A la medianoche del miércoles 31 de enero, la temperatura era de 7 grados en las calles que rodean la Casa de Nariño. La guardia presidencial soportaba el frío, mientras que adentro, en Palacio, se vivía un tenso momento que terminó con la salida de Jorge Iván González de la dirección del Departamento Nacional de Planeación (DNP).
Esta historia había comenzado a las dos de la tarde con una reunión del presidente Gustavo Petro; González; el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, entre otros. El tema tratado era el decreto de liquidación del presupuesto para 2024. Este fue firmado antes de terminar el 2023 y es necesario para la disposición de los recursos.
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Hubo una discusión. El Presidente alegó que Hacienda y el DNP lo bloquean todo y así, dijo, era imposible avanzar. La inconformidad del Presidente quedó latente. Luego, hacia las 5 y 30, empezó el consejo de ministros en el que el DPN ocupa una de las sillas por su importancia en el organigrama del Estado.
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Jorge Iván González está en la dirección del Departamento Nacional de Planeación desde agosto de 2022.
Néstor Gómez / EL TIEMPO
Aunque se trataba del encuentro habitual que hace cada semana el Presidente con sus ministros, en el ambiente gravitaba aún la molestia expresada por él, no solo esa tarde, sino en ocasiones anteriores, frente a la ejecución y su programa de gobierno.
A finales de diciembre, en el denominado cónclave en la Escuela de Ingenieros Militares en Bogotá, el Presidente pasó al tablero a los ministros con tres líneas definidas. ¿Cuáles son sus grandes prioridades para este 2024? ¿Por qué desde su cartera no ha cumplido el Plan Nacional de Desarrollo? ¿Alguno no llena todos los requisitos para continuar en el equipo del ‘gobierno del cambio’?
“Fue un ejercicio muy intenso”, reveló uno de los ministros sobre lo ocurrido en aquella ocasión. El Presidente se mostró muy crítico con tres de sus funcionarios: González, del DNP; William Camargo, ministro de Transporte, y Aurora Vergara, ministra de Educación.
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El articulador
“El más cuestionado por el presidente Petro fue González”, le dijo a EL TIEMPO uno de los asistentes a la cumbre de diciembre. Una paradoja porque fue él quien tomó la vocería durante la mayoría del encuentro para explicar cómo estaba el panorama. Planeación exponía y después los ministros daban su visión frente a lo que estaba consignado en cada segmento del plan.

Consejo de ministros del miércoles 31 de enero.
Según varias fuentes, quedó en evidencia que algunos ministros, ante las preguntas del Presidente, señalaron al DNP de la responsabilidad en la falta de ejecución, cuando en la práctica debe ser cada cartera la que fije su respectivo mandato de ejecutar la plata de acuerdo con sus prioridades.
Sin embargo, eso no evitó que el Presidente le hiciera un duro llamado a González. Luego vinieron las sesiones de Gobierno con el Pueblo en el Pacífico en enero. Ahora, el Presidente ya no solo fue duro con algunos miembros de su gabinete en un recinto cerrado, sino ante la gente y los medios.
“Éramos el segundo productor mundial y hoy somos el quinto y nos va a pasar Etiopía si la ministra de Agricultura no se pone las pilas”, le dijo a la ministra Jennifer Mojica. “El ministro debería explicarnos qué pasa con la energía eléctrica en López de Micay (…), 12 días sin luz”, le reclamó al ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho.

Gustavo Petro, presidente de Colombia.
“Se puede vender del mar hacia el otro lado, como hacen los ecuatorianos. Se puede vender en Japón, Tailandia, Australia, Nueva Zelanda y California (…) esa tarea la tiene el Ministerio de Comercio y esta es una prioridad del trabajo de la comercialización exportable de la producción del litoral Pacífico con el mundo”, le exigió al ministro de Comercio, Germán Umaña.
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En simultánea a estos reclamos, en los medios empezó a hablarse de un inminente cambio de ministros. Con este precedente, era natural que en la reunión del miércoles gravitara en el ambiente una sensación de inquietud.
Varias fuentes que estuvieron presentes allí le relataron a EL TIEMPO que el Presidente estaba molesto y que en el transcurso de la reunión fue subiendo el tono. Una de estas personas explicó que el mandatario siente que las hojas del calendario van cayendo, su gobierno se asoma a la mitad del periodo y que porcentualmente el nivel de ejecución no despega. Otro le dijo a este diario que el presidente Petro está “exigiendo resultados” y acciones concretas que “generen equidad social y regional”.
Saldo en rojo
Y es que en cifras el saldo está en rojo. El ‘Informe de ejecución del Presupuesto General de la Nación acumulado a diciembre de 2023’, publicado por el Ministerio de Hacienda, muestra que en inversión se presentó el porcentaje más bajo en una década.

