Agotada la mitad del gobierno de Gustavo Petro, el discurso del primer presidente de izquierda en la historia del país es más duro que antes. Golpeado por varios escándalos, que involucran a funcionarios cercanos y hasta a su propia familia, el mandatario choca con políticos, gremios, cortes, periodistas y hasta otros jefes de Estado.
En medio de la polarización, agita las aguas con su propuesta de constituyente y capotea una preocupante crisis económica. Las variaciones en la ejecución presupuestal de los ministerios, el bajo crecimiento, con una situación fiscal apretada y algunos planes de reactivación han marcado su política en este sector.
En estos dos años logró aprobar una ambiciosa reforma tributaria y una pensional sin precedentes, pero no logra el revolcón que quiere en el sector de la salud. Hay avances en la reducción de la pobreza, algunos subsidios y política ambiental.
EL TIEMPO analiza, sector por sector, cómo el gobierno, en medio de escándalos, trata de cumplir sus promesas de cambio.