Colpensiones avanza en su plan de reforzamiento tecnológico con miras a recibir, por lo menos, 18 millones de nuevos afiliados que llegan desde las administradoras de pensiones privadas (AFP), tal como lo dispone la Ley 2381 del 2024, que entra en vigor el próximo 1.º de julio.
Jaime Dussán está a cargo de esa modernización como presidente de la entidad, tarea que no ha sido fácil y en la que se habrá invertido, al final del proceso, al menos, 50 millones de dólares.
El directivo dijo que confía en la inteligencia y buen juicio de la Corte Constitucional para sacar adelante esta importante reforma; no obstante, dice que en Colombia cualquier cosa puede pasar, incluso que se declare inexequible, ante lo cual no hay plan B y se tendrá que seguir aplicando la Ley 100.
¿En qué etapa van dentro de los retos que le impuso la reforma pensional?
Tres temas clave. Primero, decir que la Ley 2381 del 16 de julio del 2024 está vigente y se han expedido ya dos decretos reglamentarios de la misma, uno que organiza la parte técnica y las tareas que le competen a Colpensiones, y otro que crea una entidad de ahorro a la que irán los excedentes de las personas que devenguen más de 2,3 salarios mínimos. Estamos trabajando en un tercer decreto marco para organizar toda la mecánica, porque a partir del 1.º de julio de este año, todos los afiliados de los cuatro fondos privados (AFP) también serán afiliados de Colpensiones, con lo cual superaremos los 22 millones de colombianos. De los fondos vendrán 18 millones, que se sumarán a los 7,8 millones de Colpensiones.
¿Le preocupa el manejo de ese volumen de afiliados?
No, nuestra principal preocupación es que la mitad de esos afiliados no cotiza para su pensión. Algunos lo hacen de manera permanente, lo cual es muy bueno; otros ahorran más allá de los 2,3 salarios mínimos, otros lo han hecho por algunos periodos mientras han tenido trabajo, de ahí la importancia de contar con una ley laboral que garantice la estabilidad de la cotización de las pensiones de las personas. Del total de afiliados, hoy cotizan de manera permanente para su pensión cerca de 13,5 millones, por lo que nuestra tarea será ir por esos que no aportan.
¿Cuántos afiliados a Colpensiones salieron por el tema de las Accai?
Este proceso concluyó el jueves anterior, por lo que las personas que cotizan para su jubilación por encima de los 2,3 salarios mínimos debían escoger una administradora del componente complementario de ahorro individual (Accai) que les maneje el monto de su aporte que supere ese tope. La Superintendencia Financiera acreditó a las cuatro AFP que operan en el país para ser Accai, luego todos los afiliados a Colpensiones que cumplan esa condición, unos 447.512, pasan a esas entidades en un proceso que debe estar listo este 31 de enero.
¿Con qué criterio se hará ese traslado de las personas que no hicieron esa elección?
Las personas tuvieron la oportunidad de decidir en qué Accai estar. Los que no, nosotros los tomamos y se los entregamos a la UGPP (Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales) para que los distribuya por partes iguales entre esas cuatro entidades, que es lo más equilibrado. Pero la noticia es que Colpensiones también será una Accai, para lo cual ya inició ese trámite ante la Superfinanciera.
¿Por qué hasta ahora esa solicitud? ¿No hubiese sido mejor haberlo hecho antes para evitar que esos 447.000 afiliados se fueran?
Las AFP, que hoy también operan como Accai, llevan funcionando 30 años, por lo que les quedó más fácil esa autorización. El decreto salió el 24 de diciembre del año pasado y tenemos un tiempo para solicitar la licencia, lo cual ya se hizo, pero tengo que pedirle a la junta directiva que modifique los estatutos, crear una junta para la Accai y hacer una estructura que debemos tener lista a principios de mayo próximo.
¿Cómo recuperar esos afiliados que se les fueron para las Accai?
Eso es poquito para mí. Recuperarlos es fácil porque son míos. Lo que quiero es que los 24 millones de colombianos se vengan a la Accai, para ello habrá que hacer una campaña, decir que lo mejor es estar en la misma casa, porque en el futuro el régimen pensional de Colombia será igual al de los países europeos y de algunos latinoamericanos. La institución que pensiona, en este caso Colpensiones, debe tener los recursos de los colombianos tanto un porcentaje del salario mínimo como también el ahorro de ahí en adelante.
¿Cuánto percibía Colpensiones con sus afiliados y cuánto recibirá de más con los que llegarán?
Lo que dejó claro la ley es que esos recursos los administrará el Banco de la República a través del Fondo de Ahorro que se creará y estos se llevarán al mercado para quienes estén interesados en utilizarlos para la inversión, el desarrollo económico y la industrialización del país. Seguramente el banco (de la República) les prestará esa plata, que se convierte en la reserva pensional pensando en el 2070 proyectado en la Ley 2381, luego van a estar protegida. Hoy del Presupuesto General de la Nación para el año que terminó fueron 22 billones de pesos (para pagar pensiones), pero solo utilizamos 19 billones. Para el 2025 tenemos 29 billones, lo que llegará del traslado de las AFP son cerca de 14 billones y con los recursos que se pagan a Colpensiones por los afiliados superamos un presupuesto de 57 billones. En los próximos años, cuando se normalice el proceso, ese presupuesto superará los 100 billones anuales.
