Samsung Electronics, el gigante surcoreano de la tecnología, ha informado de un beneficio neto de 9,84 billones de wones (aproximadamente 28,94 billones de pesos colombianos) en el segundo trimestre del año.
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Este resultado representa un aumento del 471 % en comparación con el mismo periodo del año anterior, impulsado por el incremento en los precios de los chips debido al auge de la inteligencia artificial (IA).
El EBITDA de Samsung alcanzó los 11,60 billones de wones (34,12 billones de pesos colombianos), lo que supone un incremento de seis veces respecto al segundo trimestre de 2023. Por su parte, la ganancia operativa de la empresa se situó en 10,44 billones de wones (30,71 billones de pesos colombianos).
La facturación total de Samsung durante este periodo fue de 74 billones de wones (217,65 billones de pesos colombianos), un aumento del 23,4 % en comparación con el año anterior.
La empresa atribuye estos sólidos resultados al aumento de precios de las memorias DRAM y NAND Flash.
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Impacto de la Inteligencia Artificial
Aunque los resultados presentados este miércoles son ligeramente más modestos que las previsiones de la compañía del pasado 5 de julio, que anticipaban un beneficio operativo de 10,4 billones de wone (30,59 billones de pesos colombianos), la empresa atribuye estos sólidos resultados al aumento de precios de las memorias DRAM y NAND Flash, productos esenciales en la era de la IA.
En un comunicado, Samsung destacó que “los productos de alto valor añadido para la IA, combinados con mejoras generales de precios, contribuyeron significativamente al aumento de los resultados trimestrales”.
Este crecimiento llega después de un difícil 2023, cuando la disminución de la demanda llevó a la empresa a ajustar inventarios y reducir considerablemente la producción. En el primer trimestre de este año, Samsung ya había anticipado una recuperación sólida para 2024, lo que se ha visto reflejado en los resultados recientes.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial basada en información de la Agencia EFE y contó con la revisión de una periodista y un editor.