En un país con una activa vida social y política como Colombia, es común que las manifestaciones y bloqueos afecten la movilidad en las ciudades. Esta situación genera una pregunta importante para miles de trabajadores: si no puedo llegar a mi trabajo debido a una protesta, ¿me pueden despedir?
La respuesta a esta pregunta no es simple y depende de varios factores, pero la conclusión general es que sí, un empleado podría enfrentarse a un proceso disciplinario e incluso a un despido con justa causa si no gestiona la situación de manera adecuada.
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¿Una manifestación es una causa de fuerza mayor?
El punto central de la discusión legal es si una manifestación puede ser considerada como una “fuerza mayor” o un “caso fortuito”, es decir, un evento imprevisible e irresistible que impide al trabajador cumplir con su obligación de llegar al trabajo.
Según los expertos legales, para que un bloqueo o protesta sea catalogado como fuerza mayor, debe cumplir con dos condiciones:
* Imprevisibilidad: Que el evento no se haya podido anticipar. En el caso de muchas manifestaciones que son anunciadas con antelación a través de medios de comunicación y redes sociales, este requisito se pierde. Si la protesta fue convocada y era de conocimiento público, el trabajador tiene la responsabilidad de prever la situación y tomar medidas.
* Irresistibilidad: Que sea absolutamente imposible superar el obstáculo. El empleado debe poder demostrar que agotó todas las alternativas razonables para intentar llegar a su lugar de trabajo (rutas alternas, otros medios de transporte, etc.) y que, a pesar de sus esfuerzos, le fue imposible cumplir con su horario.
Trabajador colombiano Foto:Carlos Arturo García M.
La clave está en la comunicación con el empleador
Si un trabajador se ve atrapado en medio de una manifestación, la acción más importante es notificar a su empleador de manera inmediata. Es fundamental informar sobre la situación, la ubicación y las dificultades que está enfrentando.
Además, es crucial recopilar todas las pruebas posibles que respalden su caso. Fotografías, videos, noticias de portales informativos o publicaciones de las autoridades de tránsito en redes sociales pueden servir como evidencia para demostrar que realmente existía un impedimento para llegar al trabajo.
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Estas pruebas serán vitales en un eventual proceso disciplinario
Estas pruebas serán vitales en un eventual proceso disciplinario.
El empleador tiene la obligación de escuchar al trabajador y valorar las evidencias presentadas antes de tomar una decisión. Si el empleado no puede justificar su ausencia o si se demuestra que no hizo lo posible por llegar, la empresa podría iniciar un proceso que, dependiendo de la recurrencia y de lo estipulado en el reglamento interno de trabajo, podría terminar en una sanción o en un despido con justa causa.
Aunque una manifestación puede ser una razón válida para no llegar al trabajo, no es una excusa automática. La responsabilidad recae en el trabajador, quien debe demostrar que el evento fue realmente un impedimento insuperable y, sobre todo, debe mantener una comunicación constante y honesta con su empleador para justificar su ausencia.
* Artículo escrito con apoyo de IA y editado por un periodista.