En Colombia, expertos en política exterior coinciden en que la estabilidad de la relación con EE. UU. dependerá del resultado de las elecciones del 5 de noviembre.
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“La política exterior de Petro se vería seriamente afectada. Por ejemplo, Trump no comparte su urgencia por enfrentar el cambio climático, su visión alternativa del problema de las drogas ni su aproximación al problema venezolano. Por su parte, un triunfo de Harris garantizaría estabilidad en la relación y mantendría a Colombia como un aliado importante en la región”, dice el abogado especialista en gerencia y asuntos públicos Eduardo Piñeros.
Asimismo, el consultor internacional Álvaro Benedetti considera que un segundo mandato de Trump significaría un endurecimiento inmediato de las demandas de seguridad, mientras que una presidencia de Harris invitaría a Colombia a una cooperación estratégica de largo plazo.
En cualquier caso, voces como la de María Claudia Lacouture, presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio Colombo Americana, creen que es fundamental que el gobierno colombiano actúe de manera proactiva para presentar al nuevo gobierno estadounidense una serie de acciones estratégicas.
“Esto incluye iniciativas en cooperación para impulsar un mayor intercambio comercial, mejorar el control migratorio, atraer inversión, combatir el narcotráfico, fortalecer la seguridad y promover la democracia en la región”, dijo.
Ahora bien, la apreciación del excanciller Julio Londoño Paredes es que ningún Gobierno, republicano o demócrata, ha tenido un interés realmente significativo sobre Colombia, más allá de reconocerlo como un aliado, y en este caso no sería muy distinto.
“Estados Unidos está preocupado porque tienen dos guerras muy graves y una situación muy delicada con China. A mi juicio, aunque sea Petro el presidente, no les va a importar mucho la situación política de Colombia”, dice.
JUAN PABLO PENAGOS
Redacción Política