El trabajo por cuenta propia y la informalidad fueron claves para que el desempleo en Colombia se redujera a 8,2 por ciento en octubre frente al 9,1 por ciento del mismo mes del año pasado.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) informó que durante el décimo mes del año hubo 24,37 millones de personas trabajando, mientras que el año pasado fueron 23,39 millones. En cuanto a los desocupados, este año fueron 2,17 millones de personas y el año pasado 2,35 millones.
En otras palabras las personas trabajando aumentaron un 4,2 por ciento con 977.000 personas en el último año y las personas desocupadas fueron menos que el año pasado.
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En este desempeño, fueron claves la informalidad y el trabajo por cuenta propia, que suele asociarse con el rebusque. De los 977.000 nuevos puestos de trabajo 651.000 fueron por cuenta propia, es decir que siete de cada diez empleos nuevos se dieron en estas condiciones. En cuanto a la informalidad, 732.000 trabajos correspondieron a esta categoría.
El trabajo por cuenta propia corresponde a personas que laboran de forma independiente, no dependen de un empleador y la mayoría son informales aunque algunos; por ejemplo profesionales que prestan sus servicios en un consultorio si son formales, porque responden por sus propios aportes de seguridad social. Entretanto puede haber empleados y asalariados en la informalidad, pues aunque están contratados por una empresa está no les tiene un contrato escrito ni cumple con la seguridad social y otras condiciones legales. Así puede haber personas que simultáneamente son cuenta propia e informales
En cuanto a la informalidad, en octubre de este año subió a 56,1 por ciento, es decir aumentó frente al 55,3 por ciento registrado en octubre del año pasado. Lo que quiere decir que en Colombia hay 13,6 millones de personas informales, mientras que hace un año eran 12,9 millones.
“Sobre los 977.000 ocupados nuevos en octubre del 2025, 732.000 fueron informales, esto es cerca del 75 por ciento y 224.00 fueron formales. En el caso de las 13 ciudades y áreas metropolitanas, esos 489.000 nuevos ocupados se vieron reflejados en 265.000 informales y 223.000 formales. Y en el caso de los centros rurales dispersos el aumento fue de 14.000 personas, pero vemos una compensación, porque en el caso de los informales el aumento fue de 173.000 personas y 33.000 personas salieron de la ocupación y eran trabajadores formales”, apuntó la subdirectora del Dane, Andrea Ramírez.
En cuanto a las ciudades con mayor informalidad, en el periodo agosto y octubre de este año, las que lideran son: Sincelejo con 68,8 por ciento, Valledupar con 64,7 por ciento, Cúcuta con 62,7 por ciento, Montería con 62 por ciento y Riohacha con 60,9 por ciento.
Las sigue Quibdó con 59,2 por ciento y fue la ciudad en dónde más aumentó la informalidad en el trimestre, Santa Marta con 57,4 por ciento, Popayán con 57,2 por ciento y Pasto con 57,1 por ciento, por encima del total nacional que para ese periodo se encuentra en 55,4 por ciento.
En cuanto a los trabajadores informales según la actividad económica, el Dane reportó que en trimestre de agosto a octubre del 2025, la actividad con mayor volumen es la agricultura con 86 por ciento, lo sigue alojamiento y servicios de comida con 75,5 por ciento y las actividades artísticas de entretenimiento y recreación con 73,2 por ciento.
En contraste, las actividades financieras y se seguros tienen un 10,7 por ciento de la población informal.
Desempleo. Foto:iStock
De acuerdo con Ramírez, en octubre, la tasa de ocupación en Colombia llegó a 59,7 por ciento, frente a 58,1 por ciento de un año atrás, y la tasa global de participación pasó de 63,9 por ciento en octubre de 2024 a 65,0 por ciento en octubre de 2025.
“En octubre comparado con los meses anteriores, vemos la misma tendencia que hemos visto durante todo 2025 y son unos valores de la tasa de desocupación más baja que lo reportado mes a mes desde el 2018”, dijo Ramírez.
En las 13 ciudades y áreas metropolitanas, la tasa de desempleo en octubre fue de 8,0 por ciento, frente al 9,5 por ciento en el mismo mes del año anterior, una reducción de 1,5 por ciento.
