El Tribunas Supremo de Alemania ratificó la condena contra Irmgard Furchner, quien fue secretaria y mecanógrafa en un campo de concentración nazi durante dos años. La mujer fue señalada de complicidad en el asesinato de más de 10.000 personas.
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En diciembre de 2022, Furchner fue condenada a dos años de prisión por un tribunal estatal en Itzehoe, al norte de Alemania. Allí, consideraron que había pruebas suficientes de que ayudó a planear el asesinato de las personas cautivas.
Una condena con un importante mensaje
Sin embargo, los abogados de Furchner presentaron una apelación argumentando que ella simplemente estaba haciendo cosas que correspondían su trabajo ejercido cuando tenía solo 18 años de edad.
Además, alegaban que no era consciente ni colaboró en la planeación o el asesinato sistemático de las personas que se encontraban dentro del campo de concentración. Pero con este fallo, el Tribunal Supremo de Alemania desestima los argumentos y respalda la primera acusación que la puso como cómplice del Holocausto.
Este caso levantó la discusión de la tardanza de las autoridades alemanas para judicializar a quienes tuvieron parte en los asesinatos de personas en el Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial.
Antes, se debía probar la complicidad en un caso concreto y, además, comprobar que había una causalidad entre los actos y los crímenes. Por esto, hubo un entorpecimiento de los procesos en este tipo de temas.
Desde 2011, cuando fue condenado Jhon Demjajunk, antiguo guardia nazi, por complicidad en 28.000 casos sin necesidad de probar un nexo concreto, se abrió de nuevo un antecedente para soportar las acusaciones contra ellos.
Ahora es común que gente de avanzada edad sea condenada por hechos durante la guerra y que cobraron la vida de muchas personas cuyas familias hoy reciben justicia. Este acto, más que punitivo, es simbólico, para demostrar que, a pesar del tiempo, la justicia llega y da pie para el no desistimiento de muchos de los procesos similares.
Furchner fue una de las fugitivas más ancianas del mundo desde no haber ido al juicio en 2021. Ahora, se convierte en la primera civil condenada por participación en el Holocausto.
Desde entonces ha habido más de una docena de procesos contra gente de avanzada edad en la que antiguas víctimas han dado su testimonio sobre los crímenes del nacionalsocialismo.
“Para las víctimas es importante ser oídas por una instancia oficial”, dijo en declaraciones al diario ‘Süddeutsche Zeitung’ el catedrático de Derecho de la Universidad de Erlangen, Christoph Safferling, que se ha ocupado en varias publicaciones del tratamiento judicial de los crímenes nazis.
*Con información de EFE
REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS