En Cartagena, los proyectos Morros se han convertido en sinónimo de arquitectura costera, diseño contemporáneo y convivencia con la naturaleza. Su creador, Rodrigo Puente, cumple 40 años de trayectoria en el desarrollo inmobiliario, y celebra la ocasión con el anuncio del lanzamiento de Morros Park 2, una nueva etapa que reafirma su apuesta por integrar los espacios habitables con el entorno natural bajo un concepto que define como “lujo apacible”.
“Tengo una sangre colombiana optimista y pujante”, dice Palacio, al recordar las cuatro décadas que ha dedicado a levantar proyectos en la llamada ‘Ciudad Heroica’ del país. “Colombia ha sabido resolver sus temas económicos y políticos; somos un país magnífico. Esa esencia de optimismo es la que me ha mantenido vivo y creando”. Ese optimismo, añade, se convirtió en el lema de su compañía: “40 años construyendo optimismo”.
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Los primeros proyectos Morros se levantaron en La Boquilla, a finales de los años noventa y comienzos del 2000, cuando Cartagena comenzaba a perfilarse como uno de los destinos residenciales y turísticos más atractivos del Caribe. Hoy, su epicentro está en Serena del Mar, una zona en pleno auge urbanístico en el norte de la ciudad, donde confluyen arquitectura planificada, sostenibilidad y servicios de ciudad moderna.
Rodrigo Puente, promotor inmobiliario, creador de Morros, en Cartagena. Foto:Morros
Usted celebra 40 años de trayectoria inmobiliaria. ¿Qué ha sido lo más representativo de estas cuatro décadas?
Para mí, lo más importante ha sido mantener viva la emoción por crear y por creer en Colombia. Los colombianos tenemos una sangre pujante y optimista, que siempre nos impulsa a resolver los retos. Esa esencia me ha sostenido durante 40 años en el sector. He vivido etapas difíciles, como la crisis de finales de los años 90, pero también he visto cómo este país se reinventa cada día. Por eso mi lema es “40 años construyendo optimismo”. Eso resume mi vida profesional y mi manera de entender la arquitectura.
En ese recorrido, ¿cómo ha cambiado la manera de construir y diseñar en el país?
Ha cambiado mucho, sin lugar a dudas. Cuando comenzamos, hace 40 años, la arquitectura era muy distinta: dominaban el concreto y los muros cerrados. Hoy el vidrio y la transparencia son protagonistas, permiten integrar la luz, el mar y el entorno. Además, el diseño interior se ha globalizado. He tenido la fortuna de viajar, ver lo que se hace en muchas partes del mundo y traer esas ideas a Cartagena, adaptándolas a nuestra idiosincrasia costeña. Eso es lo que representan los proyectos Morros: un diseño global con alma local.
Rodrigo Puente (der.) durante el homenaje que varias entidades del sector constructor le hicieron. Foto:Morros
Usted dice que construir también es vender ilusiones. ¿A qué se refiere con eso?
A que uno, más que un constructor, es un vendedor de sueños. He tenido que convencer a los clientes, a los inversionistas, al sector financiero de creer en un propósito: ofrecer calidad de vida. Ese es mi mayor logro, haber convencido a muchos de que construir optimismo también tiene y genera mucho valor.
Sus proyectos siempre han destacado por su relación con la naturaleza. ¿Cómo surge esa conexión?
En la pandemia reflexioné mucho sobre eso. Comencé a estudiar la biofilia, que busca reconectar al ser humano con la naturaleza y todos los seres vivos. Desde entonces, trato de que todos nuestros proyectos sean ‘sembrados’, que la vegetación los abrace. En Morros Park 2, por ejemplo, la naturaleza no es decoración: es estructura. Todo el entorno está diseñado para sentirse dentro de un jardín. Es un proyecto rodeado de árboles, brisa y sonidos del mar. Lo que buscamos es bienestar, no solo construir metros cuadrados.
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¿Qué características tiene este nuevo proyecto, Morros Park 2?
