esto dicen los expertos sobre la venta de las acciones de EPM en Tigo-UNE

El interés de una empresa extranjera adquirir la empresa Tigo-UNE volvió a poner en discusión si se deben vender o no las acciones que EPM tiene en esta compañía.

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Es importante recordar que el exalcalde Daniel Quintero intentó llevar en más de cinco ocasiones esta iniciativa a la Corporación, que no permitió que dicha venta se diera, aunque allí primaron las razones políticas sobre las técnicas, ya que muchos de los concejales que se opusieron argumentaron falta de confianza con la entonces alcaldía.

Ahora, más allá de las mayorías y coaliciones que tiene ‘Fico’ en el Concejo, que le podrían garantizar la aprobación de la iniciativa, la discusión se centra es que si es o no un buen negocio vender dichas acciones.

Es importante recordar que la participación accionaria de Tigo-UNE está dividida en un 50 por ciento más una acción para EPM y el restante para la multinacional Millicom.

Alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez y concejales de Medellín

Foto:Alcaldía de Medellín

Sin embargo, por un acuerdo suscrito en 2013, esta última quedó como socio controlante de la empresa, lo que para muchos expertos esta decisión fue un error.

A comienzos de marzo, el Concejo debatió la situación de esta empresa y allí se reveló que las pérdidas al cierre del 2023 fueron de 1,1 billones de pesos.

Esta situación es uno de los principales argumentos de quienes están a favor de vender, ya que ha sido una inversión que no ha generado las utilidades esperadas, sino todo lo contrario.

De hecho, en los debates hechos durante la administración Quintero, la entonces concejala María Paulina Aguinaga reveló que las pérdidas superaban los 703.000 millones de pesos entre 2015 y 2020.

Voces de expertos

UNE y Tigo se fusionaron en 2014.

UNE y Tigo se fusionaron en 2014.

Foto:Archivo EL TIEMPO y EPM

De acuerdo con docentes de la Universidad de Medellín, desde el punto de vista económico y del derecho económico la venta de esta participación accionaria es necesaria y conveniente para la ciudad debido a los déficits actuales que presenta esa empresa de telecomunicaciones.

“No es conveniente que en un sector tan riesgoso que el dinero que tiene que estar empleado en otras cosas que son actividades del distrito como las necesidades básicas insatisfechas, para atender servicios públicos colectivos, etcétera, tenga que estar en una empresa de alto riesgo de mercado”, argumentó Luis Felipe Jaramillo de Los Ríos, docente de la Facultad de Derecho.

Una opinión que va acorde con lo expuesto por el gerente de EPM, John Maya Salazar, quien expuso ante el Concejo que EPM ha estado al tanto de este activo y de las altas inversiones que requiere.

De hecho, en octubre del año pasado, en medio de una grave crisis de la empresa que la tenía al riesgo de la quiebra, tanto Millicom como EPM acordaron una capitalización de $300.000 millones cada una.

“EPM siempre ha hecho seguimiento a este activo, a esta inversión que tiene en el mundo de las telecomunicaciones, que es un mercado complejo, competitivo y que requiere grandes inversiones que estarían impactando otras inversiones que sí hacen parte del ‘core’ de EPM, que es la prestación de servicios públicos”, manifestó Maya.

No es conveniente que en un sector tan riesgoso que el dinero que tiene que estar empleado en otras cosas que son actividades del distrito

Por su parte, Robert NG, docente investigador de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la UdeM, opinó que las pérdidas que viene acumulando Tigo-UNE hacen que EPM opte por en gestionar, en una forma mucho más estratégica, su negocio, alrededor de lo que es la prestación del servicio público domiciliario, la generación de energía, agua y alcantarillado.

“Hay que recordar que Tigo-UNE solamente en dos años ha reportado utilidades positivas desde el año 2013: precisamente en el año 2013 y en 2019. Las pérdidas acumuladas que tiene la empresa, no obstante hayan mejorado en un 36% con respecto a lo que se tenía en el 2023, hacen que el manejo estratégico del manejo de los recursos públicos sea, para la mejor decisión de la ciudad, respetar el patrimonio público y realmente hacer uso de esa acción de venta de acciones y salir a vender la participación que se tiene con ese 49,9% de las acciones”, agregó el docente.

De otro lado, hay quienes opinan que EPM no debería vender, sino por el contrario, comprar la parte de Millicom y tener el control de la empresa.

David Suárez Tamayo, abogado y docente de la Universidad Eafit, opinó que EPM perdió el control de la empresa desde aquel acuerdo de accionistas que le dio la administración de la empresa al socio privado.

