Desde que la Roomba de iRobot irrumpió en el mercado en 2002, definiendo una nueva categoría de electrodomésticos inteligentes, la evolución de las aspiradoras robot ha sido constante. A dos décadas de aquel hito, la compañía Roborock presentó una innovación notable durante el CES 2025 en Las Vegas: el modelo Saros Z70, equipado con un brazo mecánico diseñado para levantar objetos del suelo, una solución que promete cambiar la dinámica de limpieza en los hogares.
El Saros Z70 no es una aspiradora común. Incorpora un brazo mecánico, conocido como OminiGrip, capaz de identificar, levantar y reubicar objetos pequeños y ligeros de hasta 300 gramos que encuentre en su camino, como medias, toallas, papeles, y hasta juguetes pequeños como Legos.
Este avanzado sistema de limpieza fue desarrollado para superar uno de los principales desafíos que han enfrentado estos dispositivos durante años: la necesidad de esquivar constantemente obstáculos.
“Ahora este equipo usará sus sistemas de reconocimiento de imágenes impulsados por inteligencia artificial para identificar el objeto en el piso, estimar su tamaño y su peso, y si cumple con los requerimientos, tomarlo con el brazo mecánico, limpiar la zona y llevarlo a un punto predefinido según el tipo de objeto”, explicaron desde Roborock.
Este brazo, dotado de cinco ejes de movimiento y varios sensores 3D tipo ToF (Time of Flight), se mantiene plegado y solo entra en acción según las preferencias programadas por el usuario. Incluso, permite decidir qué objetos levantar y cuáles dejar en su lugar, como juguetes de mascotas que no deben ser movidos.
El Saros Z70 también cuenta con un sistema de seguimiento vertical para evitar complicaciones con cables colgantes, lo que supone un gran avance en términos de autonomía y eficiencia.
Aunque Roborock aún no ha revelado el precio de este innovador robot aspiradora, su lanzamiento está previsto para este año, marcando un antes y un después en la tecnología de limpieza doméstica.
La Nación (Argentina) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.