El aumento de las temperaturas y la disminución de las lluvias características del fenómeno de El Niño fuerte que padece Colombia tienen a los agricultores y a los ganaderos de diferentes regiones del país preocupados por su producción y por las pérdidas que se podrían generar.
Históricamente, el agro ha sido uno de los sectores más impactados por este fenómeno. Entre el 2014 y el 2016, este sector vio afectadas más de 1,1 millones de hectáreas de pasturas y cultivos de café, hortofrutícolas, cereales, yuca, caucho, fique, caña panelera y cacao, entre otros.
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Adicional a ello, más de 778.000 bovinos tuvieron que desplazarse por dificultades de acceso al agua, daños en las praderas y altas temperaturas.
Pese a que todavía es temprano para hablar de pérdidas generales en el agro, Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), dice que ya hay algunos empresarios en alerta, como los que siembran cebolla, los productores de tilapia o los ganaderos, entre otros.
“Hay que ver qué tanto dura este clima tan caluroso y qué tanto afecta las decisiones de siembra de cultivos, en especial, de ciclo corto. Unos bajos niveles de agua podrían complicarles la vida tanto a los agrícolas por los temas de riego como a los pecuarios”, opinó.
Por el momento, Fedegán calcula que van 8.879 bovinos muertos y otros 308.481 desplazados desde el 1.º de diciembre, lo que deja pérdidas de 16.645 millones de pesos. Según José Félix Lafaurie Rivera, presidente del gremio, el efecto negativo es notoriamente impactante en tres de las zonas productivas cuya principal actividad ha sido por décadas la ganadería bovina como son las regiones Andina, Caribe y los Llanos Orientales.
La peor situación se encuentra en la región Caribe. En el Magdalena han muerto 2.957 bovinos y en Sucre, otros 2.166. En estos dos departamentos, los daños llegan a 5.544 y 4.061 millones de pesos, respectivamente, según sus cuentas.

La temporada seca también genera alarma en lugares como Casanare, donde han muerto 1.386 bovinos hasta la fecha; Bolívar, que ha tenido 798 bajas, y Tolima, que reporta otras 511.
Esta situación, según el gremio, ha provocado una caída de 1,8 millones de litros en la producción diaria de leche a nivel nacional, lo que ha generado pérdidas económicas diarias de 2.351 millones de pesos.
“En los últimos 45 días hemos tenido pérdidas de más de 105.000 millones de pesos por la caída en la producción. El 98 por ciento de nuestra ganadería es extensiva, por lo que depende de los pastos. Si estos se secan por las altas temperaturas, el animal se nutre mal y no produce leche ni engorda”, explicó Óscar Cubillos, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán.
En total, el gremio reporta pérdidas por 122.400 millones de pesos por el fenómeno de El Niño entre el 1.º de diciembre de 2023 y el 15 de enero de 2024.
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Óscar Berrocal. Archivo EL TIEMPO
¿Y las heladas e incendios?
En este periodo seco también se están presentando heladas puntuales en las madrugadas en algunos lugares, como en la sabana cundiboyacense. Si bien algunos gremios reportan que las temperaturas no han bajado tanto como en años anteriores, otros dicen que ya empiezan a ver las afectaciones.
En el caso de la papa, Germán Palacio, gerente del gremio Fedepapa, dijo que, de las estaciones climáticas que hay en Cundinamarca y Boyacá, solo en la de Villapinzón se han reportado temperaturas bajo cero. “Por el momento, no podríamos hablar de una gran afectación económica para la papa”, dijo.
Entre tanto, en el caso de la leche, Felipe Pinilla, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac), explicó que las heladas que se están presentando reducen la cantidad y limitan la calidad de los pastos para la alimentación de las vacas. “En general, se espera una reducción de la producción de leche nacional por el impacto de ambos aspectos climáticos (el fenómeno de El Niño y las heladas)”, señaló.
El impacto en finca es diferenciado según la preparación que haya logrado cada productor para esta época. Pinilla explica que los que han trabajado en el largo plazo sus suelos, pastos y que tienen un plan para esta temporada podrían tener una caída en la producción que no supere el 10 por ciento.

Sin embargo, en los casos en los que no se ha logrado una adecuada planeación y preparación para la temporada, la afectación de la producción podría ser de más de un 20 por ciento, con casos extremos que pueden estar muy por encima de este porcentaje.
“El mensaje que hemos difundido entre productores es el trabajo permanente y con visión de largo plazo en sus suelos, pasturas y en la capacidad productiva de cada finca”, aseguró el líder gremial.
Del lado de las frutas, Álvaro Palacio, presidente de la Asociación Hortifrutícola de Colombia (Asohofrucol), explicó que las principales afectaciones de la sabana de Bogotá están dadas por el congelamiento y el marchitamiento tanto del fruto como de la planta.
“En general, toda la Sabana se ha visto afectada y se han generado pérdidas en cultivos de hortalizas (lechuga, cebolla puerro, brócoli, coliflor, acelga, espinaca) y de frutales (como la fresa y los arándanos). Se tiene información directa de los productores, quienes han manifestado afectaciones en Funza, Madrid, Mosquera, Chocontá, Cota, Sopó, Chía, Tocancipá, Nemocón, Cogua y Zipaquirá”, dijo.
En medio de este fenómeno de El Niño, el presidente Gustavo Petro declaró la situación de desastre nacional para poder controlar los incendios forestales que se están produciendo en diferentes puntos del país.
La ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, explicó que los municipios donde se presenta mayor riesgo de incendios forestales por las sequías y cuya agricultura está expuesta a eventuales daños se ubican en los departamentos de Huila, Cundinamarca, Boyacá, Sucre, Córdoba y Santander.
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Mayores impactos
Junto con el energético, el sector del agro es uno de los más afectados cuando hay un fenómeno de El Niño. Según estimaciones de Corficolombiana, cuando el país ha enfrentado uno “fuerte” su PIB ha crecido cerca de un punto porcentual menos frente a momentos en los que las condiciones climáticas han sido neutras.
“Si en el promedio histórico el sector crece anualmente a una tasa de 2,7 por ciento, cuando ha tenido un choque semejante ha aumentado un 1,8 por ciento”, explicó María Camila Orbegozo, directora de Análisis Sectorial y Sostenibilidad de Investigaciones Económicas de Corficolombiana.
En concreto, las ramas que tienen una mayor afectación por este fenómeno son los cultivos agrícolas, la pesca y la silvicultura. “Específicamente, son el arroz, el plátano, la caña de azúcar, la yuca y la papa”, cuenta la experta. Pese al recrudecimiento de las condiciones climáticas, Orbegozo dijo que el sector viene con una tendencia de recuperación. Por ello, apunta que el crecimiento para el 2024 sería de entre 1 y 2 por ciento con sesgo alcista.

