En entrevista con EL TIEMPO, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, habla de la nueva reforma política que radicó esta semana el gobierno del presidente Gustavo Petro en el Congreso. Dice que es necesaria para acabar con el clientelismo y la corrupción electoral.
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¿Por qué es necesaria una reforma política, cuando hay tantas tensiones en este campo?
Los que son enemigos históricos de la reforma política han dicho la siguiente frase: “no es el momento”. Entonces, en esa lógica, nunca es el momento de una reforma política en Colombia. Y es que mucha gente está cómoda en el sistema actual, pero buena parte del problema de corrupción del sistema político es por la manera en que se accede al poder y cómo se conforma el poder público en Colombia. Eso incluye la financiación de las campañas, el debilitamiento de los partidos y la ausencia de una autoridad electoral que efectivamente controle y vigile a los partidos.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, radicó la reforma política en Cámara.
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Son tres ejes de la reforma política: listas cerradas, financiación estatal y eliminar el origen político del CNE. ¿No faltan temas?
Sí, son esos temas y están íntimamente ligados. No puede haber una reforma política seria si no se abordan en conjunto. Por eso lo que buscamos en un acto legislativo simple –nueve artículos– pero sumamente profundos. Lo que buscamos es una reforma muy concreta sobre esos ejes fundamentales. No vamos a mejorar la democracia en este país si seguimos asistiendo de manera hipócrita todos los colombianos a unas elecciones donde los gastos son exorbitantes, los topes siempre se vuelan, hay fuentes de financiación de todo tipo y una legalidad formal que no corresponde el sistema político.
Se destaca la propuesta de lista cerrada, pero hay observación de que todos los pecados de la lista preferente se trasladan a las elecciones internas. ¿Cómo dar un parte de tranquilidad?
Esto no se puede entender sin partidos organizados y con democracia interna. Tienen razón los que se han opuesto a la lista cerrada cuando no hay esas condiciones. El temor de que se dependa del bolígrafo del jefe del partido es absolutamente válido. Por eso hay un régimen de transición para que los partidos se organicen democráticamente.
Los que son enemigos históricos de la reforma política han dicho la siguiente frase: “no es el momento”. Entonces, en esa lógica, nunca es el momento de una reforma política en Colombia.
Ministro, pero es que es una rareza tener afiliados a los partidos en esta época…
Antes no era así. Antes la gente mostraba con orgullo su carné del partido Liberal o Conservador, miren ustedes eso. Se fue deteriorando la organización interna de los partidos precisamente por el voto preferente y por el fraccionamiento interno, que incluso es la razón de que hayan surgido tantos partidos. Esa es la crisis de representatividad que tenemos.
La financiación en el proyecto se comienza a definir con una base igual para todos, y luego se dan unos extras por curules, ¿pero eso no da una ventaja a los partidos que ya están en el Congreso?
Claro, pero es que es la manera más democrática de inicialmente definir, porque obviamente, no podrán tener la misma financiación partidos con el 20 por ciento del Congreso a uno que solo tenga una curul. Pero damos una base inicial a todos. Esos temas de financiación igualmente no se pueden definir todos, y aprobado el acto legislativo debemos avanzar en una ley estatutaria que entre en todo el detalle de las campañas, la financiación de ellas, de cómo se controlan los recursos, los anticipos, los controles del Estado.
Hay un artículo transitorio que se siente como a favor de Comunes porque elimina el umbral para las elecciones de 2026…
Es que es una transición. Y, pues hay que aclarar que ellos tienen un régimen especial debido al acto legislativo del acuerdo de paz. Las dudas son más propias de buscarle todos los males a la iniciativa del Gobierno, pero igual se precisará en la discusión.
Rodrigo Londoño, Timochenko, es el líder del partido Comunes, que nació tras la firma del acuerdo de paz y en un principio se llamó Farc, al igual que la extinta guerrilla.
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Ha hablado de la cantidad de partidos de la actualidad , ¿por qué no jugarse por un articulado más duro, que los reduzca ante la proliferación que tiene al país con más de 30 colectividades?
La norma constitucional no puede estar por encima de la realidad política actual. No podemos condicionar la cantidad de partidos en este momento porque la falta de democracia interna y de legitimidad de los grandes partidos hizo que surgieran muchos partidos pequeños. Además, es normal que la cantidad de partidos suba y baje en democracia.
Han destacado eliminar la participación política en la elección del CNE, pero expertos dicen que le falta dientes al tribunal, sobre todo en el trabajo regional. ¿Qué responde?
Si no se transforma la autoridad electoral, no tendrá dientes. Es que el origen político actual hace casi imposible que haya una vigilancia de las elecciones, pues no tiene la independencia autonomía necesaria. Cuando logremos esos elementos en la arquitectura institucional, ya podremos avanzar en un fortalecimiento con un código electoral.
JUAN SEBASTIÁN LOMBO DELGADO
Periodista de Política