Esta semana una nueva alerta volvió a generar preocupación frente al abastecimiento de gas natural en el país: el déficit comenzará a partir del 1.° de diciembre de 2024, advirtió la presidenta de Naturgas, Luz Stella Murgas.
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Y la única manera para evitar una interrupción de este servicio, que actualmente beneficia a más de 36 millones de colombianos, sería habilitando la importación de gas natural.
“Si el presidente de la República (Gustavo Petro) no habilita esa posibilidad, estaremos ante un riesgo de desabastecimiento de gas natural para toda la demanda, incluida la de las familias colombianas. Necesitamos que esta medida se tome de manera urgente e inmediata”, dijo.
Se trata de un decreto que elaboró el Ministerio de Minas y Energía para habilitar la comercialización de gas natural importado para cubrir el consumo de usuarios residenciales, pequeños comercios y la industria.
Si el presidente de la República (Gustavo Petro) no habilita esa posibilidad, estaremos ante un riesgo de desabastecimiento
Aunque desde 2016 Colombia importa gas natural por la planta de regasificación de Cartagena, estos recursos se destinan exclusivamente para que las térmicas Tebsa, Termocandelaria y Termoflores puedan generar energía eléctrica.
Pero si se expide este decreto, se podría usar la capacidad adicional de 50 millones de pies cúbicos día (mpcd) que tiene la regasificadora desde abril de este año para atender una demanda diferente a la térmica.
Por lo tanto, si antes del 1.° de diciembre el presidente Gustavo Petro no firma este decreto para que la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) pueda expedir la regulación que se necesita, sería inminente una interrupción en el servicio de gas natural porque no hay suficiente gas natural en Colombia.
A esta advertencia se sumó la presidenta de Asoenergía, Sandra Fonseca, porque el sector industrial no tiene asegurado el abastecimiento para lo que resta del 2024 y parte importante del 2025. Esta escasez podría llevar a que las industrias vuelvan a usar combustibles mucho más contaminantes, como el carbón.
De acuerdo con las cifras del Gestor del Mercado de Gas Natural, se estima que el déficit para 2025 sería del 12 por ciento del total de la demanda nacional (120 GBTUD), mientras que para el 2026 se incrementaría al 30 por ciento (350 GBTUD).
Para enfrentar esta situación, la presidenta de Naturgás también aseguró que es necesario priorizar y acelerar los proyectos de exploración y producción de gas natural local, tanto en áreas continentales como en costa afuera, y la infraestructura de transporte que se requiere.
Además de eso, adoptar una regulación adicional para flexibilizar la compra y venta de todo el gas natural disponible en el país y resolver solicitudes tarifarias para gasoductos de transporte y de distribución y para la actividad de comercialización a usuarios finales.
Ante las reiteradas alertas de los gremios, el Ministerio de Minas y Energía les pidió “promover discusiones argumentadas, serenas y transparentes” y reiteró que se han tomado medidas para garantizar la confianza y seguridad energética del país.
Destacó, por ejemplo, una resolución que permite flexibilizar las condiciones de compraventa de gas natural en el país y un acuerdo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) que permite extender los contratos de exploración y mejorar las condiciones de las actividades exploratorias.
Otro acuerdo de la ANH regula la posibilidad de volver a adjudicar activos petroleros que hayan pasado a ser propiedad de la Nación, mientras que en mayo de este año se anunció un paquete de medidas para garantizar la gestión eficiente de las reservas y recursos contingentes de petróleo y gas natural.
Sumado a esto, hay un proyecto de decreto para promover los proyectos de gas natural en costa afuera y garantizar el suministro a la demanda esencial, y se expidió la regulación que habilita utilizar los oleoductos para el transporte de gas natural.
Esta regulación permitió que Ecopetrol y Promigás anunciaran en días pasados un proyecto para hacer la reconversión de un tramo del oleoducto de Colombia que permita una nueva conexión de los mercados de gas natural de la región Caribe y del interior del país y así garantizar el suministro.
Estamos evaluando de manera importante y urgente poder tener soluciones diferentes
Sin embargo, la primera fase de esta reconversión estaría lista en el segundo semestre del 2026 porque se requiere la construcción de un gasoducto de 16 kilómetros que se conecte al sistema de transporte que va de Jobo a Sincelejo y Cartagena.
De acuerdo con el Ministerio de Minas y Energía, todas las acciones que se han anunciado están articuladas en un plan de trabajo de 48 medidas de corto, mediano y largo plazo que se enfocan en habilitadores regulatorios, infraestructura y nuevas moléculas. “Estas acciones incluyen y superan las ya anunciadas por los gremios”, aseguró.
No obstante, las empresas y gremios insisten en que el déficit de gas natural no solo se prevé para este año, sino también para 2025 y 2026, por lo que Ecopetrol está evaluando entre ocho y nueve alternativas para importar este combustible.
“Ecopetrol estima que al cierre del año podrá suscribir uno o más contratos de soluciones de regasificación. Hoy tenemos una sola regasificadora en el país y nosotros estamos evaluando de manera importante y urgente poder tener soluciones diferentes ante la expectativa de los faltantes que puedan venir para los próximos años”, aseguró Álvaro Casanova, gerente de Gas de Ecopetrol.
Específicamente, estas soluciones de regasificación estarían ubicadas en el Pacífico y permitirían traer entre 40, 80 y 100 mpcd, mientras que por La Guajira se podrían importar de 300 a 400 mpcd.
Para habilitar estas alternativas se usarían, incluso, algunos activos de Ecopetrol como la plataforma de Chuchupa en La Guajira, pero estarían listas a finales de 2026 o inicios de 2027.
También se contempla como una posibilidad la importación de gas natural desde Venezuela a partir de 2026; no obstante, a la fecha no se ha logrado reparar el gasoducto Antonio Ricaurte que conecta con el vecino país. Las obras podrían tomar un año o un año y medio y son responsabilidad de PDVSA.