Después de más de dos años de presentada la iniciativa y en medio de persistentes voces preocupadas por que pase lo mismo que con la empresa de los trolebuses –que terminó burocratizada y cooptada en los 70 y 80 por políticos de la ciudad– comenzó a funcionar la nueva operadora distrital de transporte público: La Rolita.
Se trata de una empresa mixta que cuenta con el más moderno patio taller de la capital y del país, localizado en el sector de Perdomo, en Ciudad Bolívar, y una flota de 195 buses eléctricos, de los cuales están rodando desde el 10 de septiembre cerca de una veintena en tres rutas (en el centro, Zona Industrial y Fontibón) y mañana abrirá un cuarto circuito (el del portal 20 de Julio con la ruta HL 636), para un total de 42 automotores en servicio.
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El inicio de operaciones ha sido paulatino y no en un solo momento, como esperaban unos pocos concejales, y tampoco se ha celebrado con bombos y platillos. De hecho, solo en la mañana de este viernes la mandataria hará la presentación de La Rolita en sociedad.
La operadora distrital de transporte público es una apuesta de la administración de Claudia López que ya tiene una decisión judicial pendiente, pero esto no ha frenado el proyecto. Por tal motivo, voces como la de la concejal Lucía Bastidas (Alianza Verde) plantean que es un riesgo estar realizando millonarias inversiones en infraestructura, parque automotor y capacitación de conductores, sin que se haya resuelto de fondo la demanda contra la norma que creó la operadora.
“Cómo empiezan a gastar plata cuando hay medidas cautelares. Además, tienen unos buses parados. En el cronograma tienen que solo en diciembre llegarán al 100 por ciento de la flota”, le dijo ayer Bastidas a EL TIEMPO. Estima que las inversiones superan los 9.000 millones de pesos.
La operadora fue creada en el artículo 91 del plan de desarrollo ‘Un nuevo contrato social y ambiental para la Bogotá del siglo XXI’, por medio del cual se autoriza a la alcaldesa mayor o a la empresa TransMilenio S. A. “para participar en la creación de una sociedad por acciones”.
Este artículo fue suspendido de manera provisional en enero pasado por el Juzgado Sexto Administrativo de Bogotá, al resolver una acción de nulidad, y falta que ahora se pronuncie, en segunda instancia, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca. El juzgado determinó que el artículo 91 “violaba las normas superiores” y que la creación debe contar con un “estudio demostrativo”.
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El secretario jurídico, William Mendieta, afirma que el Distrito está en espera del fallo de segunda instancia y dice confiar en que los argumentos presentados en el recurso de apelación serán acogidos por el Tribunal y que la decisión del Juzgado Sexto Administrativo sea revocada.
“La Administración Distrital les explicó al juez y al Tribunal que como no existe una definición legal de estudios demostrativos, ni qué deben contener estos, el Tribunal determinará que dichos estudios no debían presentarse en el momento en que se solicitó la autorización, o porque, ante la ausencia de regulación legal, los argumentos expuestos ante el cabildo distrital corresponden a dichos estudios y satisfacen la exigencia legal”, señala Mendieta.
Explica también que desde la expedición del plan de desarrollo –aprobado en 2020 por el Concejo– se dieron “las razones de orden fáctico” que la llevaban a solicitar la autorización para la creación de La Rolita y “las razones jurídicas” que permitían la expedición de la autorización y la posterior creación.
En el mismo sentido se refirió la secretaria de Movilidad, Deyanira Ávila, quien le dijo a este diario que la creación del operador está respaldada desde el plan distrital de desarrollo (acuerdo 761), que traza las grandes metas de la actual administración y que, por tanto, vienen trabajando en su implementación.
Ávila reconoció que La Rolita ya entró en operación y que este proceso ha sido “muy controlado” y que han estado “afinando detalles operativos” para hacer hoy el lanzamiento.
Tanto Ávila como Carolina Martínez, la gerente designada de La Rolita, recuerdan que el Perdomo –donde está operando La Rolita– es una de las zonas abandonadas por operadores del SITP que enfrentaron situaciones financieras y que las licitaciones para atenderlas han sido declaradas desiertas porque no se han presentado interesados.
“Cuando salen los tres operadores del SITP, el único afectado, en un tema de prestación de un servicio esencial como el transporte, es la ciudad, son los usuarios. Entonces, con La Rolita estamos asumiendo esa responsabilidad de poder operar la unidad funcional del Perdomo”, explica la gerente designada dfe la empresa operadora, y añade que en esa unidad funcional tienen proyectado mover 32.000 usuarios.
(Bogotá tendrá un operador público de transporte masivo)
#OrgulloBogotano movilizarnos en buses eléctricos, conducidos por mujeres, gerenciados por nuestra operadora pública de transporte #LaRolita!
