Un terreno en la zona alta de Jamundí para evitar que las disidencias del frente ‘Jaime Martínez’ de las Farc sigan traficando armas y drogas en el corredor entre Cauca, pasando por el Naya y Farallones, será el sitio del nuevo batallón de alta montaña en esa región del sur del Valle.
Inversión en zona rural de Jamundí
“Por fin operará el batallón que va a cortar todas las vías a la disidencia para que no saque coca desde Cauca hasta Jamundí”, dijo la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro.
Fuerza Pública, en Jamundí. Foto:Santiago Saldarriaga Quintero
Se calcula que en Jamundí hay entre 1.300 y 1.400 hectáreas de cultivos ilícitos. Además de coca, se comercializa marihuana, entre su variedad, la púrpura, cuya libra puede costar más de 1,5 millones de pesos para llevarla al interior del país, así como pasar heroína por el Cauca desde Nariño.
Explicó que este terreno pertenecía a la Fiscalía General de la Nación que lo entregó a la Gobernación del departamento y esta a su vez, lo cedió a la Tercera División con la Tercera Brigada que tiene jurisdicción en Jamundí.
Ejército de Colombia Foto:Cortesía Ejército
La mandataria afirmó que el nuevo batallón de alta montaña, reclamado por la comunidad desde hace 20 años, se construirá con 7.500 millones de la Gobernación “para acabar con el enclave cocalero y de esta manera, cortar ese paso hasta el Naya”, pero también dijo que esa zona se intervendrá con comunidades en materia de sustitución de cultivos.
“Estamos trabajando con el Gobierno Nacional. Se va empezar a caracterizar para que se entre a trabajar con la comunidad en la sustitución”, sostuvo la mandataria.
Es que en la zona rural de Jamundí hay zozobra porque, al parecer, la columna ‘Ricardo Velásquez’ de la misma disidencia de ‘Jaime Martínez’, busca la construcción de una nueva carretera, obligando a la población a aportar dinero, sumándose a la de 14 kilómetros construida irregularmente hace más de tres años con trabajos forzados a la comunidad que no porte un carné de identificación avalado por los mismos disidentes.
Sería una vía ilegal que comunique a los corregimientos de San Antonio y Villacolombia, de Jamundí. De hecho, esta construcción en zona rural del municipio del sur del Valle del Cauca viene conociéndose desde hace más de un año.
Este año circuló un panfleto de este actor armado que convocó la presencia de líderes y lideresas de juntas de Acción Comunal a una reunión. La cita se programó el pasado 30 de mayo, en el corregimiento de Villacolombia.
Este es Jamundí, la región donde sus más de 40.000 habitantes viven bajo el silencio y el miedo, así como entre ráfagas de fusil y explosiones de granadas y pipetas cuando hay hostigamientos a subestaciones de Policía.
Van más de 70 ataques en los últimos dos años hasta lo corrido de este 2025 en las goteras de Jamundí, un municipio a tan solo 15 minutos del sur de Cali, incluyendo el carro bomba en el corregimiento de Potrerito, el pasado 10 de junio.
Otros batallones de alta montaña: en Tuluá y Sevilla
La gobernadora del Valle afirmó, además, que está listo el batallón de alta de montaña en zona rural de La Paila, en Sevilla. Señaló que se tuvo el apoyo de empresarios para que estas instalaciones estuvieran terminadas. El Ejército está culminando la adecuación.
“También vamos a entregar el terreno para el Batallón de Alta Montaña para Barragán (zona alta del municipio de Tuluá)”, aseguró la mandataria, quien reiteró su decisión para devolverles la tranquilidad a los vallecaucanos. Este batallón de alta de montaña en Tuluá, en el centro del Valle del Cauca, funcionará en una finca comprada por la Gobernación.
Valle y Cauca, blancos de guerra de disidentes, el pasado 10 de junio. Foto:Juan Pablo Rueda / EL TIEMPO
Este batallón regresará a Tuluá. “Ya compramos el sitio, pero antes el Ejército no tenía un sitio dónde estar ubicado”, anotó la gobernadora Toro, recordando la presencia de grupos armados, como ‘Adán Izquierdo’ enfrentados a la disidencia o facción de este grupo ’57 Yaír Bermúdez’. También están otros, como delincuenciales y bandas criminales, entre ellas ‘la Inmaculada’ o ‘la Oficina de Tuluá, de ‘Pipe Tuluá’, que está en disputa con ‘los Rastrojos’. Estos grupos están en zona del norte del Valle, donde además, hay otras bandas, como ‘la Oficina del Norte’, bajo el mando de un exmilitar en la cárcel con el alias de la Firma.
“Tenemos una gobernanza colaborativa, pero tenemos que trabajar más, este es un momento fundamental para que el Valle del Cauca se levante en una sola voz, pues no nos dejaremos doblegar de los delincuentes, vamos a trabajar juntos para lograr seguridad y tranquilidad para los vallecaucanos”, agregó la gobernadora.
Por su parte, representantes de los gremios manifestaron su preocupación por situaciones que afectan la tranquilidad de la región, apoyaron la gestión de la mandataria y señalaron la necesidad de contar con mayor respaldo del Gobierno Nacional.
“La gobernadora mostró todo lo que se están haciendo con grandes esfuerzos para invertir en la Fuerza Pública, en inteligencia, en los recursos que necesitan, ya que el presupuesto nacional para la fuerza pública ha sido recortado en más de 900.000 millones de pesos”, señaló Martha Betancourt, directora de Procaña.
Población civil y fuerza pública, blancos de guerra de disidentes de las Farc. Foto:Juan Pablo Rueda / EL TIEMPO
Asimismo, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Bedoya, manifestó estar de acuerdo con la mandataria del Valle. “Sin seguridad física y sin seguridad jurídica, no hay seguridad alimentaria y lo dijo la gobernadora y es muy preocupante ver la debilidad presupuestal en la que tienen a nuestras fuerzas militares, los 740,000 millones de pesos que iba a costar la consulta popular, en cuántas horas de vuelo se podrían invertir o en las operaciones para ir en contra de las disidencias. La gobernadora tiene razón; aquí nos toca trabajar juntos en lo departamental y en lo nacional y esa es la mayor importancia”.
Por otra parte, Christián Garcés, representante a la Cámara de Representantes, señaló: “Tenemos que apoyar la seguridad y tenemos que encontrar la manera de qué la inversión pública y privada llegue para generar esa paz que realmente queremos en nuestro país”.
Finalmente, la gobernadora del Valle invitó a los gremios a seguir aportando al desarrollo de la región por medio del programa de obras por impuesto, el cual, seguirá contribuyendo a la seguridad y el bienestar de las comunidades en sectores rurales.
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali
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