Según un estudio de la Alianza Universitaria por el Derecho Humano a la Alimentación Adecuada (Aluddha), que integra a todas las instituciones con facultades de Nutrición, como la Universidad Nacional, de 1.954 hogares encuestados en 11 ciudades del país, entre 2021 y 2022, el 71,6 por ciento tenía inseguridad alimentaria. Un aumento del 17,4 por ciento de lo registrado en la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN) de 2015 —el estudio se realizaba cada cinco años, pero no se ha vuelto a hacer en más de una década—.
El informe de las universidades da cuenta que en las casas de estrato 1, el 86,4 por ciento presentó inseguridad alimentaria, y en las de estrato 2, el 82,9 por ciento lo registró. Además, en familias con menores de 18 años, este problema fue del 76,8 por ciento. Un dato no menor es que los hogares manejados por mujeres —jefatura femenina— reportaron más frecuente inseguridad alimentaria moderada (31,5 por ciento) y severa (16,8 por ciento), que en otro tipo de hogares.
Ese documento concluye que la inseguridad alimentaria aumentó con la pandemia y se instaló de forma más frecuente en los hogares con madres cabezas de hogar que tienen varios integrantes menores de 18 años. En esto coincide la Secretaría de Integración Social, que señala que la inflación y el desempleo e informalidad se suman a la pobreza monetaria que “se concentra en las localidades del sur, evidenciando un poder adquisitivo limitado que lleva a los hogares a reducir, la cantidad, calidad y frecuencia de consumo de alimentos”.
Si se detallan otros datos relacionados a la vulneración de niños, niñas y mujeres gestantes venezolanas, que viven en la mayoría de las localidades del sur de la capital, la pobreza y la inseguridad alimentaria son factores comunes, según el programa ‘Bogotá Cómo Vamos’. Para 2019, el riesgo de desnutrición aguda en niños migrantes menores de 5 años era de 18,4 por ciento con 359 casos registrados. Al año siguiente, la cifra bajó al 10,9 por ciento, con 134 casos, pero para el 2021, volvió a subir a 16,4 por ciento, con 343 casos y casi tres puntos porcentuales más arriba que el promedio distrital.
Para Unicef Colombia, los principales obstáculos identificados que causan inseguridad alimentaria son la “poca disponibilidad suficiente y estable de alimentos, el acceso y el consumo oportuno y permanente de los mismos en cantidad, calidad e inocuidad por parte de todas las personas, bajo condiciones que permitan su adecuada utilización biológica, para llevar una vida saludable y activa”, al igual que las condiciones del agua, y el saneamiento e higiene no adecuadas, algo que va ligado al desarrollo de enfermedades.
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