En solo 180 minutos, Carlos Andrés Gómez pasó de ser un extremo con proyección a pelear seriamente por consolidarse en la alineación titular de un Millonarios que lleva meses ilusionando con su juego, pero que ahora quiere presentar credenciales para conseguir un título después de casi cinco años.
En los dos últimos partidos, Gómez, nacido en Quibdó y quien cumplirá 20 años el 13 de septiembre, demostró los progresos en algo que se le había criticado en sus primeras apariciones, la definición.Y así, resultó siendo clave para ganarle como visitante a Cortuluá y, el sábado, para que Millonarios se quedará con la victoria en el clásico 307, contra Santa Fe en El Campín.
Más de 30.000 espectadores celebraron ese día por cuenta de Gómez, que anotó, en menos de ocho días, su segundo doblete como profesional.
“Primero que todo, quiero darle gracias a Dios, hicimos las cosas de la mejor manera. Sé que es muy bonito ver esta hinchada que nos apoya en todo momento, quiero dedicarles el triunfo a ellos, que lo merecen”, declaró Gómez a Win Sports +.
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El camino a la titular de Millonarios
Si en alguna posición, desde que Alberto Gamero es el técnico de Millonarios, se les ha dado salida a jugadores de las divisiones menores es en los extremos del ataque.
La lista es larga: Émerson Rivaldo Rodríguez, Édgar Guerra, Yúber Quiñones, Óscar Cortés…
Además, Gamero probó con dos jugadores extranjeros en esa posición, que no dieron los resultados esperados.
Uno, el venezolano Eduardo Sosa, que llegó para pelearle el puesto a Mackalister Silva, pero se acomodó por una banda. Al final, se fue al Tolima en canje por Daniel Cataño. El otro, Ríchard Celis, que poco juega.
En medio de ese panorama, Gómez fue uno de los últimos canteranos en debutar con el equipo. Lo hizo el 14 de noviembre del año pasado, cuando Gamero le dio cinco minuticos contra Alianza Petrolera, en Bogotá, en un partido que parecía resuelto pero que el visitante empató en el minuto 90.
El semestre pasado hizo fila detrás de Sosa, Celis y Guerra, los que más minutos jugaban. Pero, qué curioso, en un clásico contra Santa Fe, Gamero le soltó la titular y desde entonces empezó a presentar credenciales para pelear por el puesto.
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¿’Yanfri’…, ‘Tinito’…? Gómez
Gómez mostró dos virtudes que llamaron la atención: primero, la velocidad, para aprovechar los contraataques en los partidos en los que los rivales se le iban encima a Millos. Y segundo, una gran habilidad que, sumada al estilo de juego que imponen Mackalister Silva y Daniel Ruiz, era un gran complemento.
Sin embargo, a Gómez le criticaron muchísimo la falta de definición. Cada vez que quedaba de frente al arco, aplicaba la misma fórmula, el remate con potencia, que terminaba estrellándose en el cuerpo del arquero o lejos de la portería.
Debió esperar 17 partidos para anotar su primer gol, contra Patriotas, en Tunja.
Pero este semestre ha sido distinto. Gómez se quedó con la posición de titular y Gamero le entregó la confianza. Y los goles comenzaron a aparecer, gracias al esfuerzo del trabajo entre semana para mejorar la definición, con el DT y con el entrenador de delanteros, el legendario Arnoldo Iguarán.
Marcó dos en la Copa Colombia, contra Fortaleza y Medellín, y lleva dos dobletes seguidos, en los que ha mostrado que su repertorio es variado: toque con borde externo, ubicación hacia un poste y hasta uno bañando al portero Ernesto Hernández, de Cortuluá.
Gamero no deja de exigirle y de pedirle constancia para crecer aún más.
“Es un muchacho que nosotros, especialmente el cuerpo técnico, lo tratamos como un jugador más. Aquí se mima al jugador, pero con trabajo y dedicación, humildad. Él lo que tiene es eso, es humilde, tranquilo y lo arropamos”, dijo el samario tras ganar el clásico.
“Solo no va a ser bueno, no va a triunfar. Buscamos que sea un jugador de Selección, para Europa. Tiene cosas por aprender, mejorar y escuchar. Va bien y no solo es para Millonarios, es para Colombia”, agregó Gamero.
Gómez vive agradecido con esa formación.
“Es un trabajo que me han venido haciendo mis compañeros, que me han cogido como a un hijo, los profesores, Arnoldo, el profesor Gamero, que me han ido trabajando día a día”, señaló.
Algunos le dicen ‘Tinito’, un apodo que, dicen, no le gusta, y a gran parte de la hinchada tampoco. La razón, cierto parecido en su juego con Faustino Asprilla, símbolo de Nacional y figura de la Selección.
Otros lo llaman ‘Yanfri’, como el niño que se hizo viral en redes.
Y en las divisiones menores lo llamaban ‘Diablito’.
Pero es Gómez, un delantero que aún tiene mucho por aprender, pero que hoy es la sensación de Millonarios.
JOSÉ ORLANDO ASCENSIO
SUBEDITOR DE DEPORTES EL TIEMPO
En redes: @Josasc