Cuando tenía la edad de 16 años, Sara Kruzan tomó una decisión sin retorno que la condenó a pasar el resto de sus días en una cárcel. A tiros decidió asesinar a George Howard, el hombre que abusó de ella desde los 11 años y la explotó sexualmente a partir de los 13.
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El juicio en su contra, llevado a cabo en 1994, no habría mostrado piedad ni condescendencia. Con un homicidio a sus espaldas, la joven de 16 años fue condenada a cadena perpetua sin la posibilidad de libertad condicional.
Según los reportes del periódico estadounidense ‘Los Angeles Times’, el tribunal se negó a admitir las pruebas de los abusos a los cuales Sara había sido sometida desde su niñez y, por lo tanto, fue juzgada como una adulta. Ni perdón ni olvido fue la consigna del estado californiano durante los 19 años que pasó tras las rejas.
¿Cuál es la historia detrás del controvertido caso?
Tenía tan solo 11 años cuando conoció al proxeneta que le cambiaría la vida en un caluroso día de verano. Mientras se encontraba caminando por el condado de Riverside, California, Sara no pudo negarse al cremoso e irresistible helado de menta con chocolate que un hombre en un Mustang Rojo se ofreció a comprarle. En cualquier caso, irse con un desconocido era mejor que volver a su casa y recibir los maltratos de su madre, según dijo.
Lo que no sabía era que ese sujeto era George Gilbert Howard, un hombre que abusaría de ella en repetidas ocasiones y que en tan solo dos años después de conocerla, ya la habría obligado a tener relaciones sexuales con al menos 11 hombres diferentes. De acuerdo con ‘Los Angeles Times’, durante los siguientes años la pesadilla continuó. Agresiones, maltratos y abusos precedieron el asesinato en primer grado de su proxeneta.
El fatídico suceso llegó cuando Sara, atemorizada por su tío exconvicto y enamorada de un hombre llamado Johnny, aceptó ayudarles a robar a Howard. No obstante, los planes no salieron como tenían previsto, y la mujer estadounidense terminó disparando y matando a su abusador en la suite de un motel.
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Tras muchos intentos desesperados de recibir una pena menor, en el 2011 la condena por cadena perpetua de Sara fue conmutada a 25 años de prisión con posibilidad de acceder a la libertad condicional.
Dos años más tarde, el estado californiano mostró nuevamente un ápice de clemencia y el 31 de octubre de 2013 Sara fue puesta en libertad condicional del Centro Penitenciario de Mujeres de California Central, en Chowchilla, después de cumplir 19 años pagando por los delitos cometidos.
El final del juicio de Sara Kruzan
Gavin Newsom, gobernador de California, indultó a Kruzan por haberle disparado a su proxeneta y abusador, en tanto proporcionó “evidencia de que está viviendo una vida recta”. No obstante, dejó en claro en entrevista con ‘The New York Times’ que “este acto de clemencia no minimiza ni perdona su conducta ni el daño que causó”.
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Por su parte, la mujer indultada también habló con el periódico publicado en la ciudad de Nueva York y no dudó en expresar su arrepentimiento ante lo acontecido. “Nunca olvidaré lo que sucedió esa noche y lo reconoceré plenamente, pero estoy inmensamente agradecida de sentir un poco de alivio de la carga de la vergüenza y el estigma social”, precisó.
Después de una lucha incansable por sus derechos y por recuperar la vida que algún día se le fue entre las manos en un cúmulo de abusos, resentimientos y actos violentos, Sara ahora es escritora y una causa representativa de los legisladores estadounidenses.
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