Yunaira López tumbó el muro con un cañonazo. La pelota quieta es mucha veces la llave que abre el candado. Así saltó el seguro del cerrado debut de la Selección Colombia femenina en el Mundial Sub-20, anoche en El Campín, para vencer 2-0 a Australia.
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El partido venía envenenado: el rival se defendía con comodidad y Colombia estaba atascada en un ataque sin peligro.
Hasta que en un tiro de esquina, a los 8 minutos del segundo tiempo, ¡clank! Se abrió el candado. No cabecearon ni unas ni otras. La pelota rebotó en el omoplato de una defensa, luego pegó en la mano de otra australiana y le quedó picando en las 18 a Yunaira, que acomodó el balón con el ombligo y desengatilló el fusil derecho para romper el arco.
Fue el 1-0 que cambió el partido, porque Australia salió de su cueva y desplegó las velas para embarcarse en la aventura por el empate. Y lo tuvo a los 70 minutos, cuando por el VAR se anuló su gol por una falta previa, tres toques antes del remate a gol.
Luego, Linda Caicedo, la estrella de Colombia, siete minutos después, aseguró el partido jugando de 9 y no de puntera: recibió un centro limpito de Maithé López, que con su ingreso dio movilidad, alternativa y aire ofensivo. Definió con una mediavuelta suave y acomodado bien lejos de la portera Lincoln.
El primer tiempo de Colombia fue apenas discreto. El 0-0 fue el testimonio de la seguridad defensiva de las australianas y el poco peso ofensivo de Colombia, que tuvo la pelota y puso el juego a campo rival, pero hasta el borde del área.
Antes del descanso no hubo opciones de gol y la única amenaza local era el avance en gambeta o en velocidad de Linda, el arma que desde el comienzo del segundo tiempo usó de nuevo Colombia. Apenas natural: es la mejor jugadora del equipo, la de la élite mundial.
El gol que abrió el juego
Y con un poco más de velocidad y de eso que ahora llaman intensidad, el equipo encontró el gol que cambió el juego…
Ser local lleva a pensar que la Selección debe ser finalista. Pensar así esta bien. Linda, la capitana y natural referente del equipo, lo dijo con espontaneidad: “El objetivo es único: ser campeonas”.
Acierta la que siendo una niña ya fue la segunda futbolista del planeta. Pero, ¡ojo! Solo una vez en los 10 mundiales anteriores un equipo local pudo levantar el trofeo: Alemania, en el 2010.
No será fácil, por más que varias de las jugadoras, empezando por Linda, ya fueron subcampeonas mundiales sub-17. Pero para algo debe servir ser local: la falta que el VAR advirtió para anular el gol de Australia existe, la hay, pero si hubiera sido al revés, no la dan. Seguro. Colombia ganó bien, y el primer paso al título ya se dio.
Meluk le cuenta
GABRIEL MELUK
Editor de DEPORTES
@MelukLeCuenta