El Zoológico de Cali cuenta con nuevos habitantes. Se trata de perros africanos que arribaron a la ciudad, a través de programas de manejo cooperativo por instituciones como la Asociación de Zoológicos y Acuarios (Aza) y la Asociación Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios (Alpza).
Conforme a los criterios de
Voceros del establecimiento caleño, explican que estos nuevos visitantes cumplieron inicialmente, un mes de cuarentena, en el que les evaluaron de manera minuciosa las condiciones de salud y seguridad, tanto para ellos, como para las demás especies.
Desde la entidad, detallan que estos cuatro animales se caracterizan por su particular pelaje manchado, que los hacen auténticos frente a otras especies.
Los animales estuvieron en periodo de cuarentena.
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“Estos animales son conocidos por sus numerosas vocalizaciones, las cuales emplean para comunicarse entre sí, siendo posible escucharlas durante gran parte del día”, resaltan desde el Zoológico de Cali.
Sobre el sistema de alimentación, estos caninos suelen nutrirse de carne molida en forma de bolitas, así como de trozos de carne, viseras, corazón, pulmón e hígado. También les suministran suplementos especializados de vitaminas y minerales.
“El Zoológico de Cali, comprometido con la conservación de especies en peligro de extinción, participa activamente en programas de manejo cooperativo que incluyen intercambios entre instituciones y un esfuerzo conjunto por mejorar el manejo de las especies”, comentan desde la entidad.
Los perros africanos tienen una alimentación basada en carnes y suplementos y vitaminas.
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Grandes cazadores
Según la National Geographic, la especie del perro salvaje africano, también conocido como perro cazador del Cabo o perro pintado africano, es catalogada por la Unión Internacional de la Naturaleza (Iucin) como una especie en vía de extinción.
La piel manchada de los animales, una de sus características.
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“Se trata el licaón de un cánido de lo más singular: sus manadas pueden llegar a la treintena de individuos y exhibe un estilo de vida nómada en el que puede llegar a recorrer unos 50 kilómetros diarios cubriendo áreas de entre 560 hasta 3.200 kilómetros cuadrados”, explica la edición del medio especializado.
Otra de las características que destacan es su habilidad para cazar, considerado ‘único’ en el reino animal, debido a su depredación exhaustiva, y en la que a diferencia de otros animales que se valen de la fuerza, velocidad o sigilo, atrapan a sus presas “persiguiéndolas hasta la completa extenuación. Se trata de hecho de un método de caza tremendamente efectivo, en el que algunas manadas deciden como cazar comunicando su voto a través de una especie ‘chirridos’, y que le ha valido a la especie el título del mejor cazador del reino animal”.