¿Puede diferenciar entre una imagen real o una creada por inteligencia artificial (IA)? Los avances en la tecnología IA han llevado a una realidad en la que no siempre es confiable lo que ven nuestros ojos y escuchan nuestros oídos. Con la IA se crean audios de un familiar pidiéndonos una transferencia de dinero o detalles de nuestras cuentas bancarias.
Además de todas las ventajas que nos ha traído la inteligencia artificial generativa, esta también ha ampliado las capacidades de los cibercriminales para llevar a cabo sus estafas con herramientas cada vez más sofisticadas para engañarnos como los deepfakes, imágenes creadas por IA que emulan a personas reales.
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“Un deepfake es una alteración digital de una imagen, un video o un audio utilizando IA con la intención de suplantar la identidad de otro en alguna acción o algún escenario. Se utiliza ingeniería social para engañar a una persona o a un grupo de personas y hacerles creer que se encuentran frente a una persona –sea alguien conocido o alguien famoso– para tener acceso a datos confidenciales, contraseñas, credenciales bancarias o de cuentas en varios servicios o incentivarlos a invertir en algo como una criptomoneda”, indicó Leandro Cuozzo, analista de seguridad en Kaspersky Latinoamérica.
El experto dividió las estafas en dos modalidades a grandes rasgos. La primera, la suplantación de famosos o figuras públicas para incitar a inversiones falsas o robo de credenciales. Un ejemplo de esto fue el caso de una mujer argentina que fue engañada por un falso George Clooney para colaborar monetariamente en actividades del club de fans del actor, perdiendo alrededor de 15.000 dólares. La segunda, la usurpación de identidad de un usuario para abrir cuentas en billeteras virtuales y solicitar préstamos.
Foto:iStock.
En la primera modalidad es en la que nos centraremos en este artículo, dando consejos para que el usuario esté más preparado para identificarlas y así no caer en estos engaños. Sin embargo, una manera de protegernos del segundo caso, la suplantación de identidad, es restringiendo la cantidad de información personal, fotos y videos que uno comparte en línea y en redes sociales. Esto les dará menos información a los cibercriminales que quieran imitarnos mediante un deepfake.
Antes era más fácil identificar si una imagen, un video o un audio habían sido manipulados mediante tecnología, mientras que hoy los nuevos avances de la IA han reducido los errores y han perfeccionado la manipulación de los contenidos audiovisuales. Por eso, acá le damos algunas pautas para estar atentos a los fallos en la generación de imágenes, videos y audios de la IA.
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Fotos
- Mire las manos. ¿El número de dedos es correcto? ¿Tiene más de un pulgar por mano?
- Fíjese en el rostro. Una imagen borrosa en los bordes de la cara puede señalar que la imagen ha sido manipulada.
- Preste atención a las mejillas y la frente. ¿La piel parece demasiado lisa o arrugada? ¿El envejecimiento de la piel es similar al del cabello y los ojos? ¿Las facciones son congruentes con el resto de la cara?
- Fíjese en la tez. Una diferencia de colores entre el rostro y el resto del cuerpo puede indicar un deep-fake.
- Observe con atención los ojos y las cejas. ¿Aparecen sombras en los lugares esperados? ¿Brillan mucho?
- Si el personaje lleva gafas: ¿hay algún o demasiado reflejo?
- Revise con atención el vello facial o la falta de este. ¿Parece real? Los deepfakes pueden añadir o eliminar bigotes, patillas y barbas.
- Preste atención a los lunares u otras marcas. ¿Parecen reales?
- Analice el fondo de las imágenes. ¿Las formas son coherentes con la iluminación? ¿Las estructuras u objetos parecen distorsionados o sospechosamente inclinados?
Foto:iStock
Videos
- Observe los movimientos de los labios. ¿Los movimientos parecen naturales? ¿Coinciden con las palabras que están diciendo?
- Volviendo a los lunares y marcas faciales, busque coherencia: ¿se mantienen en el mismo lugar a lo largo del video?
- Los reflejos son delatores. Si el personaje del video tiene gafas, ¿cambia el ángulo del reflejo cuando la persona se mueve? Los deepfakes no representan con naturalidad la iluminación sobre los objetos.
- Preste atención al parpadeo. ¿La persona parpadea lo suficiente o demasiado?
- Mire los dientes. Si se ven borrosos o la forma se mantiene consistente a lo largo del video, puede ser una señal de un deepfake.
- Revise la expresión de las personas. ¿Se ve natural o artificial? ¿Es demasiado neutral? ¿Concuerda con lo que la persona está diciendo?
- Si hay otros objetos en el video, ¿respetan las leyes de la física? Vasos de agua donde el líquido actúa sospechosamente son también posibles señales de un deepfake.
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Audio
- Diálogo monótono. Las IA todavía tienen dificultades para hablar de manera natural como un humano, lo que puede revelar su naturaleza artificial, por ejemplo, cambiando la tonalidad para insinuar una pregunta cuando no hay ninguna o contando una historia emotiva sin aparentemente tener una respuesta emocional.
- Voz mal articulada, sobre todo en términos poco comunes. Los deepfakes auditivos se hacen analizando el habla de la persona; la IA puede tener problemas articulando palabras que no tiene en sus bases de datos, lo que puede llevar a dificultades de pronunciación o pausas sospechosas.
- Sonidos extraños. Preste atención a sonidos extraños como interferencia o estática, sobre todo cuando se trata de mensajes de personas que lógicamente tendrían acceso a herramientas profesionales de comunicación, como es el caso de actores o políticos.
Otros ‘tips’
“Lo que más recomiendo para tratar de detectar un deepfake es analizar más el contexto –señaló Leandro Cuozzo, de Kaspersky–. Por ejemplo, un video en el que Elon Musk, en un español perfecto, me dice que, si invierto en algo, me va a devolver cinco veces mi inversión. Eso es algo para tener precaución. ¿Por qué? Porque Musk no habla el español perfecto, no existen inversiones que te devuelvan el quíntuple de lo que invertiste y, bueno, se trata de una oferta muy rara”. El experto recomendó cuatro factores que uno debe tener en cuenta.
- Verificar siempre la fuente y el remitente. ¿Es confiable? ¿Es oficial?
- Analizar el contexto: ¿qué pide el mensaje? ¿cómo lo dice? ¿qué emociones intenta provocar? Los cibercriminales muchas veces quieren generar una sensación de premura para que sus víctimas cometan errores.
- Desconfiar si piden datos confidenciales como contraseñas o información bancaria.
- Sospechar si ofrecen algo demasiado bueno para ser cierto. Si hay una inversión tan buena como para duplicar su inversión, ¿por qué la difundirían en vez de sacar todos los beneficios para ellos?
JUAN LUIS DEL CAMPO
El Comercio (Perú) – GDA