El atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido en Fontibón mientras participaba en un evento político, ha provocado una ola de rechazo nacional. Diversos gremios empresariales y figuras políticas se han pronunciado para condenar el ataque, exigir el fin de los discursos polarizantes y demandar garantías de seguridad para todos los candidatos.
“Atentar contra un líder político es atentar contra la democracia”
El Consejo Gremial Nacional, que agrupa a los principales sectores económicos del país, expresó su “más enérgico rechazo y profunda preocupación” por el atentado. El comunicado subraya que este tipo de hechos “representa una grave amenaza a la democracia, al libre ejercicio de la política y a la seguridad de todos los candidatos”.
Además, hizo un llamado al Gobierno Nacional, y en particular al presidente de la República, para que ponga fin a los discursos “ofensivos, violentos y polarizantes”, que alimentan un “clima de odio, intolerancia y división en la sociedad”.
Este es Camilo Sánchez, presidente de Andesco. Foto:Andesco
“Colombia no puede llegar a esto de nuevo”
El presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, ANDI, Bruce Mac Master, señaló: “Toda nuestra solidaridad, y votos por la recuperación de Miguel Uribe. Compartimos hoy escenario y lo vimos entusiasmado con su campaña y profundamente comprometido con la misma.”
El líder agregó que “Colombia no puede llegar a esto de nuevo. Por todos los medios hemos insistido en el peligro y el riesgo que significan los discursos de odio en una nación como Colombia. Es responsabilidad del gobierno, y muy especialmente del presidente, cuidar a nuestra nación y dejar los discursos de odio que alimenta día y noche.”
Mac Master advirtió que “el cultivo del odio es la construcción del terreno perfecto para llevar a nuestra sociedad a esto”.
Bruce Mac Master, presidente de la Andi, en la Convención Bancaria. Foto:Asobancaria
“Necesitamos recobrar el respeto mutuo”
La Asociación Colombiana de Minería (ACM) también rechazó el atentado de forma categórica. “Hechos como este son absolutamente inaceptables en una sociedad que se construye sobre los principios del respeto y democracia”, expresó la entidad.
La ACM advirtió sobre la creciente violencia verbal y simbólica que ha contaminado el debate público y reiteró la urgencia de volver a una deliberación democrática basada en el respeto y la tolerancia. “La conducción de un país a través del señalamiento y el lenguaje polarizante debe cambiar”, concluyó.
Presidente de la ACM, Juan Camilo Nariño. Foto:ACM
El exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas también se pronunció desde su cuenta oficial en X, “toda mi solidaridad con Miguel Uribe. Hoy más que nunca se necesita liderazgo valiente y democrático. Las amenazas a la vida de los líderes políticos son amenazas a la democracia misma”.
En ese mismo sentido, Jorge Bedoya, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, manifestó que “todas mis oraciones están con Miguel Uribe y su familia. Terrible e inaceptable que ocurra esto en nuestro país”.
El líder gremial solicitó que “el gobierno debe garantizar la seguridad de todos sus ciudadanos y que haya una contienda política democrática en la que todos puedan participar sin poner en riesgo su vida”.
El director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, explicó que “la violencia jamás puede ser un camino válido en una democracia, y cualquier intento de silenciar ideas o intimidar líderes mediante el uso de la fuerza es un atentado contra todos los ciudadanos y contra el Estado de derecho”.
Además exigió a las autoridades una pronta y rigurosa investigación que permita esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. “Colombia necesita más diálogo y respeto, no más odio ni violencia”, agregó.
Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC). Foto:SAC
La presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, también se condenó “con total firmeza” el ataque:
“Este acto cobarde hiere profundamente los principios fundamentales de nuestra democracia: el derecho a la vida, a la libertad de pensamiento y a la participación política libre y segura.”
