Carlos Velandia, excomandante del Eln, analiza el proceso de paz – Proceso de Paz – Política

Carlos Velandia, excomandante del frente ‘Domingo Laín’ del Eln y ahora promotor de paz, habló con EL TIEMPO sobre el proceso de negociación con la guerrilla, que se encuentra actualmente en el sexto ciclo en La Habana, Cuba. 

(Además: ‘Es muy incierto el futuro de ese proceso’: Santos sobre negociación con el Eln).

¿Cómo analiza esta extensión de la tregua?

Es un periodo muy breve de transición entre un cese de fuego que tiene un diseño, una temporalidad y unos protocolos muy específicos y uno nuevo que aún está por definirse. Este debe ser el puente entre los dos ceses del fuego y la evaluación, porque será la evaluación la que permita corregir todos los elementos que pudieron haberse producido durante estos seis meses. Será muy importante para poner a punto los protocolos de una nueva tregua. Aunque es cierto que les ha tomado más tiempo del que se presupuestaba, del que se presuponía, porque se dieron hechos de muy seria gravedad y sobre los cuales debe corregirse.

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Delegación Eln

Usted le ha hecho seguimiento a la tregua, ¿cuál es su balance?

Debo empezar por decir que los ceses per se son positivos y se reciben bien porque son un alto en la violencia, independientemente de la cantidad de incumplimiento que haya. Además, crean unas condiciones más positivas para dar trámite a los procesos de diálogo y que facilitan la participación, que en este proceso es clave.

Ahora, hay que decir que, aunque estos ceses son útiles y necesarios, hay que corregirlos porque a veces se desarrollan actividades soterradas, es decir, acciones en que las partes cometen hechos bajo cuerda o sin identificarse. Le pongo un ejemplo: el aumento de homicidio de personas es bastante considerable y el Eln estuvo implicado en hechos en los que aparecen los muertos, pero nadie los reivindica, pero se sabe que en ese territorio es de control del grupo.

Por otro lado, se dio un aumento de hechos violatorios de los protocolos y del Derecho Internacional Humanitario, como por ejemplo los paros armados en el Chocó protagonizados por estructuras del frente de guerra Occidental, lo cual llevó al confinamiento de comunidades, al desplazamiento y a limitar los derechos de los ciudadanos que la Constitución y la ley consagra. El Eln decía que supuestamente eso lo hacía para defender a la población, pero este tipo de cosas no pueden volver a repetirse, así como tampoco los secuestros y las extorsiones.

(En contexto: ¿Por qué el cese del fuego con el Eln se extendió por solo una semana?).

Sexto ciclo de negociación con el Eln

Sexto ciclo de negociación con el Eln

Foto:

Oficina del Alto Comisionado para la Paz

Usted menciona en sus informes que el Eln realizó movimientos de tropas en Chocó, Arauca y Nariño, ¿es una demostración de que no hay unidad de mando?

Esto es algo que genera bastante inquietud, toda vez que algunas estructuras, precisamente las que están en esos territorios, no están en la mesa. El frente de guerra Oriental, que se le denomina ‘Domingo Laín’, y el frente de guerra Occidental, que juntos suman más o menos el 70 por ciento de la operatividad, de la belicosidad y de la letalidad, no están representados en la mesa. Son las dos estructuras que se han mostrado más resistentes a acatar los protocolos, los acuerdos y a acatar el DIH.

¿Cree que habrá frentes que no se acogerán a un acuerdo final en caso de que llegue a darse?

Creo que de hecho está pasando. Hay algunas estructuras que simple y llanamente se reservan el derecho a aplicar o no aplicar las decisiones de las instancias superiores, porque, dicen ellos, viven una realidad distinta. Es lo que ha ocurrido en el Chocó, dicen que hay que estar allí para entender lo que no ocurre y es por eso que dicen que se reservan la aplicación de las decisiones que se toman en la mesa de diálogo.

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En ese sentido, ¿cómo analiza el papel del mecanismo de monitoreo?

