El ministro de las TIC Mauricio Lizcano se va en enero. En público y privado, el actual jefe de la cartera de las TIC ha dicho que el 2025 comenzará con su salida de un Ministerio que, hay que reconocer, logró levantar y consolidar en varios de sus proyectos y tareas.
Por supuesto que hay críticos. Algunos por cálculo político. Otros con más fundamento técnico y estadístico, de la gestión de Lizcano frente al MinTIC.
A la fechas y a la luz de los datos conocidos de gestión y ejecución, Mauricio Lizcano fue una grata sorpresa como ministro: dedicado, trabajador, vigilante y con un carácter gerencial y estructural, de procesos y seguimientos, muy lejos de lo que se escucha como queja generalizada del resto del Gobierno.
En tal sentido, fue un ejecutivo lejano de las consideraciones ideológicas que supo trabajar de la mano del sector privado, de entender sus dolores, preocupaciones y expectativas, para ajustar y saldar no solo viejas deudas y temas pendientes por años, con el único objetivo de incentivar la inversión privada, al tiempo que también les exigió, criticó y sancionó.
Y también se ajustó a la misión que el Presidente Petro le dio de darle espacio a las comunidades en los planes del MinTIC, de integrarlos activamente.
Conectividad, inteligencia artificial (sí, Ministro, lo van a recordar como “el ministro de la inteligencia artificial” como se lo propuso) y formación fueron sus columnas del plan PotencIA Digital, con datos y números que dan cuenta de una ejecución profusa, que deja al MinTIC con un 98 por ciento de inversión presupuestal, el mejor del Gobierno.
El unísono del sector TIC es que Lizcano “fue un buen ministro”, además bien rodeado con profesionales como Gabriel Jurado, hombre del sector TIC, pragmático, conocedor y eficiente; además de Belfor García, profesional ‘de la costilla’ del Presidente Petro, quien al frente del viceministro de Transformación Digital también demostró su profesionalismo, conocedor, con amplia capacidad de trabajo mancomunado con el sector sin dejar de lado su encomienda de llevar el tono social, el de las comunidades, en el MinTIC.
El próximo ministro o ministra de las TIC tendrá retos importantes: consolidar el 5G, amenazado por las dudas de que Telecall cumpla con su compromiso con la subasta en recursos y despliegue de redes; que la fusión de Tigo y Movistar se dé para que el sector aleje las amenazas de crisis; que Wom sea del todo rescatada por la misma razón; que las condiciones para la inversión privada se sigan mejorando y que las inversiones en conectividad, planes de formación, programas de innovación y la construcción de los centros de inteligencia artificial, entre otros, realmente se materialicen.
Ojalá las riendas del Ministerio de las TIC, luego de Lizcano, queden en manos de una persona lejana del activismo político, que tenga la sensibilidad de darle continuidad a los planes trazados y al sentido de trabajo articulado entre sector público y sociedad civil, las comunidades, para que esta cartera quede, como va, como una de las que superó las expectativas y que demostró que se pudo avanzar sin ideologías. Ojalá.
JOSÉ CARLOS GARCÍA R.
Editor Multimedia
@JoseCarlosTecno