Es la segunda etapa de un conjunto de seis o siete desarrollos que se harán en esta zona de Serena del Mar, al norte de Cartagena. Morros Park 2 no está frente al mar, pero está inmerso en la naturaleza, con amplios espacios verdes, senderos y un gran parque que conecta todos los edificios. Lo llamo un proyecto “sembrado” porque se integra con su entorno. Tendrá zonas para familias, niños y actividades al aire libre. Es, en esencia, un homenaje a la biofilia: vivir rodeado de naturaleza, con la tranquilidad del mar cerca.
Serena del Mar ha ganado relevancia como polo de desarrollo urbano. ¿Es parte de las razones para eleguir esa zona para crecer?
Serena del Mar representa el orden y la planificación que nuestras ciudades necesitan. Es una “gran ciudad soñada” donde se integran vivienda, salud, educación y comercio, todo con criterios de sostenibilidad. Aquí tenemos el hospital Serena, operado por la Fundación Santa Fe de Bogotá; la Universidad de los Andes; y pronto habrá centros comerciales. Es un modelo de ciudad moderna, con infraestructura pensada para el bienestar. Por eso digo que aquí están alineados todos los dioses: salud, educación, naturaleza y calidad de vida.
Proyecto Morros Foto:morros
¿Cómo percibe hoy el mercado inmobiliario en Cartagena?
Está en un momento muy interesante. Cartagena sigue siendo una ciudad deseada por colombianos y extranjeros, y proyectos como Serena del Mar muestran que la planeación sí es posible. La gente busca seguridad, orden y entornos sostenibles. En ese sentido, nuestros compradores no son tanto inversionistas especulativos, sino familias que quieren disfrutar sus ahorros, vivir frente al mar o rodeados de naturaleza. Eso nos diferencia: aquí no se compra solo un inmueble, sino una experiencia de vida.
¿De dónde viene el nombre “Morros”?
Es una historia muy personal. En mi infancia, mi madre nos llevaba a hacer picnic en una zona del norte de Cartagena donde hay dos pequeños cerros, ‘los morros’. Cuando decidí fundar la empresa, recordé esos días felices y pensé que era un nombre fuerte, castizo, fácil de recordar. Además, entendí que las marcas que perduran son las que tienen alma y memoria. Por eso ‘Morros’ ha sido el nombre fraternal de la familia, y lo seguirá siendo.
Los nombres de cada proyecto también tienen un sentido especial. ¿Qué significan?
Todos nacen de la filosofía griega o hawaiana y buscan transmitir emociones positivas. Por ejemplo, Kai significa ‘felicidad’ en hawaiano, y Zoe es ‘vida’ en griego. Siempre quise que cada nombre invitara a la curiosidad y evocara bienestar. Pero el eje es siempre ‘Morros’, la marca madre.
Aspectos del lanzamiento de Morros Park 2 esta semana. Rodrigo Puente junto con sus socios. Foto:Morros
Usted ha hablado del concepto de “lujo apacible”. ¿Cómo lo define?
Es un lujo sin ostentación. Es el bienestar que surge de la sencillez, de la conexión con el mar, de los colores tierra y los materiales naturales. Una arquitectura amable, transparente, con brisa y luz. Eso es lo que define a Morros. El lujo apacible es atemporal, es serenidad. Y creo que hoy el verdadero lujo es tener tiempo para uno mismo, para disfrutar la naturaleza y el entorno.
En el contexto internacional, ¿cómo se comparan los proyectos Morros con los de ciudades como Miami o Punta Cana?
Miami siempre será una referencia global, pero Cartagena no tiene nada que envidiarle. Lo que hemos hecho es traer lo mejor del mundo —de Miami, de París, de Nueva York— y reinterpretarlo con manos colombianas, con nuestra calidez y creatividad. Morros es una huella de ese diálogo entre lo global y lo local. Es el resultado de mirar el mundo y volver a construirlo a nuestra manera.
¿Qué dentro del desarrollo de este proyecto?
La construcción de Morro Park 2, esta es la segunda etapa de 6 o 7 proyectos más, con los que siempre buscamos sorprender a los inversionistas, porque, además, este sector es muy dinámico, evoluciona de forma constante en arquitectura, conceptos y materiales, pero lo esencial sigue igual: construir optimismo, pensar en la gente, en la ciudad y en la naturaleza.

