Colombia, al igual que el resto de economías latinoamericanas y del mundo, no la tendrán nada fácil en un contexto de mayor desaceleración como el que se avizora para el próximo año.
Así se lo dijo a EL TIEMPO, Kathryn Rooney Vera, jefa de Investigación Macro Global en Bulltick Capital Markets, quien asistió ayer, al foro ‘Retos económicos del nuevo gobierno’, organizado por Corficolombiana.
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¿Cuán profunda cree que será la desaceleración de la economía global en el 2023 y de manera particular la de Estados Unidos?
Estados Unidos ya está en una desaceleración bastante importante, ya vimos que el primero y el segundo trimestres fueron negativos y espero que el tercero y cuarto de este año sean positivos. Para el 2023 tengo expectativas de más de 50 por ciento de probabilidad de que entremos en recesión de nuevo y lo que nos va a decir que tan profundo será, es la magnitud del deterioro en el sector laboral. Si efectivamente sube en términos de tasa de desempleo a 4,5 – 4, 9 por ciento, eso le pegará muy duro al consumidor. Si el escenario es positivo y el sector laboral se mantiene en estos bajos niveles casi récord, tal vez evitamos esa recesión.
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Creo que es muy difícil, debido a las tasas de inflación, que no lleguemos a ver una desaceleración más importante el próximo año. Soy un poco más negativa con respecto al crecimiento económico en Estados Unidos. En Europa, creo que es inevitable la recesión, el banco de Inglaterra dio su visión muy clara y espera que todo el 2023 esté en recesión. Europa estará en recesión, China crecerá menos de lo normal. Así que el año que entra, será una desaceleración económica y el único mercado que está descontando eso es el de renta fija, el de renta variable, aún no.
¿Qué tan impactada puede resultar una economía como la colombiana, que tendrá uno de los crecimientos más vigorosos del 2022, pero no así en el 2023?
Colombia tendrá el mejor crecimiento de toda Latinoamérica este año, 5 por ciento, ese es un número muy bueno, pero el próximo año espero que la tasa de crecimiento real del PIB del país caiga hasta el 2 por ciento. Es una desaceleración importante, y eso probablemente vendrá por razones muy parecidas: el Banco de la República está subiendo su tasa de interés, la cual puede llegar a 9,5 por ciento este año y eso le pegará al consumo. Este año lo que vimos muy positivo para Colombia y Latinoamérica, en general, fue que el consumo repuntó y los términos de comercio mejoraron de manera feroz. Con esto me refiero a los precios del petróleo, la soya, el café y el cobre que subieron muy fuerte. Pero eso cambiará, es parte del ciclo económico, no es nada de lo que debamos asustarnos, sino que con la pandemia se agravó todos y las subidas y las bajadas son tenaces.
¿Qué tendría que hacer Colombia para evitar un coletazo fuerte de esa eventual recesión?
Mantener relaciones buenas con Estados Unidos. Y ojalá las materias primas se mantengan en precios altos y el nuevo gobierno logre que la inversión siga llegando. Colombia tiene la cuenta corriente y la cuenta fiscal en déficit, se bajó la calificación. Es importante que las instituciones sigan fuertes y amigables a los mercados y a los inversionistas, a las empresas que han venido acá a sentar sus bases y sus productos.
Así como ver cómo el Gobierno maneja el tema de energías renovables; si el ajuste es fuerte y radical, eso trae problemas, ya que el sector de petróleo e hidrocarburos es el 20 por ciento de los ingresos. Se tendría que mantener eso para conservar la calificación.
Es importante que las instituciones sigan fuertes y amigables a los mercados y a los inversionistas, a las empresas que han venido acá a sentar sus bases y sus productos.
Desde una perspectiva internacional ¿cuáles serían los principales retos económicos de Colombia?
La reforma fiscal para evitar otra reducción en la calificación y ayudar a la economía a mantener su exposición, el petróleo, fomentar el turismo, así como otras industrias para que ese crecimiento siga siendo fuerte. También la reforma de pensiones y controlar la inflación porque está muy alta y el Banco de la República, como dije, está haciendo bien su trabajo. Lo que falta es la parte política, ver estabilidad, tenemos un nuevo presidente y ese será uno de los retos, ver estabilidad política, sobre todo para nosotros, que soy extranjera, eso es lo que más estamos viendo en este momento.
¿Cree que el país la tenga fácil para recuperar su grado de inversión?
La inversión directa extranjera es muy importante para cubrir el déficit en la cuenta corriente. La cuenta corriente colombiana tiene uno de los déficits más grandes de la región, está arriba de 4 por ciento del PIB.
