José Antonio Ocampo habla de la reforma tributaria de Gustavo Petro – Sectores – Economía


Cuando el economista José Antonio Ocampo (1952) presentó su renuncia como codirector del Banco de la República en diciembre del 2019 para volver a ser profesor de la Universidad de Columbia en Nueva York, pensó que se acabaría pensionando en la academia. Sin embargo, ese “gran acuerdo nacional” que propone el presidente electo, Gustavo Petro, en medio de un proceso de recuperación y ajuste de la economía luego de la mayor crisis económica vivida por cuenta de la pandemia, lo sedujo y a partir del 7 de agosto volverá a liderar la cartera de Hacienda, como ya lo hizo en la época de Ernesto Samper (entre 1996 y 1997).

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Ocampo aterrizará en el ministerio con una reforma tributaria bajo el brazo que busque obtener la ambiciosa cifra de 50 billones de pesos, con la que se espera seguir manteniendo el gasto social. En entrevista con EL TIEMPO, dio pistas de cómo piensa lograr esos recursos, quiénes son los que más pondrían y cuáles son sus compromisos, en medio de una época de incertidumbre global debido al fenómeno de la inflación, en parte, por cuenta de la invasión de Rusia a Ucrania, y que podría frenar la senda de crecimiento.

Ya pasó por la cartera de Hacienda en el gobierno de Samper, también fue ministro de Agricultura, lideró Planeación Nacional, estuvo en la Cepal, fue codirector del Emisor y últimamente se desempeñaba como profesor de la Universidad de Columbia en Nueva York. ¿Por qué decide ahora, a sus 69 años, dejar la academia para volver a liderar la cartera de Hacienda?

La verdad es que todo lo estoy haciendo por el país, por esta transición en la que estamos, me pareció importante, muchas personas me pidieron que por favor dedicara estos años a un periodo de vuelta a Colombia, entonces se podría decir que es una responsabilidad patria (risas).

¿Y por cuánto tiempo ha pedido una licencia a la universidad?

Efectivamente, tuve que pedir una licencia para ser ministro y estamos acabando de decidir por cuánto tiempo sería.

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Su candidato era Sergio Fajardo, pero finalmente le aceptó la propuesta al presidente electo, Gustavo Petro. ¿Por qué, qué tiene en común con él y qué es lo que los separa?

Yo vengo de otro movimiento político, pero apoyo el acuerdo nacional que él ha planteado. Ese es mi objetivo más importante. Y sí comparto cosas con él, de hecho, compartí durante todo el proceso electoral el objetivo de que se pueda contribuir decididamente a reducir las desigualdades y la pobreza y otros problemas sociales de Colombia.

¿Qué es lo que le encomendó Petro cuando le propuso ser su ministro de Hacienda?

El mensaje que me dio claramente es la reforma tributaria. Esperamos presentarla muy al comienzo del gobierno. Lo más pronto posible, incluso si la tenemos ya lista el 7 de agosto, la presentaremos ese día.

Tras su nombramiento, las reacciones han sido positivas desde todas las orillas. ¿Cree que usted les da un parte de tranquilidad a los mercados?

Bueno, yo creo que así se ha entendido, que mi nombramiento les ha dado tranquilidad a los mercados. 

Pero el viernes el dólar tocó un nuevo récord al cotizarse en promedio a 4.198,78 pesos. ¿Qué tan preocupados debemos estar?

El golpe del dólar no obedece solo a factores nacionales, sino a un ambiente internacional complejo, que está viviendo toda América Latina y el mundo entero. De hecho, el año pasado también hubo meses de ese nivel del dólar, no es la primera vez.

No hay que ver en esto una señal de descontrol o de falta de confianza.
Más aún cuando en los últimos días ha habido una reducción en el margen de riesgo de los bonos colombianos.

¿Entonces piensa que bajará?

Sí, pero es complejo porque el mercado financiero internacional está en un periodo de mucha turbulencia por el tema de la inflación mundial y de la invasión de Rusia a Ucrania y sus efectos. Entonces hay mucha incertidumbre y obviamente el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos tiende a hacer menos atractivo invertir en nuestros países. Son tendencias internacionales, no obedecen a fenómenos colombianos, pero nos afectan.

