Un hito reciente en el campo de la medicina robótica puso de manifiesto el potencial de los robots en el ámbito quirúrgico. Investigadores de la Universidad Johns Hopkins y la Universidad de Stanford entrenaron a un robot del sistema quirúrgico Da Vinci para que realice tareas quirúrgicas esenciales con una precisión comparable a la de los cirujanos humanos. Este entrenamiento se basó en el análisis de videos de cirugías realizadas por expertos.
El sistema Da Vinci, conocido por su aplicación en cirugía mínimamente invasiva, fue mejorado mediante técnicas de aprendizaje por imitación. “Es realmente mágico tener este modelo. Todo lo que hacemos es introducirle datos de la cámara y puede predecir los movimientos robóticos necesarios para la cirugía”, explicó Axel Krieger, profesor adjunto del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Johns Hopkins University.
El robot fue entrenado para manipular una aguja, levantar tejido corporal y suturar, mostrando incluso la capacidad de realizar acciones no enseñadas explícitamente, como recoger una aguja caída. Este método de entrenamiento, que utiliza un lenguaje de cinemática similar al de los modelos de lenguaje como ChatGPT, permite al robot interpretar y responder a los datos visuales con acciones precisas.
El archivo de datos utilizado proviene de videos grabados durante cirugías para análisis postoperatorios, normalmente archivados y raramente utilizados después. “Todo lo que necesitamos es una imagen para que este sistema de inteligencia artificial encuentre la acción correcta”, afirmó Ji Woong Kim, investigador de Johns Hopkins.
Este avance se produce más de cuarenta años después de que el robot PUMA 560 se convirtiera en el primero en asistir en el quirófano. Desde entonces, la presencia de robots en cirugía ha crecido significativamente. De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., en 2020 se realizaron más de 876.000 cirugías asistidas por robots en el país.
A pesar de la expansión de los sistemas Da Vinci, que cuenta con casi 7000 robots en uso globalmente, los investigadores notaron que estos sistemas pueden ser imprecisos. “En nuestro trabajo no estamos tratando de reemplazar al cirujano. Solo queremos facilitarle las cosas”, señaló Krieger, resaltando la importancia de la precisión en los movimientos del robot.
El aumento en la población mayor en Estados Unidos, donde el porcentaje de personas mayores de 64 años ha crecido más de un 4 % desde 2011 hasta 2023, plantea un incremento en la demanda de cirugías, coincidiendo con un pronosticado déficit de entre 10.000 y 20.000 cirujanos para 2036. La integración de estos robots podría ser crucial para atender esta demanda.
Sin embargo, aún existen desafíos significativos antes de que los robots puedan realizar cirugías de manera independiente. Dipen J. Parekh, de la Universidad de Miami, y Amer Zureikat, de la Universidad de Pittsburgh, subrayaron la importancia de la adaptación del robot a las variaciones anatómicas individuales y la responsabilidad en caso de errores, respectivamente.
“Si ocurre un error, ¿quién es el responsable?”, planteó Zureikat, señalando un importante tema de debate en el futuro de la robótica quirúrgica.
Matías Miguens
La Nación (Argentina) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.