La Corporación Regional de Cundinamarca (CAR) logró detener el comercio ilegal de borugos, también conocidos como tinajos, que estaban siendo criados para su comercialización como carne durante la temporada navideña.
La operación se realizó en el municipio de Nimaima, tras una denuncia anónima ciudadana, y contó con el acompañamiento de la Policía Nacional y la Policía de Carabineros.
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Durante el procedimiento, las autoridades incautaron 10 ejemplares de esta especie silvestre: nueve juveniles y un infante, que permanecían en cautiverio con fines comerciales.
“Los borujos son fundamentales para nuestros bosques y su caza y pérdida de hábitat está acabando con esta especie. Proteger la fauna es una responsabilidad de todos”, afirmó Alfred Ballesteros, director general de la CAR.
Cada día es más difícil encontrar esta especie debido a la caza y a la pérdida de su
hábitat Foto:CAR
De acuerdo con la Corporación, cada borugo puede alcanzar un valor de venta cercano a los 350.000 pesos, lo que ha incentivado su caza indiscriminada, especialmente en épocas de alta demanda como la Navidad.
“Gracias a la denuncia anónima de un ciudadano, pudimos llegar al lugar y encontramos en cautiverio 10 borugos, nueve juveniles y un infante, que estaban siendo criados para la comercialización de carne, principalmente para la temporada de Navidad”, indicó Alejandra Melo, profesional especializada en fauna de la CAR Regional Gualivá.
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El borugo se encuentra actualmente catalogado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en una situación crítica, debido tanto a la caza ilegal como a la pérdida progresiva de su hábitat natural.
Borugo, también conocido como tinajo Foto:CAR
A esta presión se suman creencias populares que le atribuyen supuestas propiedades medicinales e incluso la capacidad de resistir mordeduras de serpientes, lo que ha incrementado su captura para consumo humano.
Se trata de un roedor herbívoro de pelaje pardo con manchas blancas, que habita en zonas boscosas cercanas a ríos y quebradas. Su rol ecológico es fundamental, ya que actúa como dispersor de semillas y contribuye a la regeneración de los bosques.
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Sin embargo, su reproducción es limitada, solo se reproduce dos veces al año, lo que dificulta la recuperación de sus poblaciones.
En algunas creencias populares se le atribuyen propiedades sanadoras Foto:CAR
Ante este panorama, la CAR reiteró su llamado a la ciudadanía para evitar la captura, caza o comercialización de fauna silvestre y recordó que la protección de especies como el borugo es clave para preservar el equilibrio ecológico y la biodiversidad del territorio.
SARA MALAVER
Escuela de Periodismo Multimedia EL TIEMPO