Y además, rumbo a estrenar nuestro sistema de bicis públicas y compartidas divinas!
Dos logros, dos sueños de ciudad, hechos realidad! pic.twitter.com/L6UFucFwyn
— Claudia López Hernández (@ClaudiaLopez) September 30, 2022
¿Qué dicen los expertos en movilidad sobre La Rolita?
Y si bien hay preocupaciones para que no caiga en lo que llevó a la liquidación de los trolebuses, los expertos confían en que la operadora de transporte funcionará. José Stalin Rojas, director del Observatorio de logística y movilidad de la Universidad Nacional, considera el hecho como “positivo” porque se pueden comparar indicadores de costos de operación y de calidad del servicio. “Sería interesante conocer el costo de transportar un pasajero hora sentido y compararlo con los operadores privados, y en los indicadores de calidad, establecer mejores prácticas”.
Agrega que si bien hay riesgos de clientelismo y corrupción, este fenómeno no es exclusivo de la gestión pública y que “afortunadmente las entidades adscritas a la Secretaria de Movilidad han sido manejadas tecnicamente”.
Con esta opinión coincide Fernando Rojas, experto en movilidad: “Durante años, la operación del transporte público ha sido un camino de ciegos. Sabemos lo que vale por lo que los privados cobran, pero de ahí para adelante la información no es muy confiable. La Rolita puede ser una gran oportunidad de tener desde lo público un mejor y mayor control del funcionamiento del transporte. Podría convertirse en la punta de lanza para bajar la tarifa y en algún momento llegar a la tarifa cero”.
Rojas considera que la operadora de transporte tiene varios desafíos: Uno, ser viable. Eso significa operar rutas con demanda para que tenga sus propios ingresos y no sea una carga adicional para la ciudad.
Dos, lograr el equilibrio entre las rutas que tienen muchos pasajeros y las que no tienen muchos, pero que se necesitan. Tres, no convertirse en la caja menor o la bolsa de empleo para las clientelas de los políticos. Cuatro, ser referente en calidad de servicio.
Cinco, el hecho de que fundamentalmente esté manejada por mujeres puede convertirla en referente de civismo y cambios de comportamiento en el transporte público.
El también experto en movilidad Darío Hidalgo afirma que La Rolita “va a funcionar” porque tendrá todo el apoyo institucional del Distrito y “buses nuevos eléctricos, conducidos por mujeres; tendrá muy buen recibo en la comunidad del Perdomo y la conexión a otras zonas”.
Hidalgo asegura que la experiencia de la Empresa Distrital de Transporte Urbano (EDTU), liquidada al inicio de los 90 en Bogotá, no se puede repetir. “Buses y trolebuses sin mantenimiento oportuno, 13 conductores por cada bus, cuando lo recomendado es 2,3, no sería algo positivo para el sistema de transporte público de la ciudad. Al final, lo importante no es si es público o privado, es que opere bien, tenga buen aseo y mantenimiento, y preste los servicios a costo razonable para la ciudad”.
Así es el patio taller de Perdomo
El patio taller del Perdomo, en Ciudad Bolívar, es el más grande y moderno que tiene hoy por hoy Bogotá. La firma VGMobility lo diseñó y construyó en un espacio de 33.000 m². Tendrá capacidad cargar 183 vehículos al mismo tiempo.
Este lugar no solo tiene modernas instalaciones, que incluyen infraestructura sostenible, con reciclaje de aguas lluvias para labores de mantenimiento y lavado de vehículos, sino que, además, ha mejorado el entorno.
VGMobility también tuvo a cargo el suministro del parque automotor eléctrico que operará desde el Perdomo.
Estos vehículos hacen parte de una flota de 406 buses eléctricos que ha entregado VGMobility al sistema desde 2021 en las localidades de Fontibón, con 120 buses; 91 en Suba y, ahora estos 195 en Ciudad Bolívar.
Andrés Jaramillo, CEO de VGMobility, afirma que “los nuevos vehículos están equipados con tecnología Wifi, conectores USB, modernas cámaras de seguridad y vehículos no contaminantes, silenciosos y que no vibran, generando un mayor bienestar en el viaje”. Está firma está desarrollando proyectos en Perú, Chile, Ecuador, Brasil y Estados Unidos.
Los buses recorren alrededor de 43.000 kilómetros diarios, que benefician al menos a 145.000 personas con nuevas rutas, trayectos limpios y un menor tiempo de espera.
Con esta flota, Bogotá se convierte en la ciudad de Latinoamérica con más buses eléctricos en circulación.
GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ
Editor de Bogotá
En Twitter: @guirei24