Creo que las Naciones Unidas intentan hacer el mejor de los esfuerzos, pero yo lamento que no se haya podido instalar la totalidad del mecanismo, es decir, la totalidad de los puntos regionales de esta instancia, como tampoco se han podido completar los distintos componentes. El mecanismo de monitoreo cumple varios papeles, pero quizás uno de los más importantes sea el factor disuasor, es decir, el hecho de que se sepa que en un lugar hay un mecanismo de monitoreo, que está activo, que tiene los ojos abiertos y que tiene comunicación con la comunidad, ayuda a disuadir y a frenar a las partes. Pero el que no esté completo cree unos vacíos en la vigilancia.

Delegación Eln

¿Cree que el Eln cumplirá el acuerdo sobre el fin del secuestro?

Yo creo que sí. La presión internacional, la presión nacional y la misma presión de la Delegación del Gobierno tendrán efecto. El Eln debió haberse desprendido de esta práctica desde hace muchos años, toda vez que, en términos estructurales, su economía no está fundada en la actividad del secuestro. El Eln tiene un portafolio muy amplio de ingresos como para decir que vive del secuestro, eso no es así. Sin embargo, es una práctica que tiene unos impactos humanitarios y morales en la sociedad que son inadmisibles hoy en día.

¿Entonces por qué cree que insisten tanto en el tema de la financiación? ¿Cree que ellos tienen claro cuánto necesitan?

El problema o la discusión no es de cifras, el problema es de las condiciones en que el Gobierno y la comunidad internacional pueden entrar a cooperar para que el Eln pueda recibir algunos auxilios para el sostenimiento vital de los combatientes, mas no de sus actividades. Solo será posible si y solo si en el marco de un cese del fuego bilateral permanente, no en acuerdos parciales o temporales.

(También: Los retos del sexto ciclo de diálogo con el Eln, que se inicia este lunes en Cuba).

En ese contexto no va a recibir un solo peso de ningún lado. El Gobierno no lo puede hacer, porque es que no está seguro que el movimiento insurgente esté comprometido con la dejación total de las armas. Solo un alto al fuego permanente crea las condiciones de credibilidad y legitimidad para que el Gobierno pueda apoyar el sostenimiento vital de los combatientes e insisto en el concepto de lo vital. Igual pasará con la comunidad internacional, porque ellos funcionan con recursos públicos de los países y allí hay una prohibición para que estos recursos sean utilizados para financiar actividades de organizaciones terroristas.

Antonio García

Antonio García, comandante del Eln.

¿Qué tan problemáticos son los mensajes de ‘Antonio García’ para este proceso?

Hay que entender dos cosas. En primer lugar, que él puede decir lo que quiera, ni más faltaba, pero lo que vale realmente es lo que se dice y se pacta en la mesa. De modo que aquí no debería haber un debate público por lo que diga el señor ‘Antonio García’. El debate que se debe dar es en la mesa y con ‘Pablo Beltrán’, que es el que ha sido designado para plantear sus cosas allí en la mesa del diálogo. En segundo lugar, ‘Antonio García’ tiene su propia agenda, son los temas que él quiere plantear y quiere que se discuta, pero lo que se está discutiendo es la agenda que se pactó y eso se discute en la mesa y no por fuera.

En ese sentido, ¿considera que el camino y la estrategia planteada por el Gobierno es la correcta?

El camino del diálogo y la negociación para sofocar la lucha bélica y la confrontación armada entre colombianos siempre es el correcto. El Gobierno tiene todo el respaldo y el mandato constitucional para adelantar este proceso y creo que va por el camino correcto. Ahora, este Gobierno busca con la ‘paz total’ tramitar la solución de todos los conflictos bélicos con todos los actores de una manera simultánea y esta es la parte en donde el panorama es complejo, aunque igual no deja de ser algo legítimo.

¿Y del lado del Eln?

Tienen como carta que en este diálogo vincularon a un tercero y ese tercero es la sociedad. Ahora, es importante en la medida en que se creen los escenarios para que la sociedad participe.

CAMILO A. CASTILLO
REDACCIÓN POLÍTICA
En X: @camiloandres894

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