El cardenal Luis José Rueda Aparicio, primado de Colombia, hizo un llamado a frenar la violencia en el país durante las honras fúnebres del senador Miguel Uribe Turbay.
“Un día nuestra patria se despertará con la noticia del triunfo de la justicia y la paz. Porque este país que amamos no puede seguir como un país de muertos“, expresó el cardenal.
La Iglesia centró su reflexión después del evangelio en la Catedral Primada de Colombia en la necesidad de derrotar la “anticultura de la muerte” que se quiere ensañar con el país.
“Si queremos salir de esta compleja situación, se requiere que cada persona ofrezca lo mejor que lleva adentro, lo mejor de cada mujer y cada hombre. Es la hora para tejer juntos nuevas relaciones, con nosotros mismos, con Dios y con el ambiente social”, manifestó Rueda.
“Reconozcamos sinceramente que estos son tiempos de empobrecimiento ético y de polarización agresiva que nos arruina y acaba con nuestro país. Sembremos semillas de paz y esperanza”, agregó.
Además, exaltó a la esposa del senador del Centro Democrático, María Claudia Tarazona, por “la valentía, su testimonio de fe y por hablarle de corazón al país”.
Igualmente, pidió a los colombianos mantener viva la esperanza y reaccionar de manera pacífica ante este tipo de circunstancias. “Con el mensaje de la Conferencia Episcopal de Colombia, llamamos a los colombianos, hombres y mujeres, a no dejarnos robar la esperanza y reaccionar pacíficamente defendiendo los principios y valores que nos constituyen como nación”.
Durante su discurso, pidió pensar en las siguientes generaciones con dos preguntas: “¿Estamos dispuestos a servir y a trabajar para dejarle una Colombia unida a las siguientes generaciones? ¿Estamos dispuestos a respetarnos los unos a los otros para que la tinaja se llene de vino nuevo y juntos paremos esta lamentable fábrica de muertos en campos y ciudades de nuestro país?”.
Por otro lado, llamó a una oración de gratitud por la vida de todos los que luchan por la paz en las regiones y exaltó a los médicos que trabajan para preservar la vida, destacando a la Fundación Santa Fe de Bogotá, centro hospitalario donde estuvo Miguel Uribe durante dos meses siendo atendido.
“Le pedimos al señor que nos conceda fortaleza y paz. Que nos de a todos la luz de su palabra, la presencia del espíritu santo y la ternura de la virgen María, solo así podremos avanzar con el dolor de estas heridas hacia la cultura nueva, la cultura del respeto social, la dignidad humana y la libertad con justicia”, sostuvo.