El gremio lamentó que el hecho sea consecuencia de la polarización y de “mensajes incendiarios que destruyen la diversidad y satanizan la diferencia”. Hicieron un llamado al Gobierno y a todos los actores nacionales a actuar con respeto, altura y coherencia, recordando que “la democracia no se impone: se construye sobre el diálogo y la protección de quien piensa distinto”
La Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (ANATO) también expresó un contundente rechazo. Su presidenta ejecutiva, Paula Cortés Calle, advirtió que hechos como este afectan no solo la estabilidad institucional, sino también la imagen internacional del país.
“Este tipo de hechos repercuten profundamente en sectores estratégicos como el turismo. La percepción de inseguridad afecta la decisión de miles de visitantes internacionales. Colombia necesita firmeza, diálogo y compromiso colectivo”, señaló.
Anato exigió justicia con transparencia y prontitud, y se solidarizó con la familia del senador.
Presidenta de AmCham Colombia, María Claudia Lacouture. Foto:AmCham Colombia
El presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, expresó su repudio ante lo ocurrido:
“Este no es solo un atentado contra un líder político, es un atentado contra la esperanza y el diálogo democrático que el país necesita urgentemente recuperar”.
Cabal también alertó sobre el propósito de “acallar voces críticas” y “desestabilizar la institucionalidad”, señalando que, “Miguel Uribe representa una de las voces más jóvenes, lúcidas y valientes del escenario político nacional.”
Fenalco exigió que los responsables materiales e intelectuales sean llevados ante la justicia con urgencia, y subrayó que “la democracia no se intimida. Las ideas no se callan. Colombia merece vivir en paz”.
Jaime Alberto Cabal, presidente del gremio de los comerciantes, Fenalco. Foto:Santiago Saldarriaga. Archivo EL TIEMPO
Además, la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos —Andesco— rechazó el atentado y pidió desescalar la polarización:
“Las diferencias deben resolverse con diálogo y respeto a la institucionalidad, no con agresiones. La democracia se fortalece con consensos.”
La agroindustria de la caña, representada por Asocaña y sus ingenios afiliados, rechazó de manera categórica el atentado. El gremio advirtió que este acto violento constituye una grave amenaza contra la vida, la democracia y el derecho a la participación ciudadana. Asocaña enfatizó que la violencia y el odio no pueden tener cabida en el debate público, y llamó a restablecer las garantías para un proceso electoral seguro, así como a proteger a quienes hacen parte activa del mismo.
La Cámara Colombiana de Bienes y Servicios de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol) expresó su rechazo e hizo un llamado urgente a garantizar el respeto por la vida, la integridad de quienes participan en el debate público y a preservar un entorno seguro para el ejercicio político. Además, reiteró que Colombia merece una contienda electoral libre de violencia e intimidación.
Fedelonjas, a través de su presidente Mario Ramírez, condenó el atentado calificándolo como un ataque no solo contra su vida, sino también contra los principios fundamentales de la democracia, la libertad y la participación política.
La Federación hizo un llamado urgente a las autoridades para que actúen con celeridad y contundencia frente a este crimen, y exhortó a toda la sociedad a rechazar la violencia como medio político. Reiteró que la protección de los líderes democráticos es un deber impostergable del Estado.
Presidente de Campetrol, Nelson Castañeda. Foto:VII Cumbre de Petróleo, Gas y Energía
Asobancaria manifestó su enérgico rechazo y profunda consternación por el atentado, e hizo un llamado a la ciudadanía y a todos los sectores del país para que rodeen la vida, la paz y la institucionalidad, y advirtió que no se puede permitir que el miedo reemplace al diálogo ni que el odio apague la esperanza.
En ese mismo sentido, La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) expresó su enérgico rechazo calificándolo como un acto atroz que atenta contra la vida, la institucionalidad y el respeto por la diferencia.
El gremio hizo un llamado urgente al Presidente de la República para que actúe con responsabilidad y celeridad, subrayando que proteger la vida de los líderes políticos es un deber ineludible del Estado.
Camacol convocó a la unidad nacional para rechazar el odio y construir desde el respeto.