El dolor de una familia tras atropellamiento masivo en ciclovía de Bogotá – Bogotá

Juan Camilo Jiménez Alfonso, de 47 años, es una de las víctimas de Álvaro Estiven Pulido Acosta, quien conducía en estado de embriaguez grado 1 y arrolló con su vehículo a cinco ciclistas, causándole la muerte a uno de ellos, el pasado 26 de febrero, en el sur de Bogotá.

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Se quedó sin celebrarle el cumpleaños a su hijo el próximo domingo. Le había dicho a su familia que por eso no iba a hacer deporte ese día. Tenía planes de cocinar, era una actividad que también lo apasionaba y la tenía en mente para esa fecha especial.

Su hermano, Freddy Jiménez, dice que es un hombre enérgico que practica deporte en su bicicleta al menos cuatro veces a la semana. Es padre de cuatro hijos y trabaja en la industria del calzado. “Actualmente, él no vive con ellos, sino con mi mamá, conmigo y mis hijos y ambos compartimos los gastos del hogar”. Ellos viven en el barrio Libertador, en la localidad de Rafael Uribe Uribe.

“Lo que tiene mi hermano es muy grave, sobre todo, el daño que sufrió en su cabeza , tiene una fractura de tórax y los pulmones comprometidos”.

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Los amigos de la víctima también han sentido que dentro del juicio no se ha tomado en cuenta el estado de salud de este hombre. “Nos preocupa que nadie ha dicho que mi amigo se está debatiendo entre la vida y la muerte. Nadie ha ido a pedir su historial médico”.

Juan Camilo no podía quedarse quieto, no en su cotidianidad. “Por eso, lamento tanto verlo así. Su estado de salud es crítico. Su pronóstico es reservado. Esperar el día a día es una tortura. Como puede mejorar, puede empeorar su diagnóstico”.

Según le han explicado los médicos a la familia, el pronóstico es de alta gravedad, sobre todo, el daño que sufrió en la cabeza. Además tiene una fractura de tórax y los pulmones comprometidos, y la columna también sufrió daños. Esta familia teme que el agresor de Jiménez quede en libertad y pide que se haga justicia. “Quién nos va a responder si mi hermano queda mal después de esta agresión contra su vida”. Este hombre aún está interno en la clínica Santa Juliana.

Juan Camilo Jiménez Alfonso, de 47 años,

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Quien recibió de primera mano información sobre esta tragedia fue la Policía de Tránsito. Desde allí se dijo que en la mañana del domingo se había instalado un puesto de control en la zona y un conductor, en aparente estado de embriaguez, intentó eludir a los agentes. La salida que encontró fue dar reversa y en su huida atropelló a cinco personas.

El coronel Wilson Barrios, comandante de la Policía de Tránsito de Bogotá, explicó que “el sujeto, cuando identificó el puesto de control, de forma temeraria decidió darle reversa al vehículo. Unos metros adelante ingresó a la ciclovía y atropelló a las personas que estaban disfrutando de la actividad”.

La primera persona a quien atropelló fue a un adulto mayor de 79 años. Los testigos cuentan que el momento fue impactante: “Le pasó por encima al señor. El señor estaba muy mal”. Y luego de arrollar a este hombre, quien finalmente murió por las lesiones, el conductor del vehículo atropelló a otras cuatro personas, entre ellas un menor de 16 años y una mujer.

Una de las personas que estaban en la ciclovía en ese momento y acompañaban a uno de los heridos comentó que estaban en el semáforo cuando el conductor del carro empezó a arrollar en reversa a las personas. “Arrasó a la gente”, manifestó.

Judicialización

Esta semana, la Fiscalía, a través de la Seccional Bogotá, logró la judicialización de Álvaro Estiven Pulido Acosta. Las pruebas indican que este hombre, en efecto, conducía a alta velocidad e invadió un tramo de la ciclovía en el barrio El Sosiego, por lo que fue interceptado por un integrante de la Policía Nacional.

Como parte del procedimiento de rigor, el uniformado le practicó la prueba de alcoholemia, la cual arrojó grado uno de embriaguez, y realizó la inmovilización del automotor.

Ante esto, el hoy procesado, presuntamente, subió al carro, lo encendió y aceleró en reversa. En la huida chocó con varios biciusuarios. A causa de esa acción, un adulto mayor de 79 años murió y otras cuatro personas quedaron heridas, una de ellas, de 48 años, permanece en grave estado de salud en un centro asistencial.

En ese sentido, la Fiscalía imputó a Pulido Acosta los delitos de homicidio en la modalidad de dolo eventual, en concurso heterogéneo, con lesiones personales agravadas. Los cargos no fueron aceptados y, por disposición del juez de control de garantías, el investigado deberá cumplir medida de aseguramiento en establecimiento carcelario.

El abogado John Fajardo informó que, si la Fiscalía le imputó homicidio a título de dolo eventual y lesiones personales agravadas, la pena a la que se expone Pulido es de, aproximadamente, un mínimo de 18 años de cárcel y un máximo de 37.

Por su parte, el abogado penalista Guillermo Rodríguez explicó que Pulido podría pagar de 13 a 25 años por el delito de homicidio ya que, al ser concurso de conductas, se aplica la más grave. El juicio, dice, no le conviene porque es evidente que intentó huir. Un preacuerdo, en cambio, implicaría cambiar la imputación de autor a cómplice, variar el delito de homicidio a dolo eventual a homicidio culposo.

“Sin preacuerdo, la situación del implicado se agrava porque las penas del homicidio quedaron muy altas partiendo de un agravante de 40 años”, dijo el penalista.

CAROL MALAVER
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REDACCIÓN BOGOTÁ.


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