¿Qué tan preparado está Colpensiones para recibir esa avalancha de afiliados?
El régimen pensional de Colombia tiene 30 años (Ley 100), al momento de expedir la carta política existía esa ley y ese proceso se dividió en dos regímenes, estaba el Seguro Social y se estableció el régimen privado dando origen a las AFP, que tienen la mayoría de los afiliados (18 millones), mas no la de pensionados (unos 320.000). Colpensiones tiene más de 7,8 millones de afiliados, nos cotizan 3,8 millones, pero tenemos más de 1,7 millones de pensionados. Los fondos privados lo que hicieron fue tomar la plata, ponerla a trabajar y cobrar una comisión. Hoy tienen más de 420 billones de pesos que solo llegarán a Colpensiones a medida que las personas vayan cumpliendo los requisitos para su jubilación.
Pero, ¿están preparados tecnológicamente?
Quien no se actualice tecnológicamente muere. A mí se me cayó la página de internet esta semana, entre otras, por un problema tecnológico global y por una dificultad interna entre empresas. Pero logramos resolver el problema en muy poco tiempo. Mi equipo tecnológico ha trabajado en estos dos años que llevo al frente de Colpensiones en cuatro temas, uno de estos es la inteligencia artificial, hemos hecho acuerdos con Indra, con Telefónica, con Telecom y más de 15 empresas de las más importantes del sector, de manera que nos hemos fortalecido.
¿Cuánto han invertido en ese proceso?
Creo que la inversión de Colpensiones supera los 50 millones de dólares, lo que nos permitirá decir que no tendremos problemas cuando llegue el momento. Acá han venido la Superfinanciera y la Procuraduría y han visto nuestros avances. Hicimos, además, una reestructuración, nombramos un director de vigilancia cibernética para protegernos de ataques, hemos avanzado y estamos preparados para recibir ese contingente de 18 millones de colombianos que vienen para Colpensiones.
¿Dónde están esos mayores retos en la implementación de la Ley 2381?
La parte de recibirlos y ver cuáles son los mecanismos tecnológicos para que el 1.º de julio los pueda incorporar en mi estructura y después organizar sus historias laborales para responderles sobre su situación, porque muchos querrán saber cómo quedan y cómo se les pagarán sus mesadas. Este es un proceso revolucionario y estamos preparados.
¿Por qué los jóvenes están inconformes con esta reforma?
No conozco un solo joven inconforme, no sé de dónde los han inventado. Ellos son los que más se benefician con este sistema, pero a muchos en el pasado los convencieron de pasarse a los fondos y ahora se están devolviendo, porque se dieron cuenta de que en los fondos solo ahorraban y luego retiraban la plata, acá no pueden retirarla. A los jóvenes los vamos a meter en la cultura del ahorro, la gente tiene que ahorrar para pagar su pensión. Una persona con 20 años empieza a trabajar y a cotizar sobre la base de un salario, se entusiasma y continúa aportando para su jubilación en la medida que va incrementando su salario, así se podrá pensionar con mucha plata, como lo han hecho muchos en el país.
¿Qué decirle a las personas a las que la reforma les abrió una ventana de oportunidad de traslado para que se cambien?
Hay un régimen de transición, las mujeres que tienen 750 semanas y los hombres con 900 semanas al 1.º de julio de este año vienen con el régimen anterior. Ellos no deben ir a ninguna Accai, siguen en Colpensiones o en las AFP. Ahora vienen los derechos, es lo que se llama ajustar la ley para los beneficios que van a tener las mujeres, los jóvenes, los de la pensión anticipada.
Temen que en el proceso de revisión de la reforma por parte de la Corte Constitucional algo se cambie…
Todo es posible en Colombia, hay leyes que se devuelven al Congreso de la República, hay posibilidades de que se declare la inexequibilidad de la ley o que uno u otro artículo sean declarados inexequibles. Yo espero que la Corte actúe con el mandato constitucional y por supuesto con su inteligencia y capacidad de analizar el momento político.
Y si la reforma no pasa el examen de la Corte, ¿qué pasa?
Volvemos a la Ley 100, no pasa nada, Colpensiones y las AFP siguen pensionando como hasta ahora. Pero yo creo en la inteligencia de la Corte, el juez constitucional debe ubicarse en la realidad colombiana. Los nueve magistrados tienen diferentes opiniones, apenas se iniciará el debate de las 109 demandas interpuestas contra la reforma. Nosotros solo hemos dicho que entiendan y comprendan la importancia mayoritaria que tiene la ley y los errores que aparentemente se hubieran podido cometer, si ellos lo consideran jurídicamente, son yerros que pueden corregir.
El plan B es seguir con la Ley 100…
El plan B no existe, acá sencillamente si se cae la Ley 2381 seguimos con la Ley 100, ya no hay Accai, no habrá tope de 2,3 salarios sino que seguimos con la norma anterior, la competencia seguiría y eso sería catastrófico para Colombia y el Gobierno tendría que presentar al Congreso una nueva ley.