Además la tasa de participación fue de 67,7 por ciento, un aumento sobre el 66,7 por ciento un año atrás y también un crecimiento en la tasa de ocupación, pues subió a 62,2 por ciento sobre el 60,4 por ciento en 2024.
Los ocupados
En cuanto a las personas trabajando en Colombia en octubre de este año llegó a 24,37 millones, mientras que el año pasado eran 23,39 millones, de acuerdo con el Dane, esa es la cifra de ocupados más alta desde el 2014.
En el décimo mes del 2025, de esos 24,37 millones, los hombres fueron 14,25, mientras las mujeres fueron 10, 11 y el año pasado eran 13,73 y 9,66 millones, respectivamente. “De esta manera, los hombres ocupados crecieron 3,8 por ciento y las mujeres aumentaron 4,7 por ciento”, explicó la funcionaria.
Los mayores aumentos en número de ocupados en octubre se observaron en las ramas de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca con 347.000 personas, en Alojamiento y servicios de comida con 279.000 personas y Transporte y almacenamiento con 231.000 personas. En contraste, Comercio y reparación de vehículos registró una disminución de 221.000 ocupados.
El Dane apuntó que la población desocupada se redujo en 174.000 personas frente a octubre de 2024. La caída se concentró en las 13 ciudades y áreas metropolitanas, con una variación de 13 por ciento, y en los centros poblados y rural disperso, con 12,9 por ciento.
Por posición ocupacional, los trabajadores por cuenta propia y obrero o empleado particular fueron las categorías que más aportaron al aumento de ocupados en el total nacional, con incrementos de 651.000 y 192.000 personas, respectivamente.
Desempleo en octubre. Foto:iStock
Resultados en el trimestre
Para el trimestre móvil agosto–octubre de 2025, la tasa de desempleo también bajó, el Dane dijo que este año fue de 8,3 por ciento, frente a 9,3 por ciento en el mismo periodo de 2024.
Por su parte la tasa de participación subió, pues se ubicó en 64,3 por ciento mientras que un año atrás fue de 64,0 por ciento y la tasa de ocupación pasó a 58,9 por ciento del 58,0 por ciento del 2024.
En las 13 ciudades y áreas metropolitanas, la la tasa de desempleo del trimestre fue de 8,0 por ciento, inferior en 1,6 puntos porcentuales a la observada entre agosto y octubre de 2024cuando fue del 9,5 por ciento.
La tasa de participación fue de 66,9 por ciento y la de ocupación fue de 61,6 por ciento, frente a 66,7 y 60,3 por ciento del mismo periodo del año anterior.
En ciudades, para el trimestre, Quibdó registró la mayor tasa de desempleo con 23,9 por ciento, seguida de Sincelejo con 12,3 por ciento y Riohacha con 12,2 por ciento.
En contraste, las menores tasas se observaron en Villavicencio con 6,8 por ciento, Medellín y su área metropolitana con 6,9 por ciento y Bucaramanga y su área metropolitana con 7,3 por ciento.
‘El mercado laboral está en un punto muerto’
Para la presidenta de la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, “el mercado laboral colombiano está en punto muerto, la leve mejora del desempleo oculta una realidad de estancamiento, informalidad por encima del 56por ciento y una brecha de género que vuelve a ampliarse”.
La directiva expuso que hace “un llamado a la coherencia, no se construye sostenibilidad con medidas de corto plazo, sino con una agenda seria de formalización, productividad y empleabilidad, especialmente para mujeres y población vulnerable, que garantice crecimiento y bienestar en el mediano y largo plazo”.
A su turno, el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, señaló que, “si bien una menor tasa de desempleo es un buen indicador, preocupa que un alto porcentaje de la mayor ocupación sea informal puesto que se está configurando un deterioro en la calidad del empleo. Adicionalmente, se trata de un empleo sin derechos que difícilmente es sostenible en el tiempo”.
En ese sentido, el líder gremial aseguró que es importante que la discusión que comenzará alrededor de salario mínimo para 2026 “tenga en cuenta el impacto de un aumento excesivo tanto en términos de inflación como su efecto negativo sobre la generación de empleo formal”.
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