminar hacia un local Oxxo, frente al Instituto Educativo INCAP, fueron interceptados por un hombre con el rostro pintado de rojo y negro, sin camisa y con pantalón negro, identificado como Juan Carlos Suárez Ortiz.
“Suárez le propinó un puño por la espalda a la víctima, golpe que le provocó la caída al piso”, dijo la fiscal. Agregó que el agresor estaba acompañado de otro hombre que huyó del lugar y de dos mujeres, quienes llevaban disfraces. “La primera de ellas señaló a la víctima, asegurando que ese era el de la discoteca”, añadió.
Según la Fiscalía, tras la primera agresión, la víctima y su amigo aceleraron el paso por la calle 64 hacia la carrera 15. “Minutos después, los agresores volvieron corriendo y, en la esquina de la calle 64 con carrera 15, alcanzaron a la víctima. Usted, señor Juan Carlos Suárez, junto con otra persona, le propinaron puños hasta tumbarlo, y ya estando en el suelo, le dieron múltiples patadas en la cara y el cuerpo”, precisó la funcionaria. En medio de la golpiza, una de las mujeres, vestida con un disfraz azul, “motivaba que le siguieran pegando”.
Juan Carlos Suárez, el único capturado por el homicidio de Jaime Esteban Moreno. Foto:Archivo Particular
La fiscal fue enfática al señalar que la víctima “botaba sangre por la nariz y por la boca mientras se ahogaba con su propia sangre”. Testigos alertaron a la Policía y señalaron al grupo de personas que huyó del sitio. “Así fue como se logró la captura de las dos mujeres y del señor Juan Carlos Suárez Ortiz en la calle 69 con carrera 14”, relató.
La víctima botaba sangre por la nariz y por la boca mientras se ahogaba con su propia sangre”
Moreno fue trasladado en grave estado al Cami de Chapinero y, posteriormente, al Hospital Simón Bolívar. “Ingresó en malas condiciones generales, con múltiples golpes contundentes en la cara, el cráneo y el tórax. Fue trasladado a cirugía con urgencia vital, pero hacia las 18:33 horas presentó un paro cardiorrespiratorio y, a las 18:58, se declaró su fallecimiento”, dijo la fiscal.
De haber recibido atención médica oportuna, pudo haberse evitado el deceso
En su exposición, la funcionaria judicial explicó que el Instituto Nacional de Medicina Legal determinó una “afectación de órganos vitales, específicamente en el cerebro y los pulmones”, y que las lesiones “comprometieron la vida del paciente”. Agregó que la historia clínica reflejó un “trauma craneoencefálico severo, hematoma subdural y múltiples contusiones frontotemporales izquierdas”.
La fiscal sostuvo que es posible y se analizara si de haber recibido atención médica oportuna, pudo haberse evitado el deceso, por lo que anunció que se solicitará revisar los reportes de urgencias y la atención brindada por los centros asistenciales a donde fue llevado el joven.
Por estos hechos, la Fiscalía imputó a Juan Carlos Suárez Ortiz como presunto coautor del delito de homicidio con circunstancias de agravación. La funcionaria recordó que este delito contempla una pena de entre 480 y 600 meses de prisión, equivalentes a 40 y 50 años.
Jaime Esteban Moreno Foto:Archivo El Tiempo
“El actuar fue motivado por una causa insignificante y en una situación de absoluta desproporción. Se ejecutó con sevicia y colocando a la víctima en estado de indefensión”, indicó la fiscal, antes de advertirle al procesado que tenía derecho a aceptar los cargos, lo cual le daría una rebaja de hasta el 50 por ciento de la condena.
La audiencia continuará con la intervención de la defensa y la decisión del juez de control de garantías sobre la medida de aseguramiento solicitada por la Fiscalía.
Centros de atención médica inmediata: la primera línea de respuesta en salud de Bogotá
En Bogotá, los Centros de Atención Médica Inmediata (CAMI) son la puerta de entrada al sistema de urgencias del Distrito. Estas unidades funcionan como puntos estratégicos para atender emergencias las 24 horas del día y ofrecer servicios médicos básicos y especializados a la ciudadanía, sin necesidad de desplazarse hasta hospitales de alta complejidad.
De acuerdo con la Secretaría Distrital de Salud, los CAMI son establecimientos de los niveles I, II o III de atención, según su capacidad técnica y de infraestructura. Están diseñados para brindar una respuesta rápida ante accidentes, enfermedades súbitas o partos de bajo riesgo, y forman parte esencial de la red pública de salud de la capital. Su labor permite descongestionar los hospitales y mejorar los tiempos de atención en casos de urgencia.
En muchos de estos centros también se ofrecen consultas médicas y odontológicas, observación hospitalaria de baja complejidad y otros servicios que garantizan atención continua y oportuna. La red distrital cuenta con CAMI distribuidos en distintas localidades, como Chapinero, Bosa, Ciudad Bolívar y Puente Aranda, entre otras, reforzando la cobertura en zonas donde la demanda de atención inmediata es más alta.
La Alcaldía Mayor de Bogotá y la Secretaría de Salud destacan que estos centros son un eslabón clave dentro del sistema de emergencias médicas, articulados con el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE). Su función no solo es atender, sino también estabilizar y, de ser necesario, remitir pacientes a hospitales de mayor complejidad, garantizando que cada emergencia reciba el nivel de atención que requiere.
CAROL MALAVER
SUBEDITORA BOGOTÁ
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