El segundo año del gobierno Petro se cierra con un balance positivo en el tema medioambiental, un resultado agridulce en el Congreso y un saldo en rojo en el campo fiscal, de la salud y del orden público.
Desde Colombia, el mundo planteó salvar la biodiversidad
El país organizó entre el 21 de octubre y el 1.º de noviembre la COP16, donde tanto la diplomacia global como la ciudadanía enfocaron sus esfuerzos hacia el cuidado del medioambiente.
En un evento inédito e histórico, Colombia organizó en Cali la Cumbre de Biodiversidad (COP16), un encuentro en el que participó casi todo el planeta para desarrollar acuerdos que permitan salvaguardar la naturaleza y enfrentar la triple crisis ambiental. La COP16 rompió todos los récords para un evento de estas características: en la Zona Azul asistieron más de 12.000 personas; en la zona verde hubo más de 1’000.000 de visitantes. Se realizaron más de 1.000 eventos entre académicos y culturales, se generaron 122.000 millones de pesos en Cali y las ventas de los comercios en la ciudad crecieron 400 por ciento. Además, sentó las bases de una conversación -que aún se mantiene- sobre la importancia de salvar el planeta.
Pegasus: la versión que EE. UU. desmontó
En septiembre, el presidente Petro dijo que su campaña y gobierno habrían sido blancos del software espía israelí Pegasus. Mostró evidencia de que fue adquirido durante el gobierno Duque por la Policía y agregó que habrían usado para ello dineros incautados a la mafia. El 8 de noviembre, sin embargo, EL TIEMPO reveló que EE. UU. pagó la adquisición: “Queremos dejar muy claro que fue EE. UU. quien financió la compra de Pegasus en Colombia con recursos lícitos”, dijeron a este diario altos funcionarios, despejando la hipótesis que se tejía. Y así se lo confirmaron al mandatario y a la Fiscalía.
Crisis energética: salidas de fondo, en veremos
En 2024, los efectos del cambio climático y la dependencia de las fuentes hídricas en la producción de energía dejaron al país al borde de un racionamiento, con amenaza de apagón. Ciudades como Bogotá mantienen hoy cortes de agua y bajos niveles de embalses. Las caídas en reservas de gas natural y crudo junto a la falta de estímulos para la producción de estos hidrocarburos fueron la tormenta perfecta para que los colombianos estén pagando las tarifas de luz más altas de los últimos 30 años. El retraso en nuevos proyectos de generación aumenta la preocupación para 2025.
Cambio en Sistema General de Participaciones
El Congreso aprobó la reforma constitucional más importante de los últimos años. Una vez se apruebe y entre en vigor una ley de competencias, los recursos del presupuesto general que el nivel central transfiere a las regiones pasarán del 23,8 por ciento al 39 por ciento, gradualmente. Con la propuesta, cuyo ‘padre’ es el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, se busca promover la autonomía territorial. Aunque con críticas de expertos, el proyecto puso de acuerdo al Pacto Histórico y al Centro Democrático. “Es el verdadero acuerdo nacional”, ha dicho Cristo.
Se profundiza la crisis fiscal y aumentan recortes de presupuesto
Pese a nuevos impuestos, el recaudo de la Dian cayó junto con las inversiones. Entidades cierran el año sin plata para nómina y con el anuncio de un recorte de $ 28 billones. Mientras aumentan gastos de funcionamiento, la tijera pasó por recursos para la salud, subsidios de energía y Mi Casa Ya. La crisis se agravó con el hundimiento de la tributaria y la salida del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, por el caso de la UNGRD.
Se ahondó la crisis de la salud
Protestas de pacientes, escasez de medicamentos, hospitales quebrados, un proyecto de reforma cuestionado y un déficit de varios billones de pesos marcaron el debate de una crisis que se ha ido ahondando y que, para 2025, se avizora que será mucho peor. El Gobierno, en cabeza del ministro Guillermo A. Jaramillo, insiste en que no hay crisis, pero al tiempo acepta que no tiene recursos para garantizar el aseguramiento.
La ‘paz total’ no arrancó
El estancamiento en la mesa de diálogo con el Eln y la fragmentación de 2 de las disidencias con las que negocia el Gobierno (‘Estado Mayor’ y ‘Segunda Marquetalia’) marcaron el 2024 de la ‘paz total’, política que tiene hoy 7 procesos en veremos. El más adelantado es el acuerdo con Comuneros del Sur, disidencia del Eln. Aunque hubo 2 treguas este año, la violencia se ha recrudecido en zonas como Cauca y Arauca.
Un mal año para la educación
El 2024 cierra con noticias agridulces para el sector educativo: la U. Nacional vive una crisis institucional y una disputa judicial por la rectoría aún sin resolver, el Icetex estuvo cerca de quedarse sin recursos, la U. de Antioquia tambalea financieramente y las matrículas en universidades privadas se desploman. Llegó el tercer mineducación del Gobierno, Daniel Rojas, destacado por su activismo y no por conocer el sector.
Racionamiento: rutina y alarma
Ante la reducción de las lluvias durante casi todo el año y el bajo nivel de los embalses, que dependen de las afluencias, Bogotá y 12 municipios de la Sabana entraron desde abril en racionamiento de agua. Si bien en noviembre se presentaron precipitaciones, no fueron suficientes para que las represas se recuperaran, lo que hace prever que en el primer trimestre de 2025 seguirán los cortes sin alternativas a la vista.
El país se quedó sin Panamericanos
El año arrancó con la noticia de que la Organización Deportiva Panamericana (Panam Sports) comunicó que Barranquilla perdió la sede de los Juegos Panamericanos de 2027 por un incumplimiento en los pagos. Eso le costó el puesto a la ministra del Deporte de ese entonces, Astrid Rodríguez. Es el segundo evento de gran magnitud que el país dejó de realizar tras la decisión de no hacer el Mundial de fútbol de 1986.