Diciembre presenta un incremento notable en los gastos de los hogares y exige una organización financiera que permita enfrentar compras, celebraciones y compromisos sin afectar la estabilidad económica.
Las cifras reportadas por Raddar sobre el comportamiento del consumo muestran que las familias destinan montos elevados a la temporada, lo que incrementa la necesidad de planear con precisión para evitar endeudamientos que pueden extenderse durante los primeros meses del año.
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En este contexto, la elaboración de un presupuesto detallado permite anticipar la presión financiera, registrar variaciones en el comportamiento de consumo y estructurar decisiones de acuerdo con la capacidad real de pago.
El profesor Miguel Ángel López, del área de Finanzas de EAE Business School, señala que muchos errores surgen desde la planificación inicial, pues diversas compras pequeñas suelen quedar por fuera del cálculo total.
El académico indica que la acumulación de gastos menores puede desbordar cualquier previsión si no se incorporan en una lista completa que incluya transporte, actividades sociales, variaciones en servicios del hogar y compras de última hora. Estas dinámicas, según explica, llevan a decisiones que aumentan el riesgo de sobreendeudamiento y afectan la estabilidad financiera posterior a la temporada.
Planificar el presupuesto sin omitir gastos menores
El comportamiento cultural asociado a la Navidad también influye en el diseño del presupuesto familiar. Las obligaciones sociales y la expectativa de participar en reuniones, intercambios de regalos y viajes determinan un patrón de gasto que no siempre corresponde a la capacidad económica real. El experto afirma que este componente simbólico genera presión y puede conducir a recurrir a créditos rápidos, lo cual representa un riesgo significativo para familias de ingresos limitados que destinan la mayor parte de sus recursos a obligaciones permanentes. Para evitar estos escenarios, el académico recomienda anticiparse mediante una lista completa que incorpore gastos mayores y menores, permitiendo jerarquizar lo esencial, ajustar lo prescindible y excluir lo que no corresponde a las prioridades financieras del hogar.
La recomendación inicial consiste en establecer un presupuesto realista que incluya la totalidad de los gastos previstos para diciembre. La delimitación de montos permite priorizar y asignar valores concretos a cada categoría. De acuerdo con López, herramientas como hojas de cálculo o aplicaciones de seguimiento financiero resultan útiles para registrar variaciones y recibir alertas cuando se aproxima un límite. La creación de sobres o bolsillos digitales también facilita distribuir los recursos en forma anticipada y mantener un control permanente sobre la ejecución del gasto.
Planee los gastos. Foto:iStock
Jerarquizar categorías y proteger el ahorro
Una estrategia clave consiste en jerarquizar los rubros esenciales y revisar cuáles pueden ajustarse sin afectar los objetivos de ahorro. El experto señala que diciembre no debe considerarse un mes independiente del ciclo financiero anual, pues los gastos fijos continúan y deben mantenerse dentro del presupuesto general. Esto implica separar anticipadamente el ahorro antes de asignar cualquier partida a celebraciones o compras, evitando sacrificar metas establecidas durante el año.
López propone destinar entre el veinte y el veinticinco por ciento del ingreso mensual a los compromisos propios de la temporada, distribuidos en categorías como regalos, cenas, eventos, viajes y un pequeño fondo de imprevistos. Si alguna categoría supera lo presupuestado, debe ajustarse sin afectar los recursos dirigidos al ahorro. La decisión de financiar gastos festivos, explica, debe evaluarse con cautela para evitar endeudamientos que comprometan los ingresos del año siguiente.
El registro anticipado de gastos de enero contribuye a mantener estabilidad financiera, pues compromisos como matrículas, seguros, impuestos y transporte suelen presentarse inmediatamente después de fin de año. Para el profesor, incorporar estos valores dentro del cálculo de diciembre permite dimensionar con claridad el margen disponible para compras navideñas y reduce la probabilidad de adquirir deudas adicionales en las primeras semanas del nuevo año.
No caiga en estadas navideñas que nublan estas fiestas decembrinas. Foto:iStock
Organizar compras, comparar precios y evitar financiamientos innecesarios
Otro elemento relevante consiste en comparar precios antes de efectuar compras. Las promociones de fin de año pueden estar acompañadas de incrementos previos o condiciones que no siempre representan un ahorro real. La revisión en distintos establecimientos y plataformas, así como la verificación de políticas de cambios y garantías, asegura claridad al momento de tomar decisiones. El académico destaca que este ejercicio de comparación puede reducir de manera importante el gasto total sin afectar la calidad de los productos adquiridos.
En cuanto a regalos, elaborar una lista específica y asignar un valor fijo para cada obsequio facilita controlar los desembolsos. Optar por productos de emprendimientos locales o alternativas no materiales puede disminuir costos y permitir un uso más eficiente del presupuesto. La planificación anticipada también evita compras impulsivas motivadas por la proximidad de las celebraciones y el incremento generalizado de la demanda.
La organización de cenas y reuniones requiere un enfoque similar. Realizar menús con anticipación, comprar insumos con tiempo y distribuir costos entre los participantes son mecanismos que reducen gastos innecesarios. López explica que las compras de última hora suelen implicar precios más altos y una menor disponibilidad de opciones, lo que presiona el presupuesto familiar y genera decisiones apresuradas.
El manejo responsable del crédito es otro punto fundamental en la planificación de diciembre. El experto recomienda evitar avances en tarjetas o financiamientos con tasas elevadas, y sugiere revisar cuidadosamente los costos asociados a cada modalidad. El objetivo es elegir alternativas que no incrementen de manera significativa el valor total de las compras y que se ajusten a la capacidad de pago prevista en el presupuesto mensual.
Para quienes reciben la prima de fin de año, López sugiere utilizar parte de ese ingreso para fortalecer la liquidez o ajustar compromisos financieros pendientes. El académico resalta que este recurso no debe interpretarse como un monto exclusivamente destinado al gasto, sino como una oportunidad para equilibrar el flujo de caja antes de comenzar el nuevo año. Una distribución estratégica de la prima permite reforzar el fondo de emergencias y evitar recurrir a créditos en los primeros meses.
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