Laura Sarabia, directora de Prosperidad Social.
Con dos llamados de atención y con este tercero en marcha, algunos de los ministros entendieron que era hora de poner sus renuncias sobre la mesa para que el mandatario tuviera la libertad, si lo consideraba, de hacer los ajustes necesarios. Laura Sarabia, directora del DPS y mano derecha del jefe de Estado, anunció que protocolariamente la presentaba e invitó a los demás a hacerlo, según varios asistentes. EL TIEMPO confirmó que cuatro ministros más, al calor del momento, habrían manifestado la posibilidad de renunciar.
A la opinión pública trascendió que el Presidente era quien había pedido las renuncias. Sobre esto hay dos versiones. Una del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien dijo: “El Presidente no pidió renuncias, pero parece que hay algunos interesados en que se pidan. Él no ha pedido renuncias”. Esto fue secundado por Casa de Nariño, que negó dicha acción.
Otra versión dio la ministra Mojica, de Agricultura: “Sobre los temas de la renuncia protocolaria, realmente fue un ofrecimiento general de Gobierno Nacional. Tenemos que estar siempre dispuestos a hacer todo lo posible por cumplir la apuesta programática de gobierno”. Lo cierto es que la tensión fue alta y en ese consejo, de nuevo, González fue duramente cuestionado por su jefe. Tanto que, ya sobre la medianoche, el funcionario buscó un diálogo privado con el Presidente que duró 10 minutos. Allí, el jefe del Estado le pidió la renuncia.
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Son contadas las ocasiones en que la marcha de un funcionario del alto gobierno es lamentada tanto por voces de la oposición como por las de los que lo defienden. Eso ocurrió en este caso.
Éramos el segundo productor mundial y hoy somos el quinto y nos va a pasar Etiopía si la ministra de Agricultura no se pone las pilas
“Una tristeza perder a alguien de la preparación, sabiduría, experiencia, moderación, conocimientos y capacidad de construir consensos como él”, dijo el exministro de Hacienda del gobierno Duque José Manuel Restrepo.
“Es un error monumental”, afirmó Jorge Iván Cuervo, profesor del Externado. “Era el cable a tierra de un gobierno embelesado en algunas buenas ideas, que si no se concretan, quedan en eso, en ideas”. “Por donde se lo mire, no hay forma de justificar su salida”, agregó el docente. “No me verán en ese tipo de volteretas para justificar errores inexcusables”, agregó.
González, un tecnócrata de izquierda muy valorado en el mundo académico, es el arquitecto del Plan Nacional de Desarrollo ‘Colombia potencia mundial de la vida’, que recibió más de 300.000 propuestas, hechas en 51 diálogos regionales, en las que participaron 250.000 personas y que él logró sintetizar en un texto de 370 artículos. De hecho, cuando entró en vigor él mostró su serenidad a la hora de tomar medidas que de una u otra manera afectan a todos los ciudadanos.
“La idea es depender menos del petróleo y de minerales como el carbón, eso es clarísimo; ahora bien, no hay una meta específica. Este país, por diversas razones con las que yo no estoy de acuerdo, se convirtió en petrolero. La mayor parte de las exportaciones son petróleo y minerales. Por ello, hay que cambiar de a poquito. Necesitamos avanzar, pero con cierto realismo. El proceso tiene que ser lento”, le dijo en su momento a EL TIEMPO.

Ante el presidente Petro, Jorge Iván González se posesionó como director del DNP.
Davis Romo. Presidencia
“Para todos nosotros es una sorpresa que haya pasado la renuncia. En realidad, estaba cansado, agotado. Yo creo que él está pensando en cuidarse seriamente una afección que tiene de tiempo atrás”, aseguró el ministro Bonilla. No obstante, el viernes, el DNP desmintió que se tratara de un tema de salud o físico.
El DNP sin duda es uno de los potros más difíciles de domar para la buena marcha del Estado. Para Luis Fernando Mejía, exdirector de Planeación, la entidad juega un rol fundamental en el Gobierno, pues no solo asigna el presupuesto de inversión y establece los lineamientos de las principales políticas públicas a través del Plan Nacional de Desarrollo y el Conpes, sino que también ejerce un rol de coordinador entre ministerios, hace el seguimiento al cumplimiento del programa de gobierno y evalúa las políticas públicas, entre otras importantes funciones.
Con González, además, se va el último de un grupo que era considerado como los veteranos de centro en el gabinete y que estaba conformado por José Antonio Ocampo (Hacienda), Cecilia López (Agricultura) y Alejandro Gaviria (Salud).

Gustavo Petro, presidente de Colombia.
Cuando arrancó el gobierno, en el consejo de ministros había notables diferencias entre ellos y la otra línea de ministros que provenían del activismo y que se caracterizaban por un dogmatismo ideológico.
Con un gobierno que había llegado al poder con la propuesta de cambio era natural que estos últimos quisieran que los resultados se vieran de la noche a la mañana y por eso se exhibían con mayor vehemencia. Los otros, por su parte, conocedores de las dificultades para mover la pesada máquina estatal, se mostraban más reposados. “Todo toma tiempo”, decía González.
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A todos, el presidente Petro los escuchaba con atención y luego él salía y tomaba sus decisiones. Con el paso de los días, el mandatario empezó a exigirles más y produjo sus primeros cambios rodeándose de personas que lo acompañaron en su paso por la Alcaldía de Bogotá o en sus luchas políticas de antaño, como lo ha mostrado en los dos grandes cambios de gabinete que ha ordenado.
Para algunos analistas, el riesgo es que el Presidente se atrinchere en una guardia pretoriana que pocas veces lo confronta.
Eso explica la salida de González y el tono del primer mandatario en la noche del miércoles. La ciudad estaba solitaria a esa hora. Las luces tenues de Palacio daban a la construcción un tono de reposo. Sin embargo, el Gobierno acababa de ser sacudido.
ARMANDO NEIRA
EDITOR DE POLÍTICA DE EL TIEMPO
En X: @Armandoneira

