Las detenciones se desplazaron a territorio federal dentro de la ciudad, especialmente a juzgados como el de Federal Plaza, donde decenas de migrantes fueron arrestados al presentarse a controles de rutina.
Según denuncias de organizaciones como Immigrant ARC, estos espacios funcionan como centros de detención de facto, aunque ICE no lo reconoce oficialmente.
Cómo logra ICE avanzar en Nueva York pese a las protecciones legales
Las leyes de santuario no se aplican dentro de edificios federales, lo que abre una puerta a operativos de ICE sin necesidad de notificación municipal.
A esto se suma el temor de que las autoridades de Nueva York hayan incrementado su colaboración con el gobierno federal, especialmente tras la polémica entre el alcalde Eric Adams y el Departamento de Justicia.
Nueva York tiene políticas que buscan proteger a los migrantes. Foto:ICE / iStock
Aunque Adams niega cualquier “acuerdo” con la Casa Blanca, una orden ejecutiva que permitía al ICE abrir una oficina en Rikers Island fue bloqueada judicialmente por presunta corrupción vinculada.
Mientras tanto, organizaciones civiles y abogados de inmigración reportan operativos en barrios como East Harlem y Bushwick, así como solicitudes de acceso a refugios para personas sin hogar.
Aunque las redadas en escuelas y hospitales están prohibidas, el clima de ansiedad crece entre los residentes indocumentados, muchos de los cuales evitan asistir a servicios públicos por miedo a ser detenidos.
Sectores que dependen de la mano de obra inmigrante —como restaurantes y hoteles— se prepararon para posibles redadas, mientras la ciudad ofrece capacitaciones sobre derechos legales ante intervenciones del ICE.
“La gente no sabe si hay furgones del ICE circulando por la ciudad”, advierte Dave Giffen, de la Coalición para las Personas sin Hogar, al medio citado.
Desde 1989, Nueva York sostiene una política de santuario que busca garantizar que todos los residentes, sin importar su estatus migratorio, accedan a salud, educación y seguridad.
Pero la nueva ofensiva federal pone en jaque ese modelo: como advirtió la abogada Camille Mackler, las leyes locales protegen, pero no detienen a la entidad mencionada.