“Es el privado el que maneja la empresa, tiene las mayorías en la junta y nombra el gerente (…) Ahora, con esta propuesta de venta, algunos sectores lo ven como una privatización y consideran que el negocio de las telecomunicaciones es estratégico y que EPM debe tener allí asiento. En mi opinión yo creo que EPM no debería salir de ese negocio, es un negocio muy estratégico y debería mirar otros escenarios para retomar el control, soy muy poco partidario a la decisión de vender”, opinó el profesor Suárez.

Edificio EPM

Edificio EPM

Foto:Cortesía EPM

Sin embargo, dejó en claro que hay un aspecto que se debe tomar en consideración durante el debate y es el tema del precio, ya que cuando Quintero quiso vender se indicó que el valor podría estar entre 2,2 y 2,8 billones de pesos.

“El negocio de las telecomunicaciones es muy variable y tocaría ver a hoy en cuánto está la valoración”, agregó Suárez.

Por su parte, el periodista investigador Yamid López, quien le ha hecho seguimiento a este tema desde hace años, opinó que “desde el 2004 lo que se viene haciendo con este negocio es un saqueo de la ciudad, y no fue solo la alcaldía de Quintero que no hizo absolutamente nada, también la primera alcaldía de Gutiérrez, que permitió la venta de más 800 torres y dejó sin trabajo a más de 600 personas”.

Para él, si lo que se quiere es defender el patrimonio público lo que se debe hacer EPM es declarar de utilidad pública la prima de control y “obligar” a la multinacional (Millicom) a vender esa prima o a entregarla.

“La fusión fue un mal negocio y no hay que vender. Al revés, debemos recuperar el control de la empresa para empezar a enderezar el negocio. ¿Defiende el patrimonio público? Por supuesto que sí”, opinó López.

En caso de optar por esta decisión, el profesor de la UdeM, Robert NG, manifestó que este camino, en este momento, “genera una matriz de riesgos muy alta, en las cuales muy posiblemente el avance casi exponencial en términos de tecnologías, 5G, de nuevos dispositivos, equipos y la inclusión de tecnología emergentes a todo lo que tiene que ver con el sector de las telecomunicaciones, haría que se desviaran recursos del distrito hacia el sostenimiento real de lo que es la propiedad, en un 100%, de Tigo-UNE por parte de EPM”.

Cronología de un ‘mal negocio’

Guillermo Maya, profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, es uno de quienes más conoce la situación con Tigo-UNE desde sus inicios. 

“En 2014, el entonces alcalde Aníbal Gaviria tomó la desafortunada decisión de vender casi el 50% de la empresa y entregar el control de UNE a Millicom. Esta venta se hizo con la cláusula de salida (o cláusula de protección del patrimonio público) del negocio, no hay vuelta atrás en la enajenación del negocio. Simplemente, no se ha consolidado la venta en un 100%, bien sea a favor de Millicom o de un tercero.Por su parte, el alcalde Federico Gutiérrez tendrá que tomar las decisiones que corten con este desangre económico. La participación en esta empresa podría estar alrededor de los 2 billones de pesos y no entrega ningún dividendo a la ciudad y, además, EPM es parasitada por una empresa extranjera. O se recupera a UNE –cosa que no creo que se pueda hacer– o se vende lo que resta de una vez y por todas. Pero, ¿quién estaría dispuesto a comprar las acciones de EPM en semejante sociedad para quedar bajo el control del ‘mayordueño” Millicom?’, cuestionó Maya en una columna publicada en la Silla Vacía, la cual permitió utilizar para este artículo.

A lo anterior, agregó que esta empresa perdió un billón de pesos entre 2006 y 2010, lo que llevó el endeudamiento de la empresa al 85,8% de su patrimonio. “Además, Tigo vendió en 2011 vendió todo el sistema de torres de retransmisión por 182 millones de dólares a la empresa American Tower Corporation-Infraco de la que después Millicom sería socia”, expresó el docente.

Agregó que esta misma operación se repitió en UNE cuando en 2017 vendieron, en 1.200 torres por 147 millones de dólares. 

“Estas ventas de deshuese de Ola y UNE equivalen a 438,7 millones de dólares a diciembre de 2023, es decir, casi 1,7 billones de pesos. Además, todavía en 2024, siguen vendiendo la ‘infraestructura pasiva’ de Une-Tigo, como instalaciones, para luego tomarlas en arriendo”, criticó Maya.

ALEJANDRO MERCADO

Periodista de Nación

Medellín



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