Con escasos tres meses al frente de la cartera de Hacienda y Crédito público, a la que llegó por designación del propio Presidente Gustavo Petro el pasado 4 de diciembre, luego de la renuncia de Ricardo Bonilla, Diego Guevara no iría más en ese cargo, según lo confirmaron a EL TIEMPO fuentes de la Casa de Nariño, quienes dijeron que todo estaría acordado para su salida.
Al parecer, la posición del ministro Guevara frente a la necesidad de seguir ajustando el gasto público para cuadrar el presupuesto de la Nación (12 billones de pesos adicionales) es algo que no le suena al Gobierno, razón por la cual el Presidente habría tomado la decisión de apartarlo de su cargo.
Guevara se vinculó al Ministerio de Hacienda con la llegada de José Antonio Ocampo, jefe de la cartera de Hacienda del actual Gobierno y primero en ocupar esa posición en este Gobierno.
Por ese misterio también pasó Ricardo Bonilla, quien a inicios de diciembre pasado se tuvo que apartar del mismo cargo, en medio de los escándalos de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos y de Desastres (Ungrd).
Mientras en Casa de Nariño el Presidente Petro se reúne con el ministro Guevara para discutir la actual situación de una eventual salida del funcionario de esa cartera, desde el Ministerio de Hacienda señalan que no hay nada oficial al respecto.
“El Ministerio de Hacienda informa que, hasta el momento, no se cuenta con información oficial sobre la situación reportada. Las declaraciones y rumores que circulan en diversos medios no han sido confirmados ni avalados por nuestra entidad. Continuamos trabajando con total compromiso en nuestras funciones y, en el momento en que se disponga de datos oficiales, se comunicará oportunamente a través de los canales institucionales”. indicaron desde la entidad.
Por ahora no se tienen nombres respecto a quién podría ser el reemplazo de Guevara en el Ministerio de Hacienda, aunque en el mercado comienzan a barajarse algunos posibles candidatos venidos de otras entidades oficiales.
¿Quién es el ministro?
Diego Guevara llegó a la jefatura de las finanzas públicas del país siendo viceministro general de Hacienda, quien asumió el cargo en una de las coyunturas fiscales más complejas de los últimos años del país, y con la misión de sacar adelante una ley de financiamiento, o reforma tributaria, para financiar el de 2025, algo que hasta el momento no ha tenido sus frutos.
Ministro de Hacienda, Diego Guevara. Foto:Ministerio de Hacienda
Guevara es ingeniero mecatrónico de la Universidad Nacional, con máster en Ciencias Económicas y doctorado de la misma institución en Economía. Llegó al gobierno de Petro desde el inicio, en agosto del 2022, viceministro.
Ha sido profesor asociado e investigador en la Universidad Nacional, la Fundación Escuela para el Desarrollo, Universidad de La Sabana y la Pontificia Universidad Javeriana. También consultor de la Agencia Francesa para el Desarrollo y profesor visitante en la Universidad de Viadrina en Frankfurt (Oder), Alemania, y ha publicado análisis en múltiples revistas académicas internacionales.
La crisis
Guevara ha tenido que lidiar con una coyuntura económica de las más complejas de los últimos años, no solo por la crisis fiscal —el déficit fiscal fue de -0,7 por ciento del producto interno bruto (PIB) en enero, el peor registro desde el 2004—, sino también por el elevado endeudamiento, el cual supera en la actualidad el privado. Mientras que la deuda del gobierno general fue de 65,7 por ciento del producto interno bruto (PIB) en el 2024, la de los hogares, empresas e instituciones financieras llegó a 58,2 por ciento, algo nunca antes visto.
La falta de salidas concretas que permitan corregir el rumbo que trae la economía colombiana tienen al país en la mira de las agencias calificadoras de riesgo. Hace apenas uno días Fitch Ratings, cambió la perspectiva de la deuda del país de Estable a Negativa, lo que volvió a encender las alarmar frente a la situación por la que pasa la economía local.
Según el centro de estudios económicos Fedesarrollo, el año pasado no se cumplió la regla fiscal y lo más preocupantes es que “hay incertidumbre para este 2025”.
“La persistencia de déficits fiscales por encima del 6 por ciento del PIB desde la pandemia, junto con una deuda neta superior al 60 por ciento y en aumento, incrementa la vulnerabilidad de las cuentas fiscales y su sostenibilidad”, aseguró el director de la entidad Luis Fernando Mejía, en reciente oportunidad.
Según sus palabras, esta situación seguirá generando presiones al alza sobre la tasa de cambio, la prima de riesgo y las tasas de interés, con efectos negativos sobre el crecimiento económico.
Otro factor de riesgo es el desempeño de la inversión, donde, si bien las obras civiles han impulsado su crecimiento, este se ha concentrado en segmentos distintos a la infraestructura vial debido a “barreras regulatorias y administrativas que han frenado proyectos estratégicos”.