Este año se ha observado una caída importante en la compra de vivienda. Bien sea por la inflación, el precio de dólar o un panorama de desaceleración económica, los meses en los que se reportaban récords en ventas, como ocurrió en el primer semestre de 2022, ya son historia y los colombianos cada vez evitan más la adquisición de casa propia, lo que genera gran preocupación en el sector de la construcción.
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Según cifras de la Cámara Colombiana de Construcción (Camacol) solo entre marzo y abril de este año, las ventas de vivienda nueva (VIS y No Vis) registraron una caída de 12,1 por ciento.
Esta contracción no es nueva. Desde el último año, el mercado de vivienda ha presentado resultados con una tendencia a la baja. Según el informe de Coordenada Urbana, el sistema de información georreferenciado de Camacol, la reducción comenzó en marzo de 2022, cuando se comercializaron, 23.482 viviendas nuevas, 2.456 menos comparado con las 25.938 unidades vendidas en febrero de ese año.
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La contracción interanual supera en ocasiones el 50 por ciento.
Desde la fecha el mercado ha sufrido una caída constante que ronda en promedio el 10 por ciento por mes e interanualmente el panorama es más sombrío, pues en ocasiones la contracción ha superado el 50 por ciento del volumen del mercado.
La pérdida más reciente se observó en los resultados obtenidos en abril de este año.
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En el caso específico de la Vivienda de Interés Social (VIS), se comercializaron 5.674 unidades, es decir, 11.117 menos respecto al mismo mes del año pasado, lo que significa una disminución de 66 por ciento. Por su parte, el segmento de las No vis vendió 2.980 viviendas, 3.003 menos que en abril de 2022, con una reducción de 50,19.
Entre abril de 2022 y abril 2023 se comercializaron 209.190 viviendas nuevas
Si se comparan los resultados anuales totales, según las cifras, entre abril de 2022 y abril 2023 se comercializaron 209.190 viviendas nuevas, 79.811 unidades menos que las 289.001 vendidas en el mismo periodo entre 2021 y 2022, lo que equivale a una pérdida anual de 27,62 por ciento.
El informe de Política Monetaria del Banco de la República explica que algunos de los responsables de esta contracción son el aumento de costos de construcción y el alza en las tasas de los créditos hipotecarios.
De acuerdo con datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en marzo el Índice de Costos de la Construcción de Edificaciones (Icoced) fue de 7,93 por ciento. Siendo los grupos de mano de obra, maquinaria y materiales los que más incrementaron su precio.
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Mano de obra, maquinaria y materiales los que más incrementaron su precio.
Alcaldía de Bogotá
Todos estos factores han afectado los procesos dentro de las constructoras, solo en materia de nuevas obras, la iniciación de construcción de vivienda VIS en abril disminuyó 39 por ciento, frente al mismo mes de 2022.
El presidente de Camacol, Guillermo Herrera, añadió que el tiempo para comercializar una vivienda de interés social en el país se ha duplicado, pues en abril del año anterior eran cinco meses y en febrero de este año subió a más de 10 meses, el más alto desde 2012. De igual forma, se ha venido incrementando el inventario de viviendas terminadas sin vender. En febrero de este año, el indicador se ubicaba en 1,7 por ciento, una cifra que no se veía desde hace 10 años.
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Esta situación genera preocupación desde el sector, pues de no reactivar la actividad edificadora y revertir la actual tendencia, la oferta de empleo puede verse profundamente afectada, explica Herrera. “Estos resultados deben verse como una señal de alerta para poner en marcha todas las acciones de política sectorial y de vivienda que permitan el volumen de actividad que suspendió sus procesos constructivos.” concluyó.
Desde el Grupo Empresarial Oikos ven con optimismo la recuperación del sector. Su presidente, Luis Aurelio Díaz, considera que los precios de algunos insumos se podrían estar normalizando hacia junio, lo que hace prever que habrá un segundo semestre muy prometedor para el desarrollo de la construcción.
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