Entonces, no será fácil, tendría que pasar una reforma fiscal que sea sustancial. Hoy en día dos agencias calificadoras tienen a Colombia por debajo de grado de inversión (nivel basura) y una calificadora todavía en grado de inversión. Lo que más urge es esa reforma fiscal. Entonces, recuperar el grado de inversión no es fácil, sobre todo en un entorno de crecimiento económico en desaceleración, con inflación alta, con un gobierno nuevo no probado y sin esas reformas, porque la reforma fiscal que se realizó dos años atrás con Duque fue bastante aguada, hace falta otra para llegar a graduar la inversión.
El nuevo gobierno les genera dudas o preocupaciones…
Hay muchas dudas porque se ha hablado de restringir y cancelar permisos de exploración de petróleo y esas cosas asustan porque varios de esos permisos ya son contratos firmados. Incluso si un inversionista no está en esa industria petrolera se asusta porque le genera riesgos esa situación. Asusta también ver que pueden venir unas políticas más antimercado o antiinversión y esas son las preocupaciones más importantes de los mercados internacionales. Sin duda alguna quizás no es así, quizás termina cambiando lo que ha prometido. No solo Colombia sino todos los países que han cambiado a la izquierda, muchos hablan en sus campañas haciendo promesas y luego pasan a ser más pragmáticos porque se dan cuenta que eso es lo que genera riqueza para el país.
Todavía hay esperanza y los mercados e inversionistas están muy cautelosos… Te digo una cosa para cerrar esta pregunta, pero Colombia tiene una posición muy favorable porque ha ganado mucho en términos de credibilidad y de visión frente al mundo y pienso que el gobierno no quiere perder eso.
¿En este momento cuál cree que sea el punto más débil de la economía colombiana?
Los déficits siempre han sido los puntos más débiles para el país y creo que sigue siendo así, es el riesgo que veo más grande. Como economista, si veo o vemos un cambio radical al sector de petróleo nos preocupa porque eso puede afectar la parte más débil de la economía: la producción de petróleo baja, eso empeora el déficit fiscal, la cuenta corriente sube porque las importaciones suben, las exportaciones bajan y hacen que el tipo de cambio deprecie el valor versus el dólar, hace que los precios y las tasas de los activos como renta fija, renta variable, bajen de precio.
Esto sería algo muy fuerte en términos de los ingresos fiscales, ya que un quinto de los ingresos fiscales viene de los hidrocarburos y eso para mí es lo que más me asusta. Además todo esto genera un círculo vicioso y todo empieza a empeorar, bajan los flujos de inversión directa, empeora aún más el déficit en la cuenta corriente y como asesora de cuentas internacionales grandes que invertimos en Colombia, lo más importante es ver cómo hablan los ministros, escuchar al presidente, ver cómo es el plan fiscal y de pensión, ojalá sea algo pragmático y nos permita seguir en ese camino con una Colombia fuerte.
¿Además del alza de tasas, qué otras salidas tienen los países para contener la inflación?
La única manera realmente no es subir las tasas, esto no va a lograr todo, hay que recordar que la Reserva Federal y la política monetaria no es todo y no controla toda la cesta de inflación de precios. Entonces, se puede subir la tasa todo lo que quiera, pero lo que hará que la inflación baje hacia la meta de 2 por ciento (acuérdate que la meta en mi país es esa) es el sector laboral, los salarios tienen que bajar, el sector laboral tiene que dar la vuelta y empezar a subir la tasa de desempleo. Lo que veo que hace falta para que baje de 9 a 2 por ciento es disminución significativa de la demanda y que el sector laboral de la vuelta.
También influyen los elementos exógenos, como el precio del petróleo, los de los alimentos y las rupturas en la cadena de la oferta, todo eso está mejorando y eso ayudará a la tasa de inflación. También contribuirá la desaceleración económica, las tasas subiendo y otra cosa que quería destacar es la base estadística que nos favorece mucho. Entonces, espero que la tasa de inflación baje hasta 4,5 por ciento a finales del 2023 debido a esos factores.
¿Esta coyuntura actual de inflación desbordada hasta qué punto puede llevar las tasas de los bancos centrales de los Estados Unidos y de la zona euro?
La zona euro probablemente va a subir 1,5 por ciento, mientras que Estados Unidos lo haría hasta el 3,5 por ciento. Ya vimos que el dato laboral de generación de empleo de Estados Unidos sorprendió de forma positiva, es una cifra muy importante y salió arriba de 500.000 nuevos trabajos en julio. Creería que para fin de año llegamos a 3,5 por ciento.
Carlos Arturo García M.
@CarlosGarcíaM66
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