La semana pasada, en su primer encuentro con la Asociación Nacional de Industriales (Andi), el presidente Gustavo Petro les habló a los empresarios sobre la necesidad de adelantar una reforma agraria, así como la tributaria que ya está en trámite en el Congreso, para lograr “industrializar el país”.
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Pero hubo un punto que llamó la atención. En su interveción, el jefe de Estado se refirió al uso de la tierra, que es otro de los temas claves de su plan de Gobierno, y planteó la necesidad de incluir en la reforma tributaria un “impuesto diferencial predial”.
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Puntualmente, Petro dijo: “En una ciudad puede hacerse un edificio de vivienda, de oficinas, pero no un lote de engorde, en medio de una ciudad que tiene necesidades de locaciones. En el campo sucede lo mismo. Entonces, allí sería bueno poner en la reforma tributaria un impuesto diferencial predial alrededor de la productividad de la tierra, pero lo dejo como un paréntesis ahí para el debate en el Congreso y para el debate que ustedes mismos tienen alrededor de esta tributaria”.
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Cabe aclarar que, en efecto, apenas se trata de una propuesta. Y a la fecha, no se conocen más detalles de esta.
Sobre esta reforma tributaria, este martes se conoció que, antes de iniciar su discusión en las comisiones económicas del Congreso, habría cambios en al menos tres puntos: el impuesto a las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados, el impuesto a los dividendos y el impuesto a las zonas francas.
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