Habitantes del barrio Restrepo afirman que la calle 13 sur se ha vuelto un lugar predilecto para los ladrones por todo lo que ha pasado este año. Robos a mano armada, a apartamentos y a personas son los crímenes que la comunidad ha identificado como los que más suceden.
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El 5 de julio, a las 3:30 de la tarde, Felipe García caminaba sobre la calle 13 sur para dirigirse a su casa después de un día de universidad. Estaba atravesando el tramo entre el colegio La Valvanera y el CAI Restrepo cuando dos jóvenes, un hombre y una mujer, que llevaban tapabocas y una chaqueta de administraciones distritales pasadas, se le acercaron a pedirle ayuda con una actividad deportiva.
Le explicaron que necesitaban grabar un video, Felipe se dispuso a hacerlo, dejó su maleta de lado y los dos supuestos funcionarios se la robaron y salieron disparados sobre las bicicletas en la que cada uno iba. “No pude hacer nada porque se fueron en bicicleta. Primero fui a mi casa y luego me dirigí hacia el CAI para hacer la denuncia, pero no los pudieron identificar”.
Tres o cuatro meses antes sucedió otro robo, esta vez a mano armada en la misma calle. La esposa de Santiago Fonseca se encontraba esperando un bus, a las 4:30 de la mañana, para dirigirse a su trabajo cuando dos hombres en moto se le acercaron y, según cuenta Santiago, “la asaltaron con revólver, afortunadamente no le pasó nada, pero le tocó entregar el celular”. Unos meses después, la misma mujer fue asaltada en la misma vía por un joven en una bicicleta. La amenazó con un arma blanca. “Ella no puede ver una motocicleta o un carro pasar despacio, tampoco una bicicleta, porque entra en shock. Me toca acompañarla a tomar el bus a las 4 de la mañana”.
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Denuncias
En los casos mencionados se realizaron las respectivas denuncias. Felipe García ha recibido la ayuda de las autoridades, pero no tiene aún el nombre de los responsables del robo. “En el CAI Restrepo llené el informe, pero no lograron identificar a los ladrones”, explica Felipe. Realizó el proceso de denuncia formal, el cual, asegura, está siendo seguido por la Fiscalía.
Un caso completamente opuesto al de Santiago y su esposa, quienes aseguran que cuando fueron a pedir ayuda a la policía esta fue displicente, “Se puso la denuncia, pero ahí quedó. No han vuelto a decir nada ni nos han llamado. No avanzó el proceso”, afirma Santiago. Por eso, cuando asaltan por segunda vez a su esposa decidieron no hacer ningún tipo de denuncia. “No vale la pena”, agregó.
Rafael Báez, experto en temas de seguridad de la Universidad Manuela Beltrán, dice que “ya es casi un mantra o un credo entre los ciudadanos señalar que para qué denunciar si efectivamente no ocurre nada y a la media hora los delincuentes ya están libres, eso, por supuesto, no se conduele con las actividades procesales del derecho penal”.
Báez considera que esta falta de deseo de denunciar de la ciudadanía afecta no solo la capacidad de acción de la justicia, sino que empeora la percepción psicológica de inseguridad que tienen las personas, que de alguna forma siente una especie de orfandad frente a sus denuncias.
Aun así, el experto reconoce que esta aparente pasividad de la justicia también se debe a deficiencias del mismo sistema, “si los fiscales no estuvieran tan congestionados, si las estaciones o penitenciarias no tuvieran hacinamientos que superan en más del 500 por ciento la capacidad de estos lugares, etcétera, si todo ello no estuviera ocurriendo, sobrecargando el aparataje de la política criminal, pues claramente habría otra percepción de la administración de justicia”.
El Restrepo en cifras
En el caso del Restrepo, los habitantes han expresado que durante este año el barrio se ha vuelto más peligroso por los robos. Sin embargo, según cifras de la Secretaría de Seguridad, solamente el hurto de motocicletas ha aumentado en un 20 por ciento, pasando de 35 casos de enero a junio de 2021 a 42 en el mismo periodo del 2022; los demás tipos de robo han disminuido.
Incluso, de los 14 crímenes de alto impacto que más ocurren en el barrio, siete han presentado una tendencia a disminuir si se compara el periodo de enero y junio de 2021 y 2022, según datos de la cartera ya citada.
No obstante, los robos a personas y de celulares son los delitos que más suceden en esta UPZ. El primer tipo de hurto, si bien ha presentado una disminución del 2,36 por ciento, ha ocurrido ya 829 veces en tan solo este año, mientras que el segundo tipo se ha presentado en 393 ocasiones, si bien ha disminuido un 20,93 por ciento. Además, si se comparan las cifras de delitos entre Restrepo y Ciudad Jardín, las dos UPZ de Antonio Nariño, se puede notar que la primera tiene una tendencia significativa a registrar peores cifras, por ejemplo, en Ciudad Jardín, en lo que va corrido de este año hasta junio, se han presentado 266 casos de hurtos a personas, siendo este el delito con más ocurrencia en esta UPZ.
Sin embargo, sí suceden numerosos robos en el Restrepo, y la comunidad comienza a preocuparse porque la calle 13 sur ha empezado a tomar una connotación diferente en el barrio por los varios robos que ahí han ocurrido.
Báez no descarta la operación de una banda delictiva. “Por un lado, están las rutas de acceso y de posible huida que tengan estos miembros de esta banda delincuencial por una zona tan céntrica que tiene tan importantes vías que permiten el desplazamiento rápido. De igual forma, es importante establecer que es una zona de corte comercial en la cual los residentes, por lo general, son los mismos comerciantes y a veces es costumbre tener grandes cantidades de dinero en las residencias, en los establecimientos de comercio o, incluso, como su costumbre, portarlos en los bolsillos”.
MARÍA PAZ ARBELÁEZ PATIÑO
Escuela de Periodismo Multimedia de EL TIEMPO
En Twitter: @PazArbelaez
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