¿Cree que Colombia puede dejar de depender económicamente del petróleo para pasar a ser una economía más diversificada, como propone el presidente electo, y más en estos momentos en los que los precios internacionales están altos y eso favorece a las arcas públicas?

Yo también he compartido el punto de vista de que Colombia tiene que diversificarse en materia exportadora y productiva y, por lo tanto, tenemos que dejar de ser dependientes del petróleo. Ahora bien, ese es un proceso que tiene que ser gradual. Como es obvio, el petróleo sigue siendo no solamente un renglón importante en las exportaciones de Colombia, sino también una fuente de recursos fiscales.

Otro elemento que también he compartido con el presidente electo es el punto de vista de que el país tiene que contribuir decididamente al combate del cambio climático y uno de esos elementos es pasarnos a energías ambientalmente sostenibles.

¿Entonces se podría decir que en este gobierno se continuará explorando petróleo y gas?

No en petróleo hasta no revisar los contratos actuales. Lo que puedo decir es que en el caso de la exploración de petróleo hay que ver primero el estado de los contratos ya firmados. Hay 180 vigentes, hay que revisarlos, ver qué perspectivas tienen, si se necesita explorar más o no. Hay que irse diversificando, pero todavía no sabemos exactamente si esos contratos dan las perspectivas de autosuficiencia y posibilidad de exportación. En gas sí es importante seguir explorando. Sin embargo, yo no estoy encima de ese tema, otros miembros del empalme lo están.

¿Cómo será esa “economía productiva y para la vida” de la que habla Petro para su gobierno?

Habrá que impulsar decididamente el sector agropecuario, además por la importancia que tiene para el mundo rural que se encuentra económica y socialmente muy atrasado en varias regiones de Colombia. El apoyo en particular será a la pequeña producción agropecuaria y a las regiones apartadas del país.

Segundo, hay que reindustrializar a Colombia. La industria manufacturera ha venido perdiendo participación en la economía en los últimos 30 años, eso no tiene sentido desde el punto de vista de las tendencias internacionales. Creo que la industrialización es un punto muy importante y hay muchos sectores de servicios tecnológicos y de otra naturaleza, tiene que ser una economía productiva y hay que diversificar la canasta exportadora, como de hecho la tuvimos en el pasado. Con el auge del petróleo perdimos la diversificación exportadora que teníamos antes.

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¿Cree que en este momento es necesario pedir un crédito al Banco de la República?

No, eso no es necesario.

¿En qué momento se les podrá cumplir a los electores con los 500.000 pesos mensuales para los adultos mayores que no tienen pensión y con el trabajo a los desempleados que lo requieran por parte del Estado?

Nuestra prioridad en la fase inicial es la reforma tributaria para obtener más recursos para esos programas sociales. Lo tendremos claramente en cuenta cuando se rediseñe el presupuesto y veamos qué manera hay para aumentarlo. El programa del adulto mayor se puede armar independientemente de la reforma pensional.

Respecto al Estado como empleador de última instancia, hay que estimar cuánto costaría. Yo siempre he apoyado el empleo de emergencia y el reentrenamiento laboral muy activo para que los trabajadores consigan empleo. Toda la lista de los anuncios de programas sociales hay que mirarla con cuidado para ver qué se prioriza dados los recursos existentes. Igual se pueden trabajar más adelante.

Volviendo a lo que será su prioridad número uno en estos meses, ¿cree que es realista hablar de una reforma tributaria de 50 billones de pesos o incluso de 75 billones de pesos? ¿De dónde podrían salir todos esos recursos?

Estamos viendo eso. Yo personalmente creo que 75 billones de pesos no es una cifra viable y vamos a ver qué tan cerca se puede estar de los 50 billones de pesos, pero bueno, es el tema específico que estamos analizando en estos momentos. Además, en el Congreso habrá una discusión detallada de las propuestas que presentemos.

En materia de renta, el recaudo es bajo comparado con los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) y está concentrado principalmente en las empresas. ¿Barajan la posibilidad de ampliar la base de contribuyentes de renta? ¿Hasta dónde se podría bajar el umbral?

Ese es el diagnóstico que es compartido por el gobierno entrante y que ha sido ratificado por los análisis de la Ocde y de Fedesarrollo, entre otros, que han trabajado sobre el tema tributario. El objetivo en materia de renta serán las personas naturales e incluso uno esperaría que Colombia, no sé si en este momento o más adelante, pueda reducir la tasa tributaria a las empresas.

¿Reducir la tasa que pagan las empresas, pero revisando las exenciones que tienen?

Ese es uno de los elementos. Sin reducir los beneficios tributarios será imposible cumplir, bajar la tasa de impuestos de las empresas. Y, nuevamente, eso tampoco es posible si no se aumenta la tributación de las personas naturales. Es decir, el aumento a las personas naturales también es un requisito para que la tributación descanse mucho menos sobre las compañías.

Sin embargo, la mayor parte de esos gastos tributarios, o más conocidos como ‘gabelas’, vienen por el lado del IVA, como por ejemplo los bienes exentos o excluidos, ¿eso lo van a revisar?

En principio, la reforma del IVA no es una prioridad para nosotros. Además, eso tiene una oposición popular muy grande, como se vio absolutamente claro el año pasado. No sé si habrá algún elemento pero secundario, la reforma del IVA no es prioridad.

¿Entonces puede afirmar que no van a gravar a la clase media?

Uno de los objetivos de la reforma es no gravar más a la clase media y obviamente a los sectores populares.

¿Cree que se le podría poner un impuesto más alto al patrimonio? ¿Con ello podrían salir recursos del país?

El Gobierno va a presentar una propuesta de impuesto al patrimonio, eso está respaldado por muchas entidades. No estamos diciendo que es una cosa nueva que va a ahuyentar la inversión. De hecho, si se pone un impuesto al patrimonio, no será a las empresas, sino a las personas.

¿Y están pensando en elevar el impuesto a los dividendos?

Ese es un tema que estamos discutiendo.

¿Cree que es una buena idea gravar las pensiones más altas?

Sí, en principio en el sistema colombiano hay exención tanto a las contribuciones a la seguridad social como a las pensiones, es un régimen atípico. Casi en todo el mundo, las contribuciones a la seguridad social y a las pensiones son exentas de impuesto, pero las pensiones mismas no lo son. Entonces, vamos a revisar ese tema. Habrá que ver bajo qué régimen y por encima de qué nivel. Todo eso está siendo analizado.

Se ha hablado de gravar a las pensiones de 10 millones de pesos…

Eso lo estamos discutiendo.

¿Van a revisar también qué recursos se pueden obtener por el lado de la evasión y la elusión?

La evasión y la elusión son muy altas en Colombia y por lo tanto vamos a ver cómo se fortalecen los sistemas de control. Tiene que ser una de las grandes prioridades de esta reforma.

¿Qué le parece el impuesto del 4 por 1.000? ¿Pensarían en más impuestos verdes o saludables?

Se mantendrá, no hay forma de reemplazarlo. Respecto a esos impuestos, hay que ver cuáles son y que no afecten negativamente a los sectores populares.

Siempre se habla de que el Estado tiene que apretarse el cinturón, ¿qué se podría proponer en ese sentido en esta reforma tributaria?

Hay que racionalizar algunos gastos, pero en general el gasto del Estado tiene que aumentar porque precisamente todos los programas sociales adicionales son más gasto y se van a llevar a cabo en la medida que logremos mayores ingresos tributarios.

¿Es decir que se podrían mantener programas sociales para en últimas seguir reduciendo la pobreza?

La reducción de la pobreza y la desigualdad son prioridades absolutas. Veremos cuáles de esos programas son importantes, pero un apoyo a los hogares de ingresos pobres y al menos a algunos vulnerables tiene que ser parte de ese programa.

¿Entonces puede afirmar que se mantendría el Ingreso Solidario?

Lo estamos revisando.

Lo primero que le va a tocar también va a ser el Presupuesto General para el 2023 y, de momento, luce más austero. ¿Tendrá que ser más alto que en el de 2022 para poder hacerles frente a todos estos mayores gastos?

Precisamente es uno de los temas que tenemos que revisar muy al comienzo del gobierno para proponer qué cambios hacemos en el presupuesto nacional.

Otro problema que tenemos en estos momentos es el hueco de 14 billones de pesos del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, y ya se anunciaron las primeras alzas mensuales a la gasolina y ACPM. ¿Cuál cree ahí que será la solución?

Ese es un hueco enorme que recibe el gobierno entrante y estamos viendo cómo se recubre, obviamente, en algunos casos puede ser conveniente cubrirlo con un aumento de precios, pero ciertamente no lo que pueda afectar a los sectores más vulnerables. Estamos analizando cómo manejar ese tema.

¿Cuál es su posición frente a los aranceles, piensa que hay que proteger más a la industria nacional y habría que revisar los tratados de libre comercio (TLC), como dijo Petro?

Él ha hablado de revisarlos, pero obviamente eso es un acuerdo con el país con el cual los hemos firmado, no puede ser una acción unilateral. En materia de protección, hay todavía mucho que proteger contra la competencia desleal y contra el contrabando.

Sin embargo, creo que el tema más crítico es la diversificación exportadora, y para eso, no sirve mucho la protección, lo que hay que hacer son políticas productivas más activas para el sector agropecuario, industrial y de servicios.

Colombia está siendo destacada por diferentes organismos internacionales como líder de la reactivación económica y, según la Ocde, crecerá un 6,1 % este año. ¿Se puede decir que lo peor de la crisis de la pandemia ya pasó?

Sí, la economía se recuperó muy bien. Es uno de los mejores casos del mundo en materia de recuperación. En el caso del empleo ha sido incompleta para las mujeres y para los jóvenes. En el futuro, nos va a afectar la mezcla de alta inflación y elevación de tasas de interés, eso va a generar un menor crecimiento económico en el mundo y también va a impactar a Colombia en el segundo semestre del año.

¿Entonces sigue siendo optimista con el crecimiento para este año? 

Sí, de hecho, pensaría que va a ser más de ese 6,1 por ciento. Creo que en la cifra del Gobierno del 6,5 por ciento.

El gasto de los hogares está jalonando esa reactivación, pero el Banco de la República sigue subiendo tasas para controlar la inflación, ¿en qué momento piensa que se podría parar ese consumo? ¿Hay más espacio para subir los tipos?

La inflación es un fenómeno que está afectando a todos los países y, en particular, a los hogares más pobres porque el precio de los alimentos se ha afectado más que el promedio y eso sin duda alguna va a afectar el consumo, lo mismo que la elevación de tasas de interés va afectar a la demanda agregada de la economía.

¿Usted es partidario de conservar los días sin IVA que han incentivado ese consumo?

No, no ha sido una buena política y lo vamos a quitar. La ley actual dice que puede haber hasta tres días, así que podemos hacer cero. No ha beneficiado a los hogares pobres. Muchos de los productos que terminan sin IVA son importados y eso tiene un costo.

Pero el tercer día sin IVA del 2022 sería el 2 de diciembre, ¿lo quitarían?

Así es.

El ministro saliente José Manuel Restrepo dijo que les dejan la casa en orden, ¿van a seguir trabajando para seguir reduciendo el déficit fiscal y la deuda neta?

La reactivación fuerte de la economía se ha reflejado en mayores ingresos tributarios, lo que ha favorecido el déficit, pero de todas maneras hay que seguir reduciéndolo para cumplir con la regla fiscal y, en particular, bajar el nivel de deuda, que sigue estando por encima de la meta de la regla, que es de 55 por ciento. Vamos a trabajar para cumplir con la regla.

¿Qué otros riesgos ve en estos momentos para la economía colombiana?

El tema de la inflación, de terminar el ajuste fiscal y de cómo cambiar y organizar las exportaciones no petroleras para poder reducir el déficit de cuenta corriente.

NOELIA CIGÜENZA RIAÑO
Redacción Economía y Negocios
​Twitter